Capítulo 4

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Ya habían vendado el pequeño cuerpo de la niña y Dadan la llevó a la habitación de Ace para que durmiera allí. Ace solamente se quedaba viendo la escena aún impactado por la noticia.

Dadan: Ace, vuelve a dormir.

Él solamente asintió y cerró la puerta para luego meterse en la cama. 

Los minutos se convertían en horas y Ace no podía pegar ojo. Se levantó y se acercó a la niña la cual aún estaba durmiendo tranquilamente como si nada hubiera pasado.

Se sentó apoyándose a la pared mas cercana a la niña y se quedó mirándola. Se sentía culpable por lo que le había pasado. Después de todo el fue quien le dijo que no volviera a la casa.

Pasaban las horas y Ace seguía perdido en el rostro de la niña, poco a poco sus parpados se fueron cerrando y se quedó dormido.

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A la mañana siguiente despertó de un susto al no estar en su cama. Miró a su lado y la niña seguía durmiendo. Se levantó y se dirigió al baño para lavarse la cara y luego ir a desayunar. Ya todos estaban despiertos desde hacía rato. Por lo que Ace se preocupó mas por la niña y sintió su corazón encogerse.

-Dadan.

-¿Que? 

-¿Cuando va a despertar Lena?

-¿Lena? -levantó una ceja- ¿La niña? -Ace asintió- Con que así se llama... No sé cuando despertará pero va a estar bien, cuando la vi por primera vez ya parecía cansada así que no es raro que siga dormida.

Ace se sintió un poco aliviado con las palabras de Dadan.-¿El viejo se ha ido?

Dadan: Solo ha salido, supongo que mas tarde volverá. -Dijo haciendo una mueca-

Ace terminó el desayuno. echó un último vistazo a la niña, cogió su fierro y salió de casa corriendo.

Narra Lena:

Me desperté a causa del calor que hacía. Sentía dolor por todo el cuerpo y estaba sudando. Me incorporé poco a poco y vi que casi todo mi cuerpo estaba vendado. Miré a mi alrededor y no reconocí donde estaba. -¿Donde estoy?- Miré a través de la ventana y vi que estaba amaneciendo... o tal vez anocheciendo? No lo sé, me siento mareada.

Me levanté y dirigí a la sala donde vi a los bandidos jugando a las cartas.

-H-hola... -dije agachando la cabeza-

X: Por fin despiertas. ¡Jefa, la mocosa ha despertado! 

Solo me quedé viendo la escena mientras me apoyaba al marco de la puerta y me sujetaba el brazo donde sentía un gran dolor.

La mujer peli-naranja entró a la casa y miró. No pude evitar sentirme intimidada. Era una mujer muy grande y al escuchar los hombres llamarla jefa debe de ser fuerte.

Peli-naranja: Al fin decides despertar, ¿te siguen doliendo las heridas?

Me sorprendí ante su preocupación, ¿por que preguntaría si estoy bien?

Asentí con la cabeza -Me duele el brazo- dije casi susurrando. La mujer se acerco a mí y se puso a mi altura. 

Peli-naranja: ¿Te llamas Lena verdad? Yo soy Dadan y soy la jefa de los bandidos de la montaña. La herida que tienes en el brazo es la mas profunda y es normal que te duela, tardará más que las demás en curarse.

La miré a los ojos algo nerviosa.- Dadan-san... ¿me puedes curar la herida por favor? m-me duele mucho...




𝑭𝒖𝒆𝒈𝒐 𝒃𝒍𝒂𝒏𝒄𝒐 (𝑨𝒄𝒆 𝒙 𝑶𝒄)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora