Narra Ace:
Ya habían pasado semanas desde la última vez que hablé con Lena. En ese tiempo tampoco he querido acercarme a ellos, total les acabaría haciendo daño de una manera u otra. Aunque más que nada después de lo que le hice a Luffy tengo miedo de que pueda hacerle lo mismo a Lena.
En ese caso si que nunca me lo podría perdonar. Alguien como yo no merece a alguien como ella.
Ésta mañana salí mas temprano de lo normal ya que hoy Sabo y yo reuniríamos el máximo dinero para nuestro fondo pirata.
Una vez que que terminamos subimos al árbol donde se encuentra el dinero.
-Si seguimos a este ritmo pronto podremos salir al mar. -dijo Sabo.
-Si no fuera por que somos pequeños saldríamos ya.
-¡No aguanto las ganas de ser un pirata! Tal vez te deje ser mi nakama.
-¡Yo también quiero ser un pirata! ¿Tenéis mucho dinero?
Tanto Sabo como yo miramos alarmados hacia donde provenía aquella voz. No me digas ¿Luffy?
Inmediatamente bajamos del árbol y golpeamos al mono para que cerrara ya la boca. Después lo atamos para que no escapara. Nuestro secreto estaba en peligro.
-No os preocupéis, no diré nada. -dijo con una sonrisa.
-Calla, no te creemos nada. Sabo, hay que hacer algo con él...
-¿Lo matamos? -dijimos los dos a la vez.
-Bien, mátalo tú.
-¿¡Qué!? Yo nunca he matado a nadie, no sé como se hace. -dije.
-¡Yo tampoco!
-¡NO QUIERO MORIIIIR! -Gritó Luffy a todo pulmón.
De repente escuchamos a gente viniendo hacia dónde nos encontrábamos. Rápidamente desatamos a Luffy y nos escondimos detrás de unos arbustos.
Resultaron ser los hombres a los que Sabo y yo les habíamos robado.
Sin darnos cuenta Luffy se había alejado de nosotros, cuando empezamos a buscar vimos que estaba entre las manos de los piratas de Bluejam.
-¡Ace! -gritó Luffy.
-Maldita sea, va a hablar. -le susurré a Sabo.
Lo único que pudimos hacer fue quedarnos viendo como se lo llevaban con él.
-Ace, tenemos que mover todo el dinero.
Y así lo hicimos. Todo el fondo pirata que teníamos lo movimos ya que lo más seguro es que Luffy les cuente todo.
Estuve esperando que volviera o algo pero aún no estaba de vuelta, no me preocupaba en lo absoluto.
De vuelta a casa vi que Lena estaba corriendo en mi dirección, debo admitir que me ponía contento.
-Ace, ¿Has visto a Luffy?
Luffy... claro que sí. ¿De verdad esperaba que se acercara por mí?
-No, no lo he visto. -dije para luego pasar de largo.
Me metí en casa y empecé a preocuparme cuando vi que Lena tampoco volvía. ¿No será que ha ido a buscar a Luffy?
Con esa horrible idea salí hacia Gray Terminal donde todo está lleno de basura. Pude escuchar unos sollozos proviniendo de una pequeña cabaña. Al acercarme vi que Luffy estaba atado y colgando de la cuerda y a Lena en el suelo con los ojos cerrados.
Un hombre no dejaba de pegar a Luffy mientras él gritaba el nombre de Lena.
-¿Dónde está el dinero?
¿Qué? ¿Él no habló?
Con el corazón encogido me alejé del lugar para ir a buscar a Sabo.
Al encontrarlo le conté que Luffy no había dicho ni una palabra acerca del dinero y que Lena estaba en el suelo inconsciente.
Rápidamente volvimos al lugar con fierro en mano y sin dudarlo entramos en la cabaña con la intención de rescatarlos.
-¡Luffy, agarra a Lena y vete!
Tras protestar un poco el pequeño mono hizo caso a Sabo y se marchó del lugar dejándonos a nosotros a cargo de los hombres que había.
Para nuestra sorpresa pudimos derrotar a aquellos hombres y escapar de allí. En el camino a casa nos encontramos a Luffy y Lena sentados en el suelo.
-Te dijimos que fueras a casa Luffy.
-Es que no puedo caminar más.
Sinceramente me dio lástima y me sentí mal por haberlo tratado tan mal desde que lo conocí. Pero más me preocupaba Lena. Ya había recobrado la conciencia pero ni siquiera me miraba. Era normal estar enfadada conmigo.
Sabo cargó a Lena y yo cargué a Luffy. Al llegar a casa Sabo se marchó y los demás estaban con los bandidos que los curaban.
Lo que más me comía la cabeza era por qué Luffy no habló sobre el fondo pirata. Si él hubiera hablado le habrían dejado ir.
Me acerqué a él y le pregunté:
-Oe, ¿Por que no has dicho nada del tesoro?
-Por que quiero ser tu amigo. -dijo con esa gran sonrisa.
¿Ese era su motivo? De repente quise tener a esa persona a mi lado. Esa sonrisa tan cálida y la sinceridad de sus palabras fueron las razones por las que quería tenerlo a mi lado.
Una vez más, Lena tenía razón.
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Este capítulo aunque es algo cliché era necesario, lo hice mas corto para que no fuera tan pesado.
Besos :3
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𝑭𝒖𝒆𝒈𝒐 𝒃𝒍𝒂𝒏𝒄𝒐 (𝑨𝒄𝒆 𝒙 𝑶𝒄)
Fanfiction𝗨𝗻𝗮 𝗽𝗲𝗾𝘂𝗲ñ𝗮 𝗧𝗲𝗻𝗿𝘆𝘂𝗯𝗶𝘁𝗼 𝗽𝗲𝗹𝗶-𝗯𝗹𝗮𝗻𝗰𝗮 𝗹𝗹𝗲𝗴𝗮 𝗮 𝘂𝗻𝗮 𝗶𝘀𝗹𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗘𝗮𝘀𝘁 𝗕𝗹𝘂𝗲. 𝗔 𝗽𝗲𝘀𝗮𝗿 𝗱𝗲 𝗵𝗮𝗯𝗲𝗿 𝘃𝗶𝘃𝗶𝗱𝗼 𝘁𝗼𝗱𝗮 𝘀𝘂 𝘃𝗶𝗱𝗮 𝗿𝗼𝗱𝗲𝗮𝗱𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝘂𝗷𝗼𝘀 𝗻𝗼 𝗳𝘂𝗲 𝗳𝗲𝗹𝗶𝘇 𝗵𝗮𝘀𝘁�...