Capítulo 23. Risas, juegos y amigos

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POV Ari

Lo primero que hicimos al pisar la feria, fue ir a comprar los tickets, para ir directos a los juegos.

El gran inconveniente fue, que no sabíamos a qué juego subirnos de primero, y por eso lo hicimos a votación.

Y así es como terminamos aquí, en la fila de la montaña rusa.

Nos falta poco para subir, y no hay señales de Cami por ningún lado.

Aunque si mis sospechas son ciertas, dudo mucho que regrese rápido. Porque ¡Oh, sorpresa! Lucas tampoco está.

Más tarde tendré que hablar con está niña.

Desde que Cami desapareció, empecé a hablar con Liam. Y luego, se nos unieron Ethan, Ryan y Scott.

Son agradables. Justo como mis amigos. 

Son como ellos, con la apariencia de inalcanzables y todos unos playboys. Pero en realidad, son divertidos.

Y Scott no es tan tonto, ni superficial como aparenta, tengo que admitirlo.

Aunque si de algo sirve leer tantos romances, es esto. No me gusta juzgar a las personas a la primera.

Desvío mi atención de los chicos, y ubico a mi hermana, riéndose. Para mi sorpresa, con Chris.

Chris debe de ser igual que los chicos. Sin embargo, puedo notar su interés en mi hermana.

Espero que, si de verdad le gusta, y trata de conquistarla, no sea como el imbécil de su ex novio.

Vuelvo a observar a mi alrededor, y por pura coincidencia. O bien, el destino. Me choco con Alex.

Se encuentra distraído, observando por sobre su hombro.

Tan patética. No sé porque siempre quiero ser Miss sociable.

Me acerco a él.

— ¿Qué hay, chico distraído? —inquiero, deteniéndome justo enfrente de él.

Al escuchar mi voz, enseguida voltea a observarme.

Posa sus ojos en mí, y me recorre de arriba a abajo con una mirada intensa, que me hace sentir desnuda frente a él. Luego dirige su mirada de nuevo a mi rostro.

— Aburrido —contesta con desgana. —esta fila nunca avanzará —añade, sin despegar su mirada de mí.

— Tranquilo, ya casi pasamos —digo, tratando de continuar la conversación.

Me quedo en silencio, pensando en algo más para decir.

¿Justo ahora tenía que quedarme en blanco?

Pasan unos segundos y se siente un poco de tensión. Quiero quitarla, pero no sé cómo.

— Te encantan las ferias, ¿verdad? —pregunta, y se mete las manos en los bolsillos del pantalón.

Parece que Alex me lee el pensamiento.

Es la segunda vez que lo hace.

— La verdad es que amo las ferias —confieso con entusiasmo. —desde pequeña me han gustado, y con mi hermana siempre nos subíamos a todos los juegos. En especial a los extremos —agrego, dando información de más. — ¿y a ti? ¿también te gustan? —decido seguir con la conversación para matar el tiempo y el silencio.

— Pues no me puedo quejar —responde, encogiéndose de hombros, restándole importancia. —con los chicos venimos algo seguido —fija su vista por sobre mi hombro.

El Caos de Ariadna © (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora