DOBLE ALFA | Larry Stylinson

5. Terco Omega

Un extraño escalofrío recorrió por su espalda hasta el borde de hacerlo llorar, cuando Niall le contó la verdadera razón del porqué su padre tenía tanto miedo de que saliera y así conociera a un alfa. 

—Tres de tus hermanos murieron Louis, eres el único que sobrevivo. Y gracias a Dios tu madre tiene genes dominantes de lobo y logro sobrevivir al parto.

Ahora comprendía más la sobreprotección de sus padres, los alfas estaban en el exterior y como Niall le dijo era casi imposible ir contra la naturaleza.

Aunque él tenía claro que no quería un alfa, aun así, le preocupaba el celo. Se inyectaba desde los dieciséis cuando sus padres notaron su peculiar cola, lo cual los alerto. 

Corría a través de la cancha a pesar de la baja temperatura, sabía que no debía estar ahí, pero solo deseaba sentirse libre a través del aire fresco. 

Corrió sin parar siendo atacado por malos pensamientos, su madre perdiendo a sus hermanos, los genes que lo ponían en peligro por su naturaleza, el celo que aún no había tenido, un posible alfa adueñándose de su vida y su bienestar, una marca que no quería, ¿Cachorros?

Pensó en cómo le había mentido a su amigo diciéndole que iría a ver al Director para preguntarle si podía tener su nido poniendo como condición: el dormir como humano.

Se detuvo de golpe mirando todo el campo donde minutos antes los alfas entrenaban realizando una prueba física.

Apoyo las manos en sus rodillas cansado inhalando y exhalando. Estaba relajado hasta que el aroma de un alfa se coló por sus pulmones haciendo que se levantará por instinto para revisar todo el lugar, no encontró a nadie, una oleada de pánico recorrió todo su cuerpo advirtiéndole que era momento de irse. 

Corrió a la dirección equivocada topándose con los camerinos. Entro curioso tapándose la nariz de inmediato cuando olio a humedad y sudor de alfa debido a los arduos entrenamientos.

Se adentró con cuidado buscando un lavamanos, quería mojarse la cara un poco y luego se marcharía, aunque por un momento considero tomar una ducha, pero de inmediato lo descarto, eso sería una mala idea y Niall atentaría contra su vida si se llegase a enterar de que siquiera lo considero.

Camino entre los casilleros y toallas tiradas en el suelo, llego a un lavadero dejando correr el agua, tomo un poco entre ambas manos mojándose todo el rostro.

Levantó la mirada al espejo examinándose, no sabía a qué belleza extraordinaria y peculiar se referían todos de los omegas, él se veía normal. 

Observo un poco el lugar, casilleros azules y bancas en el centro, poco a poco se acostumbró a los olores sin sentirse mareado o afectado, sentía muchos olores desconocidos, pero uno en especial llamo su atención, uno que pudo reconocer, dos, dos olores que reconoció.

Noto que el aroma venía de una toalla colgada en un casillero, la tomo y al estar seca la uso sin pensarlo, estaba terminando de secar su cabello cuando escucho un montón de murmullos a lo lejos. 

Louis maldijo por lo bajo, él pensó que todos ya se habían ido; tomo en cuenta por primera vez las mochilas, golpeándose mentalmente por no haberlo considerado, era su primer día y ya estaba en problemas.

Intentaría esconderse, los escuchaba cada vez más cerca, corrió en círculos sin saber dónde meterse, viendo como única opción el casillero frente a él. Abrió el casillero azul y se escondió ahí.

—Nunca pensé que nos pondrían a entrenar desde el primer día, eso es indignante— escucho una voz ligera, lenta con un extraño acento.

—Por favor Señor Malik. No esperaba una fiesta en su honor ¿o sí? —escuchó una voz gruesa, lo que supuso era el entrenador.