27. Esclarecimiento

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Después del almuerzo cada uno se dirigía a sus respectivas habitaciones, pues Desmond había mandado a preparar habitaciones para los amigos de sus hijos y que se sintieran en total comodidad para que se prepararan para la gran noche. Además consideraba que regresar a altas horas de la noche a sus casas sería peligroso, debido a todo lo que estaba sucediendo en el país. Aunque aun así algunos militares de grandes familias dejarían sus puestos para poder asistir.

Louis caminaba junto a Niall hacia su habitación, quería hablarle sobre el regalo para los gemelos, pero no podía comentar nada aun, ya que ellos les seguían el paso.

—¡Hey! ¡Harry, Edward! —Lydia se acercó hasta ellos un tanto agitada—. Los estuve buscando por todos lados.

Louis frunció el entrecejo y pregunto —¿Quién eres?

—Soy Lydia Martin, estoy encargada del evento de hoy —dijo con una postura segura y alegre.

—¿Podemos ayudarte en algo? —pregunto Niall siendo amable.

—Sí —afirmo y se acercó a los gemelos acomodando sus manos en la espalda de cada uno— ¿Me los prestarían por un momento? Realmente necesito que estén listos antes del anochecer­.

Harry bufo un tanto fastidiado, pues solo quería pasar su tiempo con Louis —¿Es necesario?

—Extremadamente —dijo con obviedad—. Serán el centro de atención de esta noche. Debo indicarles todo lo que se realizara y como lo harán.

Edward fue gentil y comprendió que la beta solo hacia su trabajo —Disculpe, señorita Martin, iremos con usted —se acercó hasta Louis y dejo un suave beso en su mejilla muy cerca de sus labios— Nos vemos, hermoso ángel.

Louis no quería que se fueran de su lado, pero comprendía que no todo el tiempo estarían con él —Oh claro, nos vemos, alfa —dijo y vio a Edward acercarse a Lydia.

Harry puso las manos en su cintura y tiro su cabeza hacia atrás solo un gran bufido. Recobro la compostura y se acercó hasta Louis para tomarlo por las mejillas y mirarlo fijamente a los ojos casi pegando sus frentes —Estaré ansioso por volver a verte, mi corazón —confeso y dejo un pequeño beso en la comisura de sus labios.

El omega paso su lengua por donde había recibido aquel beso y con una mirada coqueta, y un susurro dijo —Y yo a ti, Harry —el alfa le sonrió y lo soltó para caminar al lado de la beta.

Lydia no le tomo tanta importancia a lo que acababa de pasar, pues ella no estaba ahí para meterse en la vida privada de nadie, mucho menos de sus clientes —Bueno, tenemos que irnos —dijo por último llevándose a los gemelos por la espalda.

Louis sonrió al ver como ambos alfas lo voltearon a ver e hicieron un puchero, pues no se querían apartar de su lado y eso al omega le hacía sentir tan bien porque él sentía lo mismo.

—¿Qué fue eso? —pregunto Niall de repente. Completamente incrédulo de lo que acababa de ver.

Louis se sonrojó al sentir la mirada acusadora de su amigo —Tienes que ayudarme, Niall —hizo un mohín.

—Sí así veo, así que lo hablaremos ahora —dijo Niall sin mas para adentrarse a la habitación del omega.

Lydia llevo a los gemelos hasta el gran salón donde podrían acordar todo lo necesario —Bien, empecemos.

—¿Es necesario todo esto? —pregunto Harry sentándose en el sillón estirando sus brazos en el respaldar.

La beta rodó los ojos y se sentó frente a Harry —Sumamente necesario. Su padre quiere que esta noche se realice un baile de salón, en el cual muchas de las omegas que asistirán podrán compartir una pieza de baile con ustedes dos.

DOBLE ALFA | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora