Capítulo 16

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Paz, con Peter logramos tenes una especie de "equilibrio" en el departamento, él hace sus cositas ilegales como vender la marihuana y cultivarla (por suerte en su balcón) y se ocupa de Willbur, de vez en cuando lo veo, intenta entrenarlo, pero su tonto cachorro es muy tonto, igual tengo que admitir que algo progresó, ahora se le puede poner ciertos límites y me fascina eso.
-¡Seguime!-le hice señas y Willbur me hizo caso- sit, ¡sentate!-lo miré y lo hizo- dame la pata-estiré mi brazo y me la dio-¡muy bien!-le di un palito como recompensa, cuando levanté mi mirada me encontré con los ojos de Peter, me miraba divertido, como si hubiese disfrutado todo el espectáculo que montanos.
-Definitivamente te presta más atención a vos-se rió y después miró a su cachorro que se puso a rodar por el suelo- y sí, tenes razón en algo, es un poquito tonto...
-¿Poquito?-elevé mis cejas y ambos nos reímos- igual, tengo que admitir que estas haciendo un buen trabajo, tal vez ocho años después estés capacitado para tener a cargo un bebé-le di una palmadita en el hombro conteniendo las ganas de seguir riéndome y la cara de Peter se transformó-¿qué? ¿Nunca pensaste en ser papá? Igual te hablaba en joda Juan Pedro, ¡no te infartes!
-Yo... Yo nunca...-se quedó pensativo- nunca pensé en eso porque siendo quien soy... Seguramente no le darían un nene a una pareja homosexual, y bueno, mi familia... Mi familia no solo me borraría del chat familiar, pasaría a ser un lejano recuerdo, el hijo desviado que nunca existió
Noté dolor cuando terminó de decir esas palabras, levanté su cara con una de mis manos para que me viera directamente a los ojos.
-Yo estaría ahí para vos, dispuesta a luchar juntos para que tengas esa oportunidad..-elevé mis cejas, él me miró sorprendido- todos merecemos las mismas oportunidades, tenemos mucho amor para dar... Mucho..
No sé de donde me salió tanta ternura, yo odiaba a los nenes, pero sería capaz de ayudar a cualquier persona que sueñe con eso, seguro ser papá debe ser lindo, aunque no es un deseo que esté en el top 10 de cosas que quiero que sí o sí me pasen en la vida, en el pasado.. Tal vez me ilusioné con que eso pudiese ser una realidad, pero dejé creer en esa idea, y sí, entiendo a que se refiere Peter.
-¿Posta?-siguió mirándome maravillado- sabes que con suerte el perro me presta atención y no hace sus cositas en tu alfombra, por más de que en el futuro quisiera algo así creo que sería una muy mala idea-esbozó una pequeña sonrisa y me hizo reír- igual.. Sería un precioso gesto de tu parte...
Pensé bien antes de hablar.
-Yo.. Me pasa que creo en que este mundo muchas veces es muy injusto, las personas lo son.. Y bueno, sé que a pesar de eso todavía existe la bondad, y la calidez y el... Amor-hice una pausa, me detuve a mirar a Juan Pedro a los ojos- en fin, no todos son villanos-me reí algo nerviosa.
-Bueno, tengo tiempo, todavía faltan ocho años para eso-elevó sus cejas bromeando y terminamos riéndonos fuerte.

Recogerme el pelo para empezar con mi trabajo siempre me ponía de humor, esta vez en vez de poner música Peter se puso a tocar el ukelele, estaba tocándome Clouds de Zach Sobiech, me la fue cantando, sorprendiéndome, con el pincel en la mano le sonreí y él me devolvió la sonrisa, seguí con lo mío.
Cuando me di tiempo para descansar ya eran las seis de la tarde, no comí nada, por eso terminé preparándome un tostado, Peter se había ido, justo trajo sandwiches de miga.
-¿Para mi?-le sonreí, asintió con la cabeza- justo me preparé esto..-me sentí apenada.
-No pasa nada, mañana los desayunas-se rió y me besó una de mis mejillas- me voy a bañar, hoy tenemos la reunión empresarial de mierda con mi familia-soltó un suspiro.
-Cierto... Hoy es Viernes-me quedé impactada-¿seguro es Viernes?
-¡Acá el despistado soy yo! ¿Qué te pasó Mariana? ¿Te distraje a lo largo de toda la semana? Ya que no sabes que día es hoy...-me empezó a molestar, agarré nuevamente mi pincel y le pinté una carita feliz en la cara- ok, me voy a bañar-se escapó de mi riéndose, no pude evitar que se me formara una sonrisa, Peter me hacía divertirme, sentirme una persona más chiquita de edad, él era un niño en cuerpo de adulto, mientras que yo siempre fui demasiado correcta, tal vez no es tan malo que una persona "desordene" mi universo.

