Louis tiene un secreto por el que no quiere ni debe tener un alfa, no quiere ni debe tener una mordida, su padre le había interpuesto esa condición para cederle su libertad, sus padres y Niall lo querían proteger de todo mal, pero hay algo de lo que...
La noche era fría con la blanquecina nieve en su fugaz intento de iluminar la noche, las nubes se asomaban en el nocturno cielo junto a brillantes estrellas ocultas por estas mismas. Ya casi era hora de comenzar la gran noche, el cumpleaños de los Gemelos Styles.
Todos los empleados de la Mansión Styles estaban listos para recibir a los invitados, desde los que los atenderían en la entrada hasta los que servirían el delicioso buffet para aquella noche. Habían trabajado arduamente durante horas para que cada detalle fuera perfecto y preciso.
Joe, el elegante mayordomo de traje y con muchos años de experiencia, vio a lo lejos el primer auto cruzar las altas rejas de la gran mansión, los primeros invitados habían llegado. Aquella noche, muchas manadas estarían presente, tres personas por cada una: el líder alfa, su omega e hijo o hija mayor.
No era un secreto que la verdadera razón del porqué tanta gente acudiría al cumpleaños de los gemelos era netamente para conseguir que uno de los Styles eligiera a una de sus hijas como su omega. Puesto que cada familia estaba ambiciosa con la idea de ocupar un mejor puesto ante la sociedad y mejor aún: El ADN de los Styles.
Esa noche Louis no tenía ni idea de lo que podría pasar, jamás había estado en un gran evento, o al menos no ser el centro de atención que aunque se negaba que fuera así, muy dentro de él sabía que todos tendrían su atención puesta en él en cuanto bajara del brazo de los gemelos.
Louis se miraba al espejo arreglándose la corbata tantas veces como fuera necesario, pues sentía una presión inexistente alrededor de su cuello —Tranquilo Louis, todo pasara rápido. Solo debes pisar firme y sonreír hasta llegar al último escalón —se dijo acomodando su flequillo sobre su ceja.
—¡Louis!
Louis se giró asustado encontrándose con su amigo —¡Niall!
Niall soltó una pequeña risa apenado por asustarlo —Lo siento —busco dentro de los bolsillos de su traje y saco dos pequeñas cajas—. Traje lo que me pediste —extendió su mano hacia el ojiazul— Están realmente hermosos.
Tomo ambas cajitas y sus ojos se iluminaron —Espero que les guste —dijo con una sonrisa soñadora.
—¿Bromeas? —pregunto entre risas, incrédulo—. Podrías regalarles una piedra y lo cuidarían como diamante —dijo seguro.
Louis sonrió feliz con el obsequio entre sus manos, pero su sonrisa se esfumó cuando recordó que los minutos pasaban —¿A qué hora bajaremos?
—¿Estás nervioso? —coloco su mano sobre el hombro del omega y lo miro preocupado—. La idea de Shawn es demasiado descabellada, podríamos encontrar otra solución si no te sientes seguro con esto.
Louis soltó un gran suspiro convencido de que si se negaba a bajar, Harry y Edward tampoco lo harían y se desatarían mas problemas en comparación a él bajando con ambos —No te preocupes Niall, estoy bien, si soy sincero; en serio me agrada la idea de bajar con ambos, lo único que me preocupa es la reacción de los invitados, pero sé que les olvidara y la noche transcurrirá tranquilamente —intento convencerse.
—Esperemos que sea así, Louis —le regalo una sonrisa y aprecio el hermoso traje de seda de su amigo—. Por cierto, te ves muy hermoso.
Louis sonrió ampliamente mostrando sus hermosas arruguitas al lado de sus hermosos ojos azules que resaltaban mas que nunca —Gracias, Ni.
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