Capítulo 31

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El mar estaba tranquilo, estaba teñido de un azul anaranjado ya que el sol se estaba escondiendo. La brisa era agradable. 

Se escuchaban algunos piratas en la cubierta gritando y riendo pero el ambiente era tranquilo.

Unos ojos oscuros chocaron con unos azules. Los dueños de éstos se quedaron en completo silencio mientras examinaban a la otra persona. Parecía que si alguno hablaba iban a salir de ese escenario que parecía irreal para ambos. 

Lena sentía como su cuerpo se ponía tenso, quería moverse pero no podía.

El azabache se puso de pie aún sin creerlo. Con miedo se atrevió a hablar.

-Lena..

Al ver que la peliblanca no contestaba y estaba igual de impactada que él, supo que esa era ella. Sentía que era un sueño. Con pasos acelerados se acercó a la joven y sin dudarlo la envolvió con sus brazos. Ésta no reaccionaba. ¿Qué hacia en este barco?

-Maldición Lena. ¿Dónde has estado todo este tiempo? -preguntó el azabache mientras abrazaba a la joven como si se la fueran a arrebatar. 

Un río de finas lágrimas se había formado en las mejillas de la peliblanca. Nerviosa colocó sus manos en la espalda del pecoso devolviéndole el abrazo.

-Todos te hemos echado tanto de menos, Luffy lo ha pasado muy mal. -Decía el azabache.

-¿Luffy? -contestó con la voz entrecortada. 

Era la primera vez que escuchaba sobre Luffy, ni siquiera sabía si estaba vivo. Esto la alivió muchísimo. 

Las pequeñas manos de la joven agarraron con fuerza la camisa del azabache. Por fin, asimilando que esto era real, escondió su rostro en el pecho del pecoso y rompió a llorar.

-Que alivio, Ace. -decía entre sollozos.

El azabache por un momento fijo su vista en el rostro de Lena, ésta estaba llorando como una niña pequeña. Sentía como su corazón iba cada vez más rápido y se regañó a si mismo por lo nervioso que estaba.

Pasó su mano por la cabeza de la joven, acariciándole el pelo de forma que la tranquilizó. Lo cierto es que le sirvió más a él que a ella.

Mientras tanto al otro lado del barco...

Mientras tanto al otro lado del barco

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···

El cielo negro estaba decorado con pequeños puntos brillantes. Dos jóvenes estaban en la proa del barco sentados encima de lo que sería la cabeza de la ballena.

-Así que ahora eres el capitán de una tripulación. -comentó la peliblanca. El contrario la miró con una sonrisa y volvió a mirar al cielo.

-Pero me faltabas tú. Quería que estuvieras a mi lado cuando salí al mar, como habíamos planeado.

-Las cosas muchas veces van de manera diferente a lo planeado. Ahora estoy con Oyaji, él es mi capitán.

-Tu también le dices oyaji. ¿Por qué? 

-Él me llama hija y me alegra que lo haga. Por eso yo se lo devuelvo llamándole padre. 

-Ese al que llamas padre, he estado intentando derrotarlo.

La peliblanca soltó una risilla dejando al pecoso confundido.

-No me digas que eras tú jaja. Eso es algo imposible.

-No lo creo.

-¿Acaso no sabes que él es un Yonkou? Te recomiendo no subestimarlo. Te ha pedido que seas su nakama. ¿Por qué no aceptas?

-¿Por qué debería?

-Apuesto que te encantaría que te llame hijo. Él es un buen padre, Ace.

No hubo respuesta, para el pecoso que Lena dijera eso era bastante importante. Pues ella era de las pocas personas que conocían su historia.

Un pirata los interrumpió, los avisó de que la tripulación estaba cenando y llamó estos para ir al comedor. 

Narra Ace:

Uno de los piratas nos llamó para ir a cenar, aunque no tenía ganas seguí a Lena.

 Seguía su paso y me dediqué a examinarla. Su piel seguía siendo tan pálida como siempre. Su cabello largo y blanco ahora me parecía incluso platino. Lo tenia amarrado en una cola alta. Me preguntaba si volvía a llevar vestidos. Cuando la conocí no vestía más que eso aunque al final se sentía más cómoda con pantalones.

Me preguntaba si le seguían gustando las tortitas de chocolate y si ahora podía controlar sus poderes. ¿Seguirá teniendo esas pesadillas? También me preguntaba si recordaba nuestras promesas. Había muchas cosas que quería saber, no tenía más opción que dejar que el tiempo me lo dijera.

Me acerqué a ella y deshice el lazo que amarraba su cabello. Los mechones de su cabello empezaron a volar desordenados debido al viento. Ella me miró extrañada.

-Así mejor, como los viejos tiempos. -dije adelantándome. 

Narra Lena:

Sentí como mi pelo caía encima de mis hombros. Miré al causante y me mostró una sonrisa seguido de un "Así mejor, como los viejos tiempos". Acto seguido caminó hacia el comedor. 

Es una pena que nada vuelva a ser como los viejos tiempos.

Bajé por las escaleras entrando al comedor. Varias personas me recibieron alegremente, pues aún no había saludado a nadie. Divisé a Shirohige entre los piratas y fui directa a sentarme junto a él.

Marco como siempre estaba a su lado. Lo primero que hice cuando lo vi fue arrimarle un golpe en la cabeza por la carta que me envió. Por su culpa pasé toda una semana preocupada.

-Sigues tan fuerte como siempre. -dijo Marco mientras se sobaba el golpe.

-Oyaji, tienes que comer bien. No bebas tanto sake. -dije, ignorando a la piña.

-¡Mira quién lo dice! -habló Thatch. -Sois tal para cual.

Yo me limité a hacer una mueca y darle el plato a Thatch para que me lo llenara de comida. Éste me lo devolvió lleno y me revolvió el cabello.

-Te queda bien, pequeña.

-Ajá.

Con la vista recorrí el comedor en busca de Ace. Estaba con otros piratas que nunca había visto, supongo que era su tripulación. Estaban apartados de nosotros y Ace ni siquiera comía.

Vi como Violet se levantaba de su mesa e iba directa a los piratas Spade, la tripulación de Ace.

Se sentó junto a Ace y le dijo algo, Ace le contestó sonriente. Después Violet volvió a su sitio con una sonrisa. De algún modo, me hirvió la sangre. 

-Lena, este era el motivo por el que queríamos que volvieras. -dijo Marco.

-¿Por Ace? 

-Nos has hablado tanto de él que lo reconocimos al instante. Por eso queríamos que volvieras.

-Entiendo...

-¿No estás contenta? -preguntó Niki desde el otro lado de la mesa.

-Claro que si.

Me alegraba muchísimo pero por algún motivo, la situación me ponía nerviosa...


𝑭𝒖𝒆𝒈𝒐 𝒃𝒍𝒂𝒏𝒄𝒐 (𝑨𝒄𝒆 𝒙 𝑶𝒄)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora