Capítulo 18

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Lo mandé a hacer todos los estudios habidos y por haber, yo también me mandé a hacerme todos los estudios habidos y por haber, claro, los dos habíamos cometido el "pecado" de habernos enamorado de una persona del mismo sexo, hace rato nos habíamos ganado un paso asegurado al infierno, tal vez como consecuencia de eso pasó lo que pasó, tomé aire y solté un suspiro, estaba exagerando, yo también fui algo despistado porque los hijos nunca habían estado en mi mente, y creí que tampoco estaban en los de Juan Pedro.
-Pedro-lo llamé cuando llegué al departamento, habían llegado los estudios clínicos, cuando se acercó me fulminó con la mirada.
-Esta bien que estes enojada conmigo, pero no me acostumbro a que me digas Pedro, mi mamá me decía así para cagarme a pedos-elevó sus cejas.
-¿Estas más preocupado por como te digo que lo que puede decir adentro? ¡Dios!-me alteré.
-El Señor no nos quiere, ni a vos ni a mi..-agregó ese dato tan relevante, esta vez yo fui quién lo fulminó con la mirada.
Ansiosa y nerviosa abrí mi sobre, Peter abrió el suyo.
-Mis análisis dieron bien-suspiré aliviada.
-Los míos también, podemos respirar..-me sonrió con su sonrisa de nene que tanto me encantaba.
-No Pedro, nos falta un tercer sobre... Y no es menos importante..-se lo mostré y su cara se transformó, pánico, lo abrí y se puso a mi lado para leer lo que decía, nuestras respiraciones se aceleraron
-Feliz cumpleaños por adelantado, te faltan dos semanas pero bueno..-me miro intimidado, no sabía como reaccionar- bueno, esperar diez días fue desesperante, pero ya sabemos..
Tapé su boca con mi mano, otra vez me puse a procesar todo, todo iba a cambiar, todo.
-Gracias por tu feliz cumpleaños adelantado, que considerado, darme un regalito antes que todos-me puse a reírme de los nervios, también quería llorar, me agarró una especie de episodio nervioso, Peter me rodeó con sus brazos y besó mi frente.
-Perdón por bromear con esto, yo también estoy cagado de miedo Lali, perdón... Ya sé que es tarde..-se apartó de mi y noté que sus ojitos estaban brillosos, los míos también, otra vez lo abracé.
-Yo..-le susurré en el oído- voy a necesitar que no me causes muchos dolores de cabeza chico hippie-le acaricié el pelo.
Esta vez quién lo miro a los ojos fui yo, tomé aire y lo solté.
-Cuando mi amiga se entere se infarta...-mordí mis labios preocupada- podes... ¿Podes hacerme ese favor?
Peter inmediatamente asintió con la cabeza, me tomó de las manos.
-Pienso hacer todo lo posible para no darte dolores de cabeza... Y.. Quiero cuidarte..
Juan Pedro en varias ocasiones era una caja de sorpresas, en el medio de mi enojo y mi miedo sus palabras invadieron mi interior de ternura, no pude evitarlo, sostuve su cara entre mis manos y lo besé, después choqué su frente con la mía, se quedó acariciándome una de mis mejillas.
Él estaba sorprendido, seguro se había esperado que me convierta en karate kid e intente darlo vuelta para dejarlo contra el piso.
-Bueno... Ahora no se.. No me hago la idea...-solté un suspiro y Peter me dejo varios besitos dulces en la frente, eso me hizo sonreír- sos un tarado, ¿estas intentando persuadirme para que no intente asesinarte? Igual.. Yo también tengo responsabilidad y no hay vuelta atrás... Menos mal que practicamos con Will-volteé para mirar a su tonto cachorro que cuando escuchó su nombre se acercó para lamerme las manos, me senté para acariciarlo, Peter también me imitó, su perro le dio besitos perrunos por toda la cara-no pienso besarte ahora
-¿Pensabas besarme?-elevó sus cejas comenzando un nuevo jueguito conmigo.
Willbur se puso a lamerme la panza que justo estaba al descubierto, mi primer reacción fue agarrarlo del collar y apartarlo.
-Es sorprendente que se den cuenta de todo...-Peter lo miró fascinado- algo me dice que él va a ser mejor compañero que yo...
Le sonreí divertida.
-No tengo dudas..-le hice señas y se acercó un poco más, le di otro beso y me puse de pie- voy a darme un baño y... No te estoy invitando
-Me estás invitando
-¡Sos tan molesto!-me reí y él siguió mis pasos hasta la habitación, sí, nada como una buena ducha para relajarme un rato-¿vas a dejarme solita en algún momento?-me puse a lavarle el pelo- ya para sombras tengo a tu cachorro..
-Somos los dos tu sombra, bueno.. Me gusta acompañarte..
Cada declaración suya me hace ilusionarme, y eso al mismo tiempo me da miedo, pero es lindo, ¿no? Que te correspondan.

Otra vez Sábado, quién llamó por la mañana fue la mamá de Peter, él se puso a discutir con ella.
-¿Ahora que pasó?-mis ojos estaban chinos, odiaba la luz solar.
-Quieren hacer un almuerzo familiar, en tres horas-me anunció como si nada- quise que no me obligara pero..
-Ella no puede manejar tu vida, si no queres tenes que decirle que no queres, igual en este caso tendrías que ir, falta poco para que ellos se vayan, ¿no?-lo miré pensativa.
-Se supone que sí-suspiró- ¿venís conmigo o queres seguir descansando?
-Mmm... Mejor te ahorro las preguntas, voy con vos..-me puse de pie.
-Podes quedarte eh, puedo ir solo
-Quiero ir con vos Peter, no me hagas discutir con vos-rodeé su cuello con mis brazos y nos reímos.
Besó la punta de mi nariz y eso me sensibilizó.
-Porque sos tan lindo...-se me escapó, y quería matarme, en lugar de asustarse él besó mi mejilla suavemente.
-Vos también sos muy linda..-elevó sus cejas y asintió con la cabeza.
Terminamos desayunando, hablando de las cosas que teníamos que hacer en la semana, el tratar de organizarnos con todo.
-¿Podemos guardar en secreto lo del bebé? Ya veo que mis papás se enteran y no se van nada, seguro se instalan hasta que nazca-me miró a los y asentí con la cabeza.
-Está bien, por ahora va a ser nuestro secreto-le sonreí y le palmeé el trasero para después irme a ver que ropa ponerme.

Llegamos a un restaurante de esos elegantes, menos mal que había hecho una buena elección en mi vestuario, aproveché para clavarme un mono blanco, ahora era el momento de usarlo.
Fui saludando a los parientes de Peter, él fue directamente a reunirse con sus primo, hasta que su papá se acercó, saludó a su hijo dándole un abrazo fuerte, su mamá lo imitó.
-Estoy orgulloso de vos-escuché a Juan hablándole, diciéndole cosas lindas- y sobretodo porque estos días estuviste muy atento tomando notas a todo lo que te fui explicando..
-Hola-los interrumpí para darle un poco de aire a Peter, lo tomé por el brazo-que lindo lugar este, que lindo poder estar acá con ustedes
Juan me sonrió.
-Es un lugar que me gusta mucho, y nada como poder compartir tiempo con la familia, al fin y al cabo eso es lo que más me importa en la vida, que mi familia sea feliz-asintió con la cabeza.
Sin tan solo supiera que su hijo no es feliz, no es feliz ocupando su lugar.
Nos sentamos alrededor de la mesa y antes de comer Claudia pidió silencio para rezar.
Rezar... No sé que es eso, nunca recé con mis papás, nunca.
Por suerte todos lo hicieron concentrados, cerrando los ojos, Peter me miró divertido, el único que me estaba mirando.
-¡A comer!-Juan nos dio "permiso".
-¿Así que no sabes hablar con el de arriba?-se sorprendió.
-Ya te lo conté, mis papás son artistas, son medio parecidos a vos en eso, creen en la energía universal, viven viajando en cruceros, mi mamá canta y mi papá también, ambos actúan en una especie de musical que hacen especialmente para los pasajeros-me miró atento, curioso- y bueno, nunca..-me acerqué a su oído para que nadie nos escuchen- no se el rezo..
-Habría jurado que era algo que seguro hacías de chica antes de dormirte-me molestó divertido, le di un golpe en el brazo y me sonrió, estábamos por besarnos cuando alguien llamó la atención de todos haciendo ruido con un cubierto sobre una copa de vidrio.
-Quiero anunciar algo familia, sí me voy a casar-Celeste soltó la bomba, todos se miraron entre todos- en algún momento, no hay fecha, pero..
No la dejaron terminar, se pusieron a murmurar, la mamá de ella, Lucrecia la miró mal.
-Él no te merece, no tiene perdón de Dios por lo que te hizo-la agarró del brazo a su hija poniéndose nerviosa-¡no se merece una segunda oportunidad!
-¡Basta!-Tomás salió a defenderla- esta es una cena familiar, que reine la paz, ustedes arreglen sus asuntos en privado, Celeste tiene derecho a hacer lo que quiera, pero esa es mi opinión
Noté que a ella se le llenaron ojos de lágrimas, y entendí que estaba pasando, no solo Peter sufría a su familia, sus primos también sufrían por los pensamientos de dinosaurios y prejuicios de sus papás, varias cosas tendrían que cambiar, varias.

Lazo imprevistoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora