- Me encantaría, pero no podemos. Se van a dar cuenta... - ella respondió bajito.
- Hay muy poquitas personas por aquí, no creo que nadie nos vaya a seguir. Te vas en tu coche y yo en el mío. Tengo un amigo que es dueño de un hotel que está un poquito alejado de la ciudad, te aseguro que no va a haber problema.
Alicia lo pensó por un momento.
- Ok... tu dime a qué hora nos vamos. – susurró.
- Yo me iré primero, después de unos minutos te sales tu y me sigues en tu coche.
- Bueno, me parece bien. – sonrió con picardía.
Martin se fue a despedir de todos e igual lo hizo de Alicia, para disimular un poco, y ya luego se fue. Después de un rato ella se empezó a despedir para luego marcharse del lugar, llegaron al hotel y antes de entrar al cuarto...
- Lo siento Alicia, pero tendrás que cerrar los ojos.
- ¿Cerrarlos? ¿Qué estás planeando?
- Confía en mí, te va a gustar. – susurró Martin mientras le daba un suave beso en el cuello.
Cuando entraron al cuarto él le dijo que abriera los ojos.
- Martin... que hermoso está todo. – miraba sorprendida.
"¿En qué momento él tuvo tiempo de hacer eso?" – pensó.
Martin le había hablado a su amigo para que prepararan la recamara con pétalos de rosa, velas y más...
Al cerrar la puerta ambos se olvidaron que afuera había un mundo de gente que no aceptarían su relación y solo decidieron amarse.
El empezó a darle besos en el cuello y poco a poco le iba quitando el vestido, ella empezó a quitarle la camisa, todo esto sin dejarse de besar. Eran besos suaves, pero a la vez apasionados, así siguieron hasta los dos estar completamente desnudos.
- Me encantas Martin, no sé en que momento pasó todo.
- Shh... shh... - él la callaba con pequeños besos - No digas nada Alicia, seamos uno solo.
Ellos siguieron fundidos en besos apasionados, ella le rasguñaba la espalda... Hasta que explotaron en un orgasmo...
- No hay duda de que esta fue la mejor manera de terminar la noche. – dijo Alicia, recostada sobre el pecho de Martin.
- ¿Te gustó la sorpresa del cuarto?
- Me encantó! Muchas gracias por ser tan atento, mi am... - se detuvo al darse cuenta de lo que casi decía.
- Mi amor? ¿Era eso lo que me ibas a decir? - preguntó Martin con una gran sonrisa.
- Sé que quizás sea muy pronto, pero eso es lo que eres. Mi amor. - confesó ella un poco apenada.
Él la miro con tanto amor y tanta admiración que ella sintió como sus ojos se cristalizaban, hacía mucho tiempo que no la miraban con tanta ternura y deseo, el brillo en los ojos de su amor prohibido reflejaba lo que ella también estaba sintiendo.
- También eres mi amor. - Dijo él besándole la boca - Y no sabes cuanto me hubiera gustado llegar antes para que solo seas MI amor. - la pego más a su cuerpo y la abrazo con una sutil fuerza.
- En estas cuatro paredes yo soy tuya y tú eres mío, no quiero pensar en nadie más. - logró ponerse encima de él y le beso el cuello - quiero besarte y amarte todo lo que pueda, contigo no quiero perder el tiempo. Tú llegaste a darle más color a mi vida.
- Te amo. - Dijo él hipnotizado por la belleza de Alicia.
Ella sonrió, sonrió como nunca antes porque le alegraba el corazón escuchar esas dos grandes palabras dichas por el hombre tan maravilloso que se encontraba bajo sus sabanas.
- Te amo mucho más. - Ella sonreía feliz de la vida, contenta por estar en ese instante junto a él.
Ambos estaban felices, en paz, esa paz que los dos habían buscado por años.
Una hora más tarde, los dos, abrazados en la cama, estaban en silencio. Ambos pensaban en cómo sería su futuro juntos, si que es que era posible existir uno, pero ninguno de los dos se atrevió a hablar del tema, porque no querian arruinar la felicidad y la paz que sentían en este momento.
Cuando se dieron cuenta, el día ya estaba amaneciendo.
- Mi amor, creo que nos tenemos que ir. - dijo Alicia, ahora de manera natural.
- Desafortunadamente si, sé que hay una vida que nos espera afuera. - respondió algo triste.
Los dos se vistieron en silencio, pero las dudas no los dejaban tranquilos. Cuando ya casi se iban, Martin fue quien se animó a tocar el tema "prohibido":
- Mi amor, quiero que seas sincera conmigo. - pidió el mirándola a los ojos - Serás capaz de dejar a tu marido definitivamente?
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El arte del amor.
FanfictionAlicia Montiel y Martin Guerra son dos actores que están por estrenar una novela en México. Ella está casada con Sergio Carranza y tiene 3 hijos, y él está casado con Carlota, con quien tiene una hija. Sin embargo, la quimica de estos dos actores en...