Capítulo 8

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5 AM de la madrugada

No se como Juan Pedro logró dormirse, mi cabeza no dejaba de pensar, me había acostado con Peter, OTRA VEZ, no pude ponerle un freno, seguro se querría dar la cabeza contra la pared en un par de horas, intenté dormirme pero fue inútil.

La alarma se puso a sonar, ¿la alarma? Nunca uso alarma, y dudo que mi vecino hippie use una, al parecer si me dormí.
Abrí mis ojos y Juan Pedro se quedó evaluándome, pasó su mano curiosa por mi espalda desnuda.
-¿Te arrepentiste?-salté a la defensiva- yo te dije que..
Soltó un suspiro.
-Tenemos que pasar a buscar a Will, por eso la alarma-evacuó mis dudas pero también me dejó con las ganas de que me responda la que le había dicho recién.
Me bañé, me cambié y me subí al auto para manejar hasta la veterinaria, cuando llegamos nos dijeron los cuidados especiales que iba a necesitar por un días, el veterinario entre risas nos pidió que miremos donde dejamos los preservativos, quise morirme al escuchar ese comentario.
Peter estuvo muy atento y puso en el auto papel de diario por todas partes y cartón, su cachorro obviamente hizo pis.
-Tiene un problema con mear tu animal-solté un suspiro-¿tiene incontinencia?
Subí por el ascensor quejándome y cuando entré a mi departamento me di cuenta de que no la había cerrado con llave, fulminé con la mirada a Peter.
-Me tomé el trabajo de llamar a una empresa de limpieza para que quede todo reluciente-con uno de sus dedos me señaló el living, sí, estaba todo impoluto, increíble-es mi manera de pedirte perdón por todo lo que pasó, es un perdón de mi parte y de Will...
Su mirada fue a parar a su perro que otra vez encontró un preservativo, el de anoche, con Peter nos miramos con cara de pánico.
-Mucha empresa de limpieza pero se olvidaron de un detalle-lo miré molesta.
Juntos nos movimos de manera lenta, Peter hizo todo lo posible para que Will suelte el preservativo y lo logró, lo agarré y lo deseché.
-Lo salvamos de una...-Peter soltó un suspiro aliviado- bueno, de otra
Esbozó una pequeña sonrisa y no se porqué me contagió, también terminé sonriéndole.
-Tengo.. Tengo que empezar a trabajar, con mi proceso creativo y todo eso..-asentí con la cabeza y me aparté.
Me puse ropa prácticamente desechable, me até el pelo y puse varios colores en mi paleta, las pinceladas fueron fluyendo, me dejé llevar por la pasión del arte y la música tranquila que estaba sonando.
Paré de un momento a otro porque me dio hambre, cierto, ni desayuné.
Dejé mis pinceles en un tarro con agua y agarré un trapo para sacarme la pintura de las manos, entonces recién ahí noté que todo este tiempo Peter Lanzani no había dejado de mirarme.
-¿No tenes algo mejor que hacer? Vender tu marihuana "medicinal", alquilar más propiedades...
-¿Sabías que hay una parte de nuestra mentira que es cierta? Yo soy el que te alquila este departamento, lo creas o no..-elevó sus cejas, ¡¿qué?!- nunca doy la cara, como no me interesa tengo contratada a una persona, Julia, seguro la conoces, ella trata con los inquilinos, pero quién pone la firma soy yo
Me dejó sorprendida.
-Y nunca iba a enterarme...-me reí.
-Prácticamente este es mi departamento, así que puedo quedarme con vos hasta que mis papás se vayan-me sonrió divertido.
-Pero yo te pago... Es mi propiedad..
-Pero está a mi nombre-me respondió exclusivamente para molestarme.
-Ya recordé porque odio tanto a mi vecino hippie, dejando de lado a tu cachorro
-Auch-se llevó la mano, todo un dramático- creí que nos estábamos llevando mejor, por lo menos en la cama...-hizo una pausa, se dio cuenta de lo que había dicho, de un momento a otro se puso nervioso, eso me dio algo de ternura.
-Ajam, no hace falta que hablemos de esto-lo miré burlona.
Fui a buscar granola y la mezclé con el yogurt natural, le tiré un poco de miel, me puse a comer en silencio hasta terminar, después volví a mi lugar para pintar, y abrí mis ojos como platos, Juan Pedro estaba tirado desnudo en un sillón.
-En el Titanic Jack es quién dibuja a Rose, tiene lógica que yo siendo trolo sea la musa tuya y vos mi pintora..
¡¿Qué?!
Su ocurrencia hizo que soltara una carcajada, él me miró divertido, con picardía, me sonrió dejándome ver sus dientes blancos.