La entrada del hotel de los Lanzani era increíble, tallada, iluminada, llena de rosas en el exterior, solo podían entrar los huéspedes y las personas que estaban invitadas al evento, terminamos saliendo al jardín donde habían varias mesas todas decoradas, luces por todas parte y un escenario.
-Creí que iba a ser algo más chiquito..-él me miró preocupado- ¿puedo irme ya?
Solté un suspiro y negué con la cabeza.
-Tu familia te pidió que vengas, estamos con ellos un ratito y nos vamos, ¿te parece bien?
No muy convencido me sonrió, nos tomamos de la mano, nos mezclamos entre la multitud hasta cruzarnos con toda su familia
Celeste se puso tímida al verme, nos dimos un abrazo.
-Yo.. Lali..
-No pasó nada, ambas teníamos la cabeza en muchas cosas a la vez..
Ella soltó un suspiro y se rió nerviosa
-Lo sé, de eso mismo quería hablarte, y bueno... Además lo veo a mi primo bastante feliz-le lanzó una mirada a Peter que estaba hablando con Tomás y después volvió a mis ojos, esbozó una pequeña sonrisa- sea lo que sea que esté pasando no te eches atrás, le estás haciendo bien, cualquiera lo notaría.. Y hace bastante.. Hace bastante no lo noto tan relajado, tan cómodo.. Siempre cuando estaba con su ex vivía a la defensiva, siempre tenía miedo a que algo pase, a que lo deje.. El Chino no le transmitía confianza, pero él no quería verlo.. Y bueno, ahora se está dando otra oportunidad, la de conocerte y me parece genial-me dio un abrazo cálido, eso me hizo sonreír, cuando levante mi mirada tenía los ojos de mi vecino clavados en nosotras, elevé mis cejas para molestarlo, le guiñé un ojo, terminó riéndose.
Nos fuimos sentamos alrededor de una mesa, terminé en la de la familia de Peter, su papá subió al escenario a dar un discurso.
-Hola, ¡muy buenas noches a todos! Hoy estamos acá para celebrar un nuevo aniversario desde que se creo este hotel, fue un sueño de mi papá Juan Gonzalo..-tomo aire y soltó un suspiro, se puso sensible- sí, todos en mi familia somos Juan, mi papá Juan Gonzalo, yo Juan y mi hijo Juan Pedro, justamente de él quería hablarles... Siempre fuimos una familia unida, y esta vez quiero dejarle una de mis cosas más preciadas a él, de ahora en más Juan Pedro va a tomar mi puesto, va a ser el nuevo dueño de la cadena de hoteles de los Lanzani
Shock, volteé mi cara para mirar a Peter que estaba inexpresivo, todos los presentes lo aplaudieron, su papá les hizo señas para que subiera al escenario, no tuvo otro que hacerlo, noté que estaba incómodo, solo porque en este último tiempo lo había conocido mejor, cualquier persona no lo notaría.
-Bueno papá gracias por esta sorpresa...-estaba perdido, miró al público y entró en pánico- voy a hacer todo lo que pueda para ser como vos, y honrar al negocio familiar
Otra vez más aplausos, su papá le dio un abrazo y les sacaron fotos, también se subió su mamá, otra postal familiar más, después me hicieron señas a mi, sus papás me sonrieron, no pude sentirme más nerviosa, incómoda también sonreí, Peter me había tomado por la cintura, al bajar de ahí nos apartamos, terminamos detrás de toda la escenografía, él se quebró, se puso a llorar como un nene chiquito.
-No pude... No pude decir que no...-me miró a los ojos mostrándose completamente vulnerable- no pude.. Siempre fui un cobarde
-No, no lo sos-negué con la cabeza sosteniendo su cara entre mis manos, choqué mi frente contra la suya y lo escuché llorar, lo vi llorar, me sentía mal al verlo así, Peter estaba sufriendo, estaba renunciando a ser quién realmente es, me abrazó fuertemente y no quise soltarlo, pasaron minutos y cuando nos apartamos lo tomé de las manos-¿nos vamos? Sé que van a buscarnos toda la noche pero...-tomé aire y lo solté- podemos hacer otra cosa, lo que quieras..
Él negó y me miró ahora con sus ojitos rojos.
-No... No puedo irme, por lo menos tengo que terminar de comer el postre
Respeté su decisión, volvimos a la mesa y no podíamos comer el pedazo de torta para finalmente irnos, todos los colegas de sus papás lo felicitaban, le deseaban lo mejor, le pedían fotos para las redes sociales, entonces lo vi, otra vez fingiendo, otra vez preso.
Una vez en el auto él manejó en silencio, entramos a mi departamento/su departamento, me quedé descalza y lo ayudé a sacarse la ropa, quería que se tumbara a mi lado para descansar, seguro no estaría teniendo ni un minuto de paz mental.
Él se dejó cuidar, una vez recostados me quedé acariciándole el pelo, Peter entrecerró sus ojos y después los abrió.
-Gracias por no dejarme solo... Gracias por estar ahora conmigo... Y gracias.. Gracias por estar acá cuidándome-sus ojitos se volvieron brillosos nuevamente, estaba tan sensible que solo quería hacerlo feliz, quería que él vuelva a ser él mismo, porque él mismo me gustaba.
Llegar a esa conclusión hizo que empatizara aún más con su situación, y eso podía ser bueno o podía ser malo, porque otra vez estaba abriéndome, a una persona, a una que sí es buena.
Él besó mi frente y se aferró a mi cuerpo para intentar dormir.

Lazo imprevistoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora