A pesar de los oscuros acontecimientos que habían ocurrido la noche anterior en el cumpleaños de los gemelos, el cielo se iluminaba sin tantas nubes opacando el hermoso celeste. Quizás como un indicio de que todo lo malo que sucedía había acabado, al menos por ese día.
Eran las seis de la mañana cuando su padre se le acerco a Louis diciéndole que tenía que irse y retomar su puesto con urgencia.
—¿Ya te encuentras bien, papá? —el omega miraba con un ojo crítico a la salud de su padre, aunque Mark parecía totalmente recuperado, no podía evitar que le preocupara.
Mark se acercó hasta su hijo para darle un amoroso beso en su coronilla —Estoy bien, hijo, no te preocupes tanto por mí —se alejó y acaricio su cabello mientras le sonreía—. Tengo que hacerme cargo de mis responsabilidades, todo esto es mas grande de lo que crees, Boo —dijo afligido pues no quería la guerra, no quería perder soldados que a lo largo de los años se convertían en su familia al pasar tanto tiempo con ellos—. Ya se armó el campamento en Canterbury y tengo que preparar a todos.
—¿Canterbury? —pregunto inquisitivo. No sabía a que peligros se exponía su padre al estar tan cerca de lo que probablemente sería el punto medio de la guerra, de lo que estaba seguro era de que su padre era un gran general y sabría sobrellevar todo.
—Sí —asintió dudoso de comentarle de mas a su hijo—. Tenemos que estar preparados para lo peor, posicionarnos cerca de las fronteras para defenderlas y tengo que realizar la mejor estrategia que se me pueda ocurrir para evitar que cientos de vidas se pierdan —llevo sus manos a su cintura y bufo lleno de frustración—. Siento que están mucho más preparados que nosotros, es algo que me tiene sumamente preocupado, no lo negaré, aparte de que Dabbario aún no ha dado ningún indicio de llamar a su padre para que nos ayuden en esta guerra.
Louis se quedó pensativo con las últimas palabras de su padre, sabía muy bien lo importante que era la decisión de Matthew y lo necesario que era su aprobación, pero también conocía sus intensiones. Poco a poco el omega había comprendido las letras pequeñas de la vida, no todos hacen el bien por voluntad, y debido a esto temía que el rechazo hacia Dabbario influyera en su decisión de apoyarlos en algo tan importante.
Se sumergió tanto en sus pensamientos que se le había olvidado hablar de algo muy importante con su padre —Papá, quiero pedirte algo.
—¿Sucede algo? —pregunto con intriga, al ver una expresión descifrable en el rostro de su hijo, una expresión que había visto muchas veces en el rostro de muchos de sus colegas, pero jamás en Johannah o su pequeño dijo.
—Quiero que mates a Bill —respondió tajante, lo cual sorprendió mucho a Mark, no se esperaba aquel sentimiento de parte de su hijo, la ira.
Mark se preguntó que podría causar tal sentimiento en Louis hasta que recordó una extraña e inaceptable confesión de parte de su hijo —Lo capturaremos; lo que le suceda después no es algo que quisiera decirte después de que atentara contra tu vida —gruño con rudeza al recordar lo lastimadas que estaban las mejillas de su pequeño cuando llego—. Tengo que irme, Boo. ¿Podrías decirles a Desmond y Harry que los necesito en Canterbury a más tardar mañana? —se acercó al omega y lo tomo en un protector abrazo— Y ya entra por favor; no te quiero fuera ni un solo segundo, además los hijos de Desmond no están en las condiciones para cuidar de ti en estos momentos, ve a dentro y no te separes de Niall —espeto firme.
—Hablando de ellos... —quiso sacar el tema a relucir, pero recibió un gruñido que lo corto.
Mark soltó un gran suspiro al sentir a su hijo sobresaltarse bajo sus brazos —Lo hablaremos después, Louis.
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DOBLE ALFA | Larry Stylinson
FanfictionLouis tiene un secreto por el que no quiere ni debe tener un alfa, no quiere ni debe tener una mordida, su padre le había interpuesto esa condición para cederle su libertad, sus padres y Niall lo querían proteger de todo mal, pero hay algo de lo que...