DOBLE ALFA | Larry Stylinson

22. Secuestro

28 de Enero, 2150

—¡Louis! —el beta salió al patio trasero corriendo con desespero junto a su preocupación.

—Aquí estoy —tranquilizo el omega que se encontraba sentado en la banca de madera donde su madre solía sentarse a verlo patinar, en la pequeña pista de patinaje fuera de su casa.

Niall llegó hasta él y deicidio acompañarlo sentándose a su lado —Me asusté.

—Lo siento. Quería estar un momento solo —dijo sin quitar su mirada de la pista de hielo, recuerdos fugaces atacaban su memoria, todos con una amable mujer de cabello castaño y de sonrisa angelical— La extraño —soltó con dificultad sintiendo un gran nudo en su garganta—. No debí ir a Wolf Training, no debí hacerlo Niall —se lamentó y tapo su rostro con ambos manos soltando unos cuantos sollozos.

Niall lo tomo en un abrazo, escondiéndolo en su pecho —Nada de lo que paso es tu culpa Louis, no lo es. No te sientas culpable por la maldad inevitable que hay en el mundo —quizás hubiese llorado, pero debía ser fuerte por su amigo—. Que raro —expreso confundido— Pensé que segundos después de que sollozaras, llegarían.

—¿Quiénes? —Louis se irguió para ver a su amigo.

—Harry y Edward.

—Oh ellos. Su padre los llamo y tuvieron que irse, quizás por eso estoy aquí tan solo, no sabía que más hacer, siento que sin ellos puedo caer fácilmente en la tristeza —tomo una bocanada de aire para luego suspirar ante sus pensamientos—. Nunca pensé que ahora sería yo él que quisiera sentarse aquí por horas viendo la pista de hielo, cuando por años fue ella la que no le importaba estar sentada en el frío por horas, si así me hacía compañía.

Niall lo abrazo por los hombros e intento animarlo —Todo pasará, hermano. Vive tranquilo. En algún momento la volverás a ver, pero por ahora vive lo más feliz que puedas Lou, no te dejes vencer.

Sonrió aun cabizbajo —Gracias, Niall. Por todo —dijo jugando con sus manos escondidas dentro de su suéter y luego paso su mirada hasta su sonriente amigo.

—¿Quieres que te traiga un café con leche? —intento animar el beta.

Los ojos del omega se iluminaron junto a una sonrisa sincera —Trae dos. La verdad no me quiero ir de aquí, pero también quiero tu compañía.

El beta le sonrió y lo abrazo una vez mas para decir —Está  bien, vuelvo en un momento.

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Zayn casi arrastraba su hocico contra la fría nieve, completamente preocupado de no encontrar a Steve a lo largo de una hora.

Su padre le había ordenado seguirlo personalmente debido a que anteriores lobos habían fallado y muerto en el intento. Lo tenía en la mira todo el tiempo hasta que el alfa regreso a la mansión donde lo vio por última vez con una rubia mujer, pero fue difícil cuando este se subió a una camioneta negra que arranco junto a otras tres. Corría con precaución, pero al rededor de un tiempo corriendo las camionetas separaron de dos en dos sin saber en cuál estaba Steve.

Confirmo que se había equivocado en cuanto alfas trajeados de negro bajaron de las camionetas negras y ni uno solo era su objetivo. No tenía mas que hacer que sentar a esperar que sucedía.

Su hocico descansaba sobre su pata con tranquilidad, casi cerrando los ojos con pereza cuando luego de aproximadamente una hora las dos camionetas restantes llegaron.