Capítulo 21. Un cambio inevitable

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—POV Alex—

El primer día de Universidad no me lo hubiera esperado así. Desde el principio fue diferente.

¿Cómo diferente?

Bueno, mi hermanita caprichosa me convenció de llevar a sus amigas a la universidad. Y, ni siquiera pude hacer el amago de negárselo.

Justo ahora, nos encontramos en el parqueo de la universidad. Estaciono y apago el motor del carro.

Las chicas se quitan los cinturones y se bajan rápidamente.

Observo como se alejan de mí, y unas cuantas cabezas se giran hacia ellas.

Que voy a hacer.

Me paso las manos por el cabello, arreglándome para salir.

Tomo mi mochila de los asientos traseros y finalmente salgo. Rodeo mi carro y empiezo a caminar hacia la entrada.

El bullicio no puede faltar en el camino.

Observo como mi hermana y las chicas me llevan una gran ventaja de distancia. Y que la mayoría de las miradas siguen sobre ellas.

Me vuelvo a enfocar en mi camino. Me distraigo, observando mi alrededor.

Algunos chicos me saludan con asentimientos, y algunas chicas me brindan sonrisas coquetas, que no puedo rechazar.

Me encuentro a pocos metros de la entrada. Pero soy interceptado de un segundo a otro.

Frente a mí, se encuentra Daysi con una sonrisa coqueta.

Estamos demasiado cerca para mi gusto. Así que, discretamente tomo un poco de distancia.

— Hola Bombón—saluda con su voz un poco aguda.

Acorta la distancia que había puesto entre nosotros, y me da un rápido abrazo, que ni correspondo.

Al separarse de mí, me da un escandaloso beso en la mejilla.

— Hola Day —contesto y poso mis manos sobre sus hombros para separarla un poco de mí.

— ¿Cómo estás? —pregunta cortésmente. —¿Ya tienes planes para después de la Universidad? —añade, enrollándose un pequeño mechón de cabello en su dedo, tratando de parecer coqueta.

No me interesa para nada su propuesta. Pero le sigo el rollo.

— Estoy muy bien preciosa, ¿y tú qué tal? —contesto la primera pregunta, mientras le regalo una pequeña sonrisa ladeada. — Y respondiendo a lo segundo. Sí, tengo planes, lo siento. —meto mis manos dentro de los bolsillos de mi sudadera. — Mi madre me hizo prometerle que la iba a ayudar hoy a arreglar unas cosas en la casa —

Paso mi mirada por sobre su hombro, y logro observar a lo lejos como los chicos ya se encuentran con ellas.

Bueno, mi hermana es la que se encuentra hablando animadamente, señalando de un lado para otro.

Tiene que estar haciendo las presentaciones.

— Me alegro guapo. Y estoy igual de bien que tú —me responde Day, atrayendo mi atención hacia ella. — Es una lástima que estés ocupado más tarde. Te iba invitar a la casa a ver una peli —agrega, primero poniendo una mirada triste, y luego cambiándola a una coqueta.

— Es una verdadera lástima nena. Me hubiera encantado ir, pero ya le hice una promesa a mi madre —respondo de manera distraída, mientras vuelvo a enfocar mi vista hacia los chicos.

Observo como Ariadna le hace una reverencia a Liam.

— Daysi discúlpame. Me tengo que ir. Los chicos me están llamando —señalo hacia ellos, mientras la rodeo de a poco. — Nos vemos después —asiento hacia ella, y finalmente me giro por completo y empiezo a caminar hacia ellos.

El Caos de Ariadna © (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora