DOBLE ALFA | Larry Stylinson

18. Doble Celo

"Los chicos buenos van al cielo, pero los chicos malos bajan el cielo para ti"

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Dio tres golpes rítmicos esperando que uno de los dos le abriera, pero no pasó. Estaba comenzando a desesperarse, el cómo su ritmo cardíaco estaba alterado y su desesperación por entrar lo están poniendo muy mal.

Louis dio unos cuantos golpes más a la puerta sintiéndose algo molesto, sabía que estaban dentro —¿Por qué no me abren? Sé que están ahí —empuñó sus manos a sus costados con molestia. El aroma que amenazaba con explotar sus pulmones era cada vez más intenso, lo estaba volviendo loco— ¿Entonces no me abrirán? —en el ultimo tiempo, había comprendido como funcionaban los alfas, así que no dudo en soltar un quejido.

—Los extraño mucho —dijo sincero—. Me siento muy vacío sin ustedes, por favor se que quizás hice mal, pero yo solo quiero volver a verlos —soltó un quejido lleno tristeza para alterar a los gemelos—. Por favor solo déjenme pasar —se lamento entre gemidos lastimeros para los alfas.

Louis iba a rendirse dando el primer paso, pero se detuvo al escuchar la puerta siendo abierta. Se quedó paralizado mirando directamente a los ojos del alfa que tenían un color intenso y distinto —Hola, Harry.

Harry no tenía expresión alguna, pero respiraba agitado —Omega— el ojiazul abrió sus ojos sorprendido, la voz de Harry era mucha más ronca de lo normal logrando un escalofrío recorrer su espalda.

El omega sacudió su cabeza recordando a lo que había ido —¿Por qué ya no los veo? ¿Están enojados? ¿Ya no piensas volver a hablarme nunca más? ¿Por qué me están evitando? —cruzó sus brazos y agrego: — ¿Edward tampoco me hablará? ¿Dónde está? —intentó entrar pero la mano de Harry se estampo contra la puerta impidiéndole el paso a lo que Louis soltó un gemido asustado.

Harry trago dolorosamente, luchando contra sí mismo para lograr hablar —Sí está, pero no podemos atenderte ahora, puedes volver mañana —intento cerrar la puerta, pero el pequeño omega se ayudó de su estatura siendo más rápido para pasar por debajo de su brazo —¡No!

Camino hasta estar en el medio del living con las manos en la cintura viendo con reproche a Harry —Tengo que hablar con ambos, por favor llama a Edward.

Los febriles ojos esmeraldas estaban muy fijos en cada movimiento del ojiazul —Louis por favor vete ahora mismo.

—No. Si quieres que me vaya tendrás que sacarme.

—No puedo tocarte —confeso apretando sus manos en puños detrás de su espalda.

Louis se acercó al alfa y este dio un paso hacia atrás alejándose —No pueden huir de mí, ya fueron suficientes días para que se les pase lo que sea que tengan contra mí y les impida hablarme. ¿Dónde está Edward?— camino entre las habitaciones buscando sin esperarse que este saldría del baño con una toalla envuelta en la cintura, con sus rulos mojados sobre sus hombros.

Edward no podía estar más petrificado al ver a Louis. El omega lo miro nostálgico ni siquiera noto en que momento sus mejillas estaban tan sonrojadas como el carmín, que sus manos y piernas temblaban y sus pupilas no podrían ocultar más el azul de sus ojos.

Edward salió de su trance caminando hacia su hermano —¿Por qué demonios lo dejaste pasar? ¿Qué mierda te pasa? —siseo entredientes.

—No lo dejé pasar, se escabulló— dijo apretando sus dientes intentando que sonara en un susurro.

Louis camino poniéndose entre los dos alfas —¿Podremos conversar o no?— se cruzó de brazos nuevamente, estaba ignorando mucho de lo que pasaba ahí incluso con él.