—Señoría, estamos aquí para exigir la custodia total del menor Tadeo Wolf, hijo de mi cliente, el señor Tobías Wolf, quien ha estado a cargo del pequeño por los últimos tres años desde que su progenitora renunció a sus derechos…
—¡Objeción su señoría! Mi representada nunca expresó deseo legal de renunciar a sus derechos como madre del menor…
—Perfecto, cambiaré mis palabras. Mi cliente ha estado al frente desde que la señora huyó, se fugó, incluso salió del país y abandonó al menor a su suerte…
Suspiro cansino solo de escuchar a mi abogado hablar, todos los ojos en la sala están puestos en su alocución, excepto los míos que por un instante se desvían hacia la derecha para contemplar a la mujer que ha provocado esto, Jessica; su rostro luce afligido y quizás sentiría un poco de empatía ante esa imagen de arrepentimiento, si no fuese porque osó amenazarme con llevarse a Tadeo. «¿Estás loca, mujer?», no dejo de pensar por su desfachatez.
¡Apareciste hace tres años cargada con una sorpresa, desapareciste y ahora pretendes hacer exigencias!
Creo que la calentura producto de esta ira acumulada me ha hecho pasar por alto mil cosas que posiblemente sean importantes para que cualquiera comprenda mi predicamento.
Mi nombre es Tobías Wolf y voy a contarte la historia de cómo llegamos hasta aquí.
**********
Bueno mis dulces corazones multicolor, así comienza esta aventura, espero que les guste un montón y si es así, no duden en votar, comentar y recomendar. Un abrazo🤗
ESTÁS LEYENDO
No te esperaba || ¡YA EN FÍSICO!
HumorEl señor Wolf no cree en el amor. Eso es para pobres diablos, suele decir. El señor Wolf solo ama el dinero y fraterniza con el trabajo. A sus treinta y cinco años está a punto de convertirse en socio de la segunda constructora más importante en el...