—POV Cami—
— Alex, ¿Qué tienes planeado hacer? —le pregunto con curiosidad, desde el sillón en donde estoy acostada.
— Nada, Cami —comenta con simpleza, mientras escucho como sus pisadas se acercan a mí. — ¿Por qué? —escucho su voz justo a mi lado. Levanto la mirada y lo encuentro.
— Nuestros papás no están y no hay nada mejor que hacer —explico, levantándome muy despacio. — ¿Qué te parece si salimos a dar una vuelta por el vecindario con Toby? —sugiero y empiezo a llamar a Toby.
— Toby, Toby. Ven aquí guapo —canturreo en voz alta. No pasa ni un minuto cuando escucho unas pisadas acercarse rápidamente.
— Está bien —acepta Alex, encogiéndose de hombros. — Salgamos —se gira y se pierde. Sé que va a ir a buscar las llaves de casa, así que mientras espero a que Alex regrese, me dispongo a ponerle la correa a Toby.
— Vamos Chico —aparece Alex con las llaves en la mano. Se detiene enfrente de mí, y me quita la correa de la mano.
Salimos de la casa y empezamos a caminar. Hay unos niños jugando en sus bicicletas, otros chicos más grandes en patinetas, y unas niñas en patines.
Este vecindario es muy sano. Y casi no transitan muchos vehículos por aquí.
Hablamos y hablamos, mientras caminamos. Platicamos de los planes que tenemos cuando entremos nuevamente a la Universidad, dentro de pocos días.
Yo seguiré trabajando en la cafetería por las tardes, y Alex seguirá ayudando al Dr. Tompson en la veterinaria.
Ya ha pasado como dos horas desde que salimos. Ya vamos de regreso hacia la casa.
— Entonces, viene Lucas y se detiene, cuando de repen...—detengo mi platica para voltear hacia Alex. No me ha preguntado como fue que paso, o por qué.
Lo observo con la vista fija en algo. Sin poder contenerme sigo su mirada y ubico lo que ha llamado su atención.
Puedo ver como dos chicas vienen caminando en nuestra dirección. Y mientras más se acercan, más familiares se me hacen.
Finalmente, están a pocos pasos de nosotros, e instintivamente se me dibuja una sonrisa en el rostro, que rápido trato de ocultar.
Oh, lo que le espera a mi hermanito.
Volteo a ver nuevamente a Alex, y lo encuentro con un rostro que no sé explicar.
Podría decir que tiene cara de bobo, o bien cara de sorprendido. Aunque, creo que puede ser una mezcla de ambas.
Me llevo la mano a la boca, para ocultar mi sonrisa.
<<Basta Cami. Tranquila>>
¿Quién hubiera pensado que la chica que le plantó cara a mi hermano estaría justo enfrente de mí nuevamente?
Ella me mira a los ojos y me brinda una pequeña sonrisa. Y a los segundos lo primero que hace es agacharse para estar a la altura de Toby.
— Hola, guapo —lo saluda. — ¿Cómo estás? —levanta la mano y le acaricia la cabeza. Toby sin dudarlo se acerca a ella meneando su colita. — Pero que lindo que eres, ¿Verdad que sí? —añade ella. Él se tira al suelo, panza arriba, indicándole que le siga acariciando.
Pasa unos segundos acariciándolo y finalmente se levanta. Sus ojos color miel vuelven a encontrarse con los míos.
— ¿Cómo se llama esta preciosura? —pregunta, mientras se acomoda rápidamente un mechón de cabello.
ESTÁS LEYENDO
El Caos de Ariadna © (editando)
Romance¿Crees que las personas muestran su verdadera apariencia? Cuidado que nunca se sabe si detrás de una sonrisa amable y deslumbrante se encuentra la maldad más sólida del mundo. Hay que recordar que detrás de una historia hay diferentes perspectivas:...