Al darse cuenta lo que había hecho corrió a ayudarla, claro que ese empujón había dejado una secuela, Alicia se había lastimado su pierna.
- Auch! - exclamó Alicia mientras todos se acercaban a ver que pasaba. Ella trató de levantarse, pero se dio cuenta de que no podía apoyar la pierna.
— ¡Mamá!! - gritaron los 3 chicos corriendo para socorrer a su madre.
- Tranquilos, estoy bien - mentía.
— Déjame te ayudo, mi amor - Dijo un Sergio asustado por lo que había acabado de suceder.
- Suéltame - exclamó Alicia con furia - Tú.. - de pronto vio la carita de pena y susto de su hija menor y el enojo se le esfumó — estoy bien Sergio, solo necesito que me ayuden mis hijos a ponerme de pie - dijo la morena actuando con tranquilidad.
— Estás lastimada, déjame yo te ayudo - Sergio sin esperar respuesta alguna tomó en los brazos a su aún esposa y la llevó hasta la banca que estaba cerca para que estuviera más cómoda, pero cuando la depositó sobre la banca, Alicia chilló de dolor.
- No necesito que tu me ayudes, es por tu culpa que estoy así. - dijo Alicia con la voz muy baja.
- Mi amor, sabes que Miranda está asustada y si nos ve pelear se pondrá peor. Déjame ayudarte. – respondió Sergio.
Sergio trataba de ayudarla porque se sentía algo culpable de lo que le paso a Alicia, pero esta simplemente trataba de evadirlo.
— Sergio, tenemos que llevarla al médico. - sugirió Yuri algo asustada al escuchar a su madre quejándose del dolor.
- Yuri y Gonzalo pueden ayudarme, hazte cargo de Miranda. – dijo mirando a Sergio.
- Claro Ma, vámonos. - le dijo Gonzalo acercándose.
Al poco tiempo llegaron al hospital.
La fractura era mucho más grave de lo que parecía, pero el doctor solo le recetó unos analgésicos y unas pomadas para el dolor.
- Lo que le mando será para que pase la noche ya que le recomiendo que se vaya a un lugar donde no haga tanto frío como aquí, este frío empeorará su dolor. - dijo el doctor muy serio - Usted es de Mexico, ¿verdad?
—Si - Alicia afirmó.
- Bueno entonces tiene que regresar a casa y apenas llegue debe hacerse una radiografía y consultar con su médico de confianza - le aconsejó el doctor - Si toma los medicamentos y se cuida pronto estará como nueva, señora.
La idea de regresarse a Mexico no se le hacía mala, no soportaba estar cerca de su aún esposo, aunque tampoco le gustaría arruinar las vacaciones de sus hijos.
Yuri como si le estuviera leyendo la mente le dijo algo que la sorprendió, pero tampoco se le hizo mala idea.
— ¿Que tal si nosotras nos vamos a Mexico y Gonzalo con Miranda se quedan aquí con Sergio hasta la fecha que se había acordado? Total ellos son los más emocionados y además, aman pasar con los gemelos. – dijo refiriéndose a los otros hijos de Sergio - Yo te cuidaré, mamita. - Dijo Yuri de forma cariñosa apoyando su cabeza en el hombro de su madre.
— Me parece bien, porque ahorita no me da tanta confianza dejar a Miranda sola con su padre, pero si se queda Gonzalo creo que no habrá problema.
— Entonces saco los boletos y mañana mismo nos vamos, esta noche te quedas conmigo y Miranda en nuestra habitación, hay suficiente espacio para las 3.
Cuando regresaron al hotel, Sergio tocó la puerta del cuarto.
— Por favor, te pido que al menos por unos días ya no busques a mi madre. - dijo Yuri apenas abrió la puerta - Ahora está dormida por el efecto de los analgésicos, mañana nos regresaremos a México ella y yo, supongo que no te importará quedarte con Miranda unos días más para no estropearle las vacaciones. - habló en voz baja, porque su hermana menor también ya estaba dormida - Gonzalo se va a quedar con ustedes. Y por la lesión no te preocupes, pronto va a estar bien. - prefirió no darle tantos detalles, pues Alicia le había comentado las circunstancias de la caída.
— Está bien, como tu digas. - respondió algo resignado, la culpa no lo estaba dejando en paz y en ese momento entendió que lo mejor sería alejarse, aunque no pretendía que fuera por mucho tiempo.
Al día siguiente Yuri y Alicia se despidieron de todos para partir rumbo a México. Durante todo el viaje, Alicia no dijo prácticamente nada. Su tristeza era evidente y Yuri ya lo había notado.
Al aterrizar el avión la chica ayudó en todo a su mamá, tomaron un taxi y fueron rumbo a la casa.
- Ma, quédate aquí sentada, yo iré a dejar tus maletas a tu cuarto.
Yuri aprovechó que estaba en el cuarto de Alicia para hablarle a alguien que sabía le haría mucho bien
- Sí, ¿bueno? – contestó la persona.
- Martin, soy Yuri...
- ¿Yu-Yuri? Dime, ¿qué pasó?
- Solo te hablo para decirte que mi mamá y yo nos regresamos a México, estamos en la casa. Ella tuvo un pequeño accidente, se lastimó su pierna izquierda y por desgracia nos tuvimos que regresar.
- ¿Accidente? ¿Pero como? ¿Ella como está? ¿Como fue? Sabes que, voy para allá... - no dejó que su futura hijastra terminara de hablar.
El guapo hombre colgó la llamada y corrió hacia donde estaba su novia, iba tan desesperado por verla, estaba tan preocupado, no sabía exactamente la magnitud de su accidente. El solo sabía que necesitaba estar con Alicia y pedirle perdón por haber desconfiado de ella.
Llegó lo más rápido que pudo y tocó el timbre de la casa. Ni siquiera le importó el hecho de que alguien de la prensa podría verlo.
Yuri enseguida abrió la puerta y se encontró con un rostro preocupado.
— Vine lo más rápido que pude - dijo un poco alterado el hombre de ojos azules - ¿Donde está tu mamá? ¿Se siente bien? ¿Como estuvo el viaje de regreso? ¿Le duele mucho? Supongo que allá la checo un doctor, ¿no? Ya llamaron algún doctor de aquí para ... - fue interrumpido por su futura hijastra.
— Cálmate Martin, respira - la muchacha puso su mano en el hombro de él para intentar calmarlo. - Mi mamita hermosa está bien, ya hemos hablado con los médicos y le mandaron reposo absoluto y unos analgésicos, - la ojiverde sonrió sutilmente - pero de verdad me alegra muchísimo que te preocupes tanto por mi mamá, eso me dice que la quieres mucho, de verdad.
— Yo a tu mamá la amo y me muero si le pasa algo. - dijo el ojiazul un poco más calmado y devolviéndole la sonrisa de agradecimiento a la muchacha que tenía al frente — Ahora, ¿la puedo pasar a ver? - preguntó bastante ansioso.
— Por supuesto, pásale. Seguramente le subirá muchísimo el ánimo tu visita. - dijo Yuri dirigiendo al novio de su madre hasta la sala de estar en donde Alicia se encontraba.
Alicia estaba mirando su celular, cuando esta alzó la mirada se encontró con sus ojos favoritos, esos ojos azules que más de una vez la han dejado sin respiración.
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El arte del amor.
FanficAlicia Montiel y Martin Guerra son dos actores que están por estrenar una novela en México. Ella está casada con Sergio Carranza y tiene 3 hijos, y él está casado con Carlota, con quien tiene una hija. Sin embargo, la quimica de estos dos actores en...