34. Cena.

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- Me parece perfecto, si quieres hacemos la cena aquí en mi departamento y yo cocino.

- ¿Cocinas? - Alicia empezó a reír un poco

- ¿Que? ¿No me crees? – dijo Martin fingiendo seriedad

- Cuanta seriedad amor, ya se cómo se te quitará...

Alicia se le acercó para darle un beso suave pero lleno de amor.

- Si cada vez que me ponga serio me vas a besar así, voy a inventar una razón para pelearnos todos los días... - el ojiazul le regaló una sonrisa coqueta

- ¡Que tonto eres! - Alicia le dio un golpecito en el brazo y se rio – Esta vez cocinaré yo, ahora voy a mi casa a arreglarme y más tarde regreso. ¿Te parece bien que la cena sea a las 8:00 pm?

- Sí amor, contaré las horas para que lleguen...

Ambos padres les comunicaron a sus hijos que habría una cena muy importante, Alicia le pasó la dirección de Martin a su hija Yuri y le pidió que le ayudara trayendo a sus hermanos, la joven obedeció sin hacer más preguntas porque ya se imaginaba sobre de que se trataba.

Martin por su parte fue a recoger a su hijo a casa de su exmujer porque justo esa noche le tocaba dormir con él así que no fue necesario darle muchas explicaciones a Carlota.

Sofia llegó al departamento de su padre y cuando vio a la persona que estaba en la cocina no dudó ni dos segundos para correr hacia sus brazos.

— Como está la pequeña princesa más guapa de todas? — Preguntó Alicia muy sonriente cargando a la niña de ojos verdes.

— Bien, muy bien... — Respondió la niña muy contenta — ¿y tú?

— Muy bien al verte, te he extrañado eh — Dijo ella abrazándola con ternura.

— Yo también te he extrañado, ¿tú estás cocinando verdad? ¡Huele riquísimo! — La niña cerró los ojitos para concentrarse en el delicioso olor que provenía de la estufa — ¿Que es? — Preguntó muy curiosa.

— Es una sorpresa. — dijo Alicia riendo y tocándole la nariz con su dedo índice — solo tenemos que esperar a que lleguen Yuri con Gonzalo y Miranda y te prometo que enseguida cenaremos.

— ¿Vendrán? Que geniaaal... — expresó la pequeña muy emocionada — ellos me caen requete bien.

— ¿De que hablan mis dos amores? — preguntó el ojiazul entrando a la cocina.

— De lo bien que me caen los hijos de Alicia, ¿verdad? — Dijo mirando a la morena.

— Siii, y a ellos también le caes muy bien mi Sofia, te adoran y como no, si eres la niña más adorable de todas. — dijo Alicia con total dulzura.

— Hey, me pondré celoso eh — Martin actuó una cara de enojo y las risas en aquella cocina estallaron.

Media hora después, sonó el timbre y Alicia supo que eran sus hijos. Martin fue quien se encargó de abrir la puerta.

— ¡Bienvenidos! - expresó el ojiazul sonriendo al verlos, aunque por dentro estaba muy nervioso, principalmente por la presencia de Miranda

— Hola Martin, ¿como estás? - habló Yuri mientras los 3 entraban al departamento.

— Muy bien, feliz de recibirlos aquí hoy. - respondió el hombre.

Gonzalo lo saludó con un apretón de manos.

— Hola Miranda, ¡que bueno que aceptaste venir! - dijo Martin al ver que la chica de 12 años era la única que no aún no había hablado

— Bien, gracias por invitarnos. - expresó no muy contenta - ¿Mi mamá está en la cocina? Quiero saludarla.

— Sí, la cena casi está lista, siéntanse cómodos.

Una vez la cena lista todos pasaron al comedor. Cenaron y tomaron vino a excepción de Miranda y Sofia una vez terminando de comer Martin se armó de valor y quiso hablar con todos.

- Chicos, Alicia y yo les queremos agradecer por haber venido y queremos hacer oficialmente pública nuestra relación. Quisimos decirles primero a ustedes, sé que es un poco difícil que me acepten, pero quiero ganarme el cariño de todos ustedes poco a poco y que vean que amo a Alicia y jamás le haría daño.

Hubo un pequeño silencio de unos segundos hasta que Gonzalo decidió ser el primero en hablar.

- Me da gusto saber que vas en serio con mamá y de verdad me alegra verla feliz a tu lado, por mi parte tienen mi aprobación, para mí lo más importante es ver feliz a mi mamá y si ella es feliz contigo me parece perfecto, lo único que te pido es que la hagas feliz y jamás la lastimes.

- Ya saben que yo los apoyo en todo y deseo que sean muy felices, Martin hazla feliz y griten su amor... – expresó Yuri, quién era la más contenta de los tres hijos de la morena.

Sofia, que era la más chiquita, también dijo unas palabras que sorprendieron a todos por ser la más pequeña.

- Papi, yo solo quiero verte feliz y si la señora bonita te hace feliz por mi está bien.

Se volteó para ver a Alicia y le agarró ambas manos para decirle...

- Y a la señora bonita solo le quiero decir que haga feliz a mi papá.

A Alicia se le inundaron los ojos de lágrimas al escuchar las palabras de Sofia, no se esperaba que la aceptara tan rápido, pero aún faltaba Miranda, nadie la quería presionar y todos estaban algo nerviosos por lo que fuera a decir.

El arte del amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora