21. Nuestro amor.

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Quisieron despistarlo para que Martin saliera del baño y después pudieran verse en la playa, cuando por fin lograron perder al paparazzi, se pudieron encontrar y tuvieron unas horas de tanta paz, amor y tranquilidad. Yuri sólo veía como su mamá estaba disfrutando tanto estar con Martin, sus ojitos eran otros desde que salía con el...

Llegó la noche y a Martin se le ocurrió invitar a cenar a las dos bellas damas.

Él se puso su mejor ropa y se dirigió a la habitación de las chicas, aún un poco nervioso tocó a la puerta y la que le abrió fue la más joven de las dos mujeres.

- Hola Yuri, disculpa la molestia emm - el ojiazul estaba muy nervioso - quería invitarlas a cenar a ambas, ¿esta tu mamá verdad? - Martin le regaló una sonrisa nerviosa a la jovencita que estaba parada al frente de él.

- Buenas noches Martin, gracias por la invitación, pásale, mi mamá está en el baño secándose el cabello - Yuri lo jalo del brazo con sutileza nada más para que entrara en confianza ya que era muy notable el nerviosismo del hombre - Mamáaaa, te busca tú novioooo!!! - La chica gritó de una manera divertida nada más para romper el hielo y para que la situación fuera menos tensa de lo que debería.

Martin se sonrió con una sonrisa de emoción cuando escucho decir a Yuri "Tú novio".

- ¿Que dijiste Yuri? - preguntó Alicia quien por el ruido de la secadora no alcanzó a escuchar lo último que dijo su hija.

- Mamá, ¡te busca tu novio! - volvió a decir Yuri

Alicia se puso roja cuando entendió lo que decía, pero de inmediato salió para ver a su amado novio.

- ¿Qué haces acá? - se acercó muy sutilmente a abrazarlo y le dijo en voz bajita:

"¿Qué haces acá y tan guapo?"

- Vine a invitarlas a cenar. - respondió Martin.

- ¿A las dos? ¿Estás seguro? – preguntó Alicia.

- Sí, a las dos.

- Yo me siento un poco cansada. -dijo Yuri, ya que a ella le parecía que iba a estorbar a la pareja y más cuando no podían verse frecuentemente - Vayan ustedes, me quedaré a descansar, cualquier cosa me marcas mamá.

- De verdad me gustaría que nos acompañes, Yuri. - insistió Martin - Sé lo importante que eres para tu mamá y de verdad te quiero dar una buena impresión y que sepas que voy muy en serio con tu mamá. - de pronto sintió cómo los brazos de su amada rodeaban su cintura y esta buscaba hablarle muy cerca de su oído.

- Gracias por esto, mi amor - la morena sentía mucha felicidad al ver como su amado novio quería incluir a su mejor amiga en el plan, eso para ella significaba mucho.

- Son tan lindos juntos... - dijo Yuri al ver la bonita imagen de amor que su madre y Martin le estaban regalando - y por mí en verdad no te preocupes Martin, yo sé que quieres de verdad a mi madre, solo me basta con ver como la miras y como ella es tan feliz a tu lado. - la chica sentía mucha alegría por ambos y eso se notaba en su tono de voz - Que me tomes en cuenta, eso habla muy bien de ti, eh - los tres rieron - Pero ya tendremos tiempo para eso, ahora quiero que vayan los dos solitos y disfruten de la última noche en Acapulco. - le sonrió a su madre con cierta complicidad.

Yuri se despidió de Martin con un beso en la mejilla y después lo hizo con su mamá y discretamente le dijo al oído:

"Ma, hoy tienes mi permiso para disfrutar y no llegar a dormir".

Ambos salieron del cuarto para dirigirse a un restaurante muy cerca del hotel. Al llegar, los dos decidieron sentarse en un lugar algo apartado de la gente, no querían ser descubiertos. Comieron, bebieron vino, conversaron...

- Alicia, me encanta pasar tiempo contigo...pero sabes, me dio algo de pena con tu hija.

- ¿Por? Ella está tan feliz por nosotros...

- Sí, pero igual me gustaría que un día cenemos los tres, y por qué no también Miranda y Gonzalo. – propuso el ojiazul.

- ¿Enserio?

- Claro amor, quiero incluir a tus hijos y a mi hija en todos nuestros planes. – dijo sonriéndole.

Después de una larga conversación, ambos decidieron dejar el restaurante para dar un paseo por la playa y de ahí dirigirse al hotel.

- No sé si alcanzaste a escuchar, pero cuando Yuri se despidió de mí, me dijo que tenía permiso de no regresar a dormir. – Alicia le sonrió coqueta mientras la pareja caminaba por la playa tomados de la mano.

- ¿De verdad? Pues me encanta la idea.

- A mi también, es nuestra última noche aquí y no pienso desperdiciarla.

- Entonces te invito a mi cuarto...

Ambos pusieron una cara de picardía.

Él quería que esa noche ella nunca la olvidara, llegaron a la habitación y comenzaron a besarse apasionadamente mientras se quitaban la ropa que ya estorbaba por el exceso de calor entre ellos. Martin la recostó suavemente en la cama sosteniendo su mano sin dejar de besarse, lo que ella no sabía es que él tenía una sorpresa inesperada para ella.

No es que Martin hubiese planeado utilizarlas en ese momento exacto, pero un tiempo atrás, cuando ellos apenas empezaban su relación a escondidas, él había comprado unas esposas durante un viaje, y se le había olvidado quitarlas de la maleta. Así que las sacó y sin que Alicia se diera cuenta le puso en su muñeca una de las esposas y la otra la colocó en un extremo de la cabecera.

Con su mano él sujetaba la otra mano de ella. Y así, sin dejarle ninguna mano libre, continuó recorriendo con sus dedos cada rincón del cuerpo de la mujer, eso le excitaba aún más a Alicia que pronto empezó a emitir suaves gemidos de placer. Martin se subió rápidamente sobre ella y mientras sus manos jugaban con sus pechos, comenzó a penetrarla suavemente y con ritmo. Comenzó a aumentar la velocidad mientras los dos gemían de placer, continuó por varios minutos hasta que descargó todo con tanto placer que acabaron juntos. Él se recostó a su lado y le dio un beso apasionado en sus labios mirando su cara de felicidad.

...

- Sabes? Yo vine a este retiro a buscar respuestas, y tenerte aquí a mi lado es lo mejor que me pudo haber pasado. - dijo Alicia abrazada a su amor.

- Es que me puse furioso cuando apareció Sergio a reclamarme y...

- Ya no hablemos más de eso. - ella lo calló con un beso corto - Voy a pedirle el divorcio a Sergio apenas regrese. Quiero ser una mujer libre para ti, quiero que vivamos nuestro amor.


El arte del amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora