20. Juntos.

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- Es bueno - respondió ella acariciándole las mejillas a su amado - es tan bueno como tus besos - dijo ella sonriendo pícaramente y robándole un beso.

- Eso me gusta. - dijo él sonriendo como un niño pequeño tomándola con un poco más de fuerza de su cintura y profundizando el beso un poco y cuando ya casi se quedaban sin aire él se separó, pero solo un poco para volverla a ver a los ojos - Ahora dime, ¿qué es eso muy bueno?

- Primero que nada, quiero que sepas que amo que estés aquí conmigo... - dijo ella abrazándole el cuello - y no con esa rubia que ni siquiera vale la pena mencionar. - lo soltó y aparentó enojo.

- Pero mi amor, ya te dije que solo es una amiga. - él se rio - Desde que volvimos a coincidir en España, no he vuelto a tener ojos para nadie más que para ti. - dijo volviéndola abrazar de la cintura - Me crees, ¿verdad? - preguntó como mucha esperanza en sus ojos.

- ¿Y como no le voy a creer a esos ojos tan hermosos que tienes? - ella como en un acto de fe, besó delicadamente los párpados de su adorado hombre.

- Te amo. - le dijo él mirándola con amor.

- Y yo a ti mucho más. - ella le sonrió - Pero bueno, te cuento, después de estar en mi cama y pensarlo mucho, llegue a la conclusión que no puedo tomar mejor decisión que amarte y vivir nuestro amor a plenitud, quiero que seas mío y yo ser tuya, hasta cuando sea posible, vivir este amor intensamente, plenamente, porque no me quiero privar de despertar alguna mañana contigo, de llamarte "mi amor" delante de todos sin miedo a nada y quiero que todos sepan que me haces la mujer más feliz del mundo. - ambos tenían los ojos húmedos, sus corazones latían rápido y las sonrisas no cabían en sus rostros, los dos sentían que estaban soñando, pero no era un sueño, era la más bonita realidad.

Martin, en todo ese lapso de tiempo, estuvo escuchando cada palabra que salía de la boca de su mujer. Se sentía irreal, pero el cuerpo caliente de la morena encima de sus piernas y su corazón latiendo muy cerca del suyo le decían que era lo más real y lo más bonito que ha vivido jamás, amaba a aquella mujer, la amaba con toda su alma y aunque aún no sabía exactamente en que momento la empezó amar, ahora estaba totalmente seguro de que la amaría para siempre.

Cuando se dio cuenta de que sus palabras sí eran reales, unió sus labios a los de Alicia en un beso lento y tierno. Después, él la invitó a que se quedara el resto de la noche, esta vez sin segundas intenciones, apenas quería disfrutar la presencia de su amada. Así que pronto se quedaron dormidos, abrazados y con una sonrisa en sus rostros.

A la mañana siguiente los dos despertaron tal cual habían dormido, estaban felices, amaron despertarse juntos y abrazados.

- Buenos días, amor. – Alicia fue la primera en saludarlo.

-Alicia, mi amor, buenos días. – respondió el ojiazul muy contento.

- Que rápido se fue la noche ¿no?

- Si, quisiera que nos quedáramos así el resto de nuestras vidas. – él le dio un pequeño beso.

- Yo también quiero eso, pero recuerda que hay una vida que tenemos afuera de estas cuatro paredes, te prometo que después de todo esto te voy a regalar muchas noches así.

- Te creo, y no sabes cuanto estoy ansiando por ese momento.

- Pero creo que lo primero que tengo que hacer es hablarle a Yuri para decirle que pasamos la noche juntos y después tu y yo podemos ir a pasear.

- Oye, ¿Y no crees que Yuri se enoje?

- No, ella es la única que sabe de nosotros y nos apoya.

Alicia le marcó a Yuri y le explicó todo, decidió invitar a su hija a pasear con ellos. Yuri estaba tan contenta por su mamá que decidió acompañar a Martin y Alicia un rato.

- Martin, vendrá mi hija, ¿no hay problema?

- Para nada Alicia, al contrario. Me agrada la idea de salir los tres.

...

Ya estando juntos los tres, Martin no sabía cómo reaccionar ante la hija de Alicia, ella le había comentado que Yuri aceptaba su relación, pero aun así estaba nervioso.

Sin embargo, Yuri lo recibió con tanta amabilidad que para Martin fue más fácil entablar una conversación con ella.

En un momento, el ojiazul tuvo que ir al baño y solo se quedaron Yuri y Alicia en la playa, cuando de pronto se percataron que un paparazzi les estaba tomando fotos. Alicia trató de disimular, pero sus nervios eran evidentes, en cualquier momento regresaba Martin y todo se sabría, Yuri que era la más tranquila habló con su mamá y la calmó. La chica le envió un mensaje a Martin:

"Martin, no salgas del baño, nos dimos cuenta que un paparazzi nos está siguiendo a mi mamá y a mi, te aviso cuando ya no haya problema".


El arte del amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora