El sol apenas se veía, el ambiente estaba lleno de una espesa niebla. La gran hoguera del día anterior apenas se estaba apagando y el humo empezaba a salir de ésta.
El gran grupo yacía dormido, solamente algunas personas estaban despiertas. Una de ellas era la capitana de la división, Lena. Miraba como la mayoría de sus subordinados dormían, no quería despertarlos pero no podía perder el tiempo.
Por ahora despertó a los que se acababan de unir a la división. Dejó a Niki a cargo y junto al grupo se alejó de los demás hasta llegar a un lugar lo suficientemente espacioso para moverse bien.
-Necesito que me enseñéis de qué estáis hechos, chicos. Quiero que me ataquéis.
-¿A la vez? -preguntó la castaña.
-Como queráis.
Todos estaban algo dudosos, la primera en atacar fue la castaña, Violet. Corrió hacia la peliblanca con intención de asestarle un puñetazo, por suerte la peliblanca logró esquivarlo echándose a un lado.
Violet con rapidez le asestó un rodillazo en el estómago a la peliblanca dejando a ésta sin aire.
-Ufff.. te he subestimado. -se quejó Lena.
La peliblanca, aprovechó que tenía la pierna de la contraria cerca para agarrarla y empujarla haciendo que cayera boca abajo. La peliblanca rápidamente saltó encima del cuerpo de la castaña agarrando sus dos brazos.
Con una sonrisa puso su pie encima de la espalda de la contraria y empezó a estirar de los brazos de ésta.
-¡¡AAAAAHH!! -Gritaba por el fuerte dolor.
Sin previo aviso, tres chicos atacaron a la joven haciendo que soltara el agarre. Ahora Violet yacía en el suelo intentando recuperarse mientras los demás miraban preocupados la escena.
-¡Vamos, atacad! Si vosotros no lo hacéis, lo tendré que hacer yo misma.
Sin dudarlo corrió hacia los tres chicos, aprovechando que uno de ellos se agachaba por el miedo lo usó como trampolín para impulsarse y con cada pierna asestar un golpe en el estómago de los dos chicos restantes.
Volteó hacia atrás y de una patada envió al chico asustado hasta el grupo que hasta el momento solo miraba.
La peliblanca decepcionada se llevó la mano a la cabeza y soltó un gran suspiro.
-Que decepci-
Antes de que terminara de hablar, una chica había salido bajo tierra intentando asestarle un golpe en la mandíbula. Algo que esquivó por escasos centímetros. La peliblanca puso distancia alejándose de la mujer frente a ella.
Era la misma mujer que la había llamado por su nombre en la isla Hand. Supongo que había que ir con cuidado con ésta. Pensó la peliblanca.
-Casi me pillas, ¿con que un usuario eh?
La mujer hizo que del suelo salieran flechas de tierra, aunque eran de tierra eran bastante duras y afiladas. Una de ellas rozó la mejilla de la peliblanca creando un hijo de sangre en su pálido rostro.
Lena, como si no hubiera ocurrido nada miró a la mujer con rostro dudoso.
-Tu me puedes ser de mucha utilidad.
-Eso sería genial. -Contestó la mujer con una sonrisa.
La peliblanca abrió sus piernas, dobló un poco sus rodillas. Con una mano hizo un puño y extendió la otra palma de la mano. Con un pequeño movimiento una bala de agua salió de su palma y voló en dirección a la mujer.
Ésta rápidamente creó un muro de tierra que no sirvió para mucho ya que fue destruido por la bala de agua que después impactó en el hombro de la mujer.
-Tengo que mejorar, no tenía intención de darte.
La mujer simplemente se limitó a quedarse en silencio. Su mano estaba sobre su hombro del cual salía sangre por el ataque de la peliblanca.
-Está claro que así no podemos ir a Mary Geoise. No aguantaríais ni con los piratas ordinarios. -Dijo lo último dejando a todo el grupo allí.
Todos se miraban entre ellos en silencio, los acababa de humillar y ni siquiera pudieron hacer nada. Normalmente ese no era todo su potencial pero ante la peliblanca les costaba.
-Tanto tiempo buscándola y resulta ser una niña inmadura. -dijo uno de ellos.
-Si no fuera por Selene no estaría haciendo esto.
-Chicos, Selene hizo todo lo posible por encontrarla y nosotros le debemos todo a ella. Si su último deseo era seguirla entonces lo haremos y punto. -habló Violet. -A mi tampoco me cae bien, pero gracias a ella, Selene puede descansar por fin.
El grupo por el momento lo único que podía hacer era quejarse.
-Tsk, ¿no entienden que esto es necesario? -preguntó en un susurro Niki desde la rama de un gran árbol.
-Con el tiempo entenderán, o eso espero. -contestó la peliblanca mientras miraba al grupo desde lo más alto junto al azabache.
Niki, miró a la peliblanca, ésta tenía una herida en su mejilla la cual seguía sangrando. Con un pañuelo, el pelinegro limpió la herida de la joven. Ésta no dijo nada, ya estaba acostumbrada a este trato.
-¿Te duele?
-No es nada. -contestó dejando al azabache sólo, éste se limitó a mirar el pañuelo en silencio recordando como empezó todo.
···
-Voy a dejar la isla.
-¡¿Qué?! -dijo abriendo los ojos como platos.
-Soy una pirata, mi hogar es el mar. -alardeó con una gran sonrisa.
-Voy a estar solo de nuevo..
-¿Quién dijo eso? -dijo mostrando la llave que abría las esposas que llevaba el azabache.
-Eso.. ¡¿Cómo lo has conseguido?!
-No grites, nos podrían escuchar. Solo la he robado. -dijo guiñándole el ojo y sacando la lengua.
···
El azabache estrujó el pañuelo en su mano y lo guardó en el interior de su bolsillo. Se giró en dirección a la peliblanca y vio como ésta se alejaba.
Recordó todo lo que había ocurrido en la isla Hand y todo lo que le contó Selene a la peliblanca.
-Lo siento, pero de algún modo me alegra..
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···
Este Niki...
Empieza la maratón por el cumple de nuestro pecoso preferido.