-Estas loco... Yo.. Nunca pinte un desnudo... Un desnudo con una persona real desnuda frente a mis ojos-momento de confesiones.
-Sos creativa, dejá volar tu imaginación, estoy dispuesto a ser tu modelo..
Su propuesta no dejó de sorprenderme, no lo entendía, no entendía que estaba buscando con todo esto, aún así no quise desaprovechar su propuesta.
Agarré un bastidor nuevo, uno grande, empecé por los rasgos de la cara, esta vez iba a empezar dibujando, después iba a agregarle color.
Marqué su tan notorio lunar, cuando tuve que retratar su cuerpo... Me sentí vergonzosa, dejé el lápiz en la mesa.
-No... No tengo la confianza suficiente para hacer esto Peter, es demasiado... Fuerte..-solté un suspiro.
Él elevó sus cejas.
-¿Fuerte?-me sonrió-¿esto se ve fuerte?-se señaló hacia abajo, cerré mis ojos asintiendo con la cabeza, lo escuché reírse.
-¡Tarado no pienso seguir con esto! Ni con tu retrato, ni participando de tu jueguito...
Abrí mis ojos y los suyos estaban clavados en los míos.
-¿Qué te hace creer que estoy jugando?-me preguntó sin soltarme del brazo, ¿cuando me lo había agarrado?
-Esto.. Todo.. Que me pidas que te retrate... Cualquier persona que lo viera desde afuera creería que estas intentando que me caliente con tu fisionomía y tus miradas sexys... Pero no, este no es el caso-me reí nerviosa- dejá de jugar Juan Pedro
-Dejá de creer que estoy jugando Mariana-se puso de pie frente a mi, como dios lo trajo al mundo, y me abrazó por la cintura, como si estuviese vestido- eso era exactamente lo que estaba buscando provocar, que me desees
¿Qué? Va a volverme loca, este es el momento para apartarme y ponerle un límite.
-Nunca... Nunca nunca hice nada de todo esto..-me lo susurró en el oído mientras me tenía abrazada- siempre fui yo el que se dejó seducir, quiero quiero probar cosas nuevas...-se apartó un poco para mirarme a los ojos.
Esto podía terminar MUY mal, no hay manera de que él se enamore de mi, mientras que yo sí puedo hacerlo, y en el pasado sufrí mucho, no quiero que pase otra vez, menos por un amor que nunca podría ser correspondido.
Tal vez todos los pensamientos estos eran apresurados, pero todas esas voces se esfumaron cuando Peter se puso a recorrer mi cara con una de sus manos, relamí mis labios, y él rozó su dedo por toda mi boca, acortó la distancia y me besó.
-Me gusta... Me gusta hacerlo.. Son suaves..-me acarició la comisura de mis labios y después otra vez me besó- es muy distinto a..
-Ya lo sé, yo también beso chicas y ahora mismo me esta besando un hombre-elevé mis cejas para bromear y me sonrió, quise minimizar el hecho de lo que estaba pasando, cuando me tomó por la barbilla se me aceleró la respiración, quería apartar mi mirada, pero eso era algo que haría una persona cobarde.
-Quiero seguir conociéndote-soltó como si nada, confundiéndome aún más.
¿Conocerme como? ¿En que sentidos y aspectos?
No, no tengo que verlo como a un hombre, aunque sea un hombre, no tengo que verlo como a uno.
-¿Pensas seguir dibujándome o no podes seguir porque logré mi cometido?
Dios, iba a morirme, ¿estaba coqueteando conmigo? ¿Mi vecino hippie y gay? Todo se desvirtuó.
-¿Fumaste marihuana hoy o te diste con algo más fuerte?-cambié completamente de tema, se rió en mi cara, me levantó del suelo, me llevó a mi habitación-¿qué queres de mi? Ya probaste el sexo, y me contaste que no te disgustó, ¡¿qué mierda queres Peter?!-lo miré firmemente, estaba asustada, realmente no quería oír esa respuesta.
-Ver si me puedo enamorar de una chica... Me llamas la atención
Silencio, otra vez se me fue el aire.
Me reí de los nervios.
-No, dejá, ya tenes tus cosas muy claras..-quise apartarme y él negó con la cabeza-¡sos terco! Tengo que seguir trabajando y..
Buscó mis labios con los suyos, la temperatura aumentó de un instante a otro.
-No vas a enamorarte de mi, y no te conviene enamorarte de mi, estas dolido por todo lo que pasó con tu ex e igualmente queres apostar al "amor" ¡es admirable!
Se quedó mirándome a los ojos, evaluándome.
-A vos también te rompieron el corazón, ¿no?
La conversación giraba en torno a él, hasta que la dio vuelta.

Lazo imprevistoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora