22. Decisión.

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Los tortolos hicieron el amor hasta el amanecer. Muy cerca de las 10am la morena abrió sus ojos y se encontraba acorralada por un brazo que la sujetaba de la cintura, ella muy detenidamente giró su rostro y se encontró con su amado quien dormía plácidamente, podía oír su respiración profunda, podía ver esas largas pestañas que se hacían doradas con los rayos de sol que se filtraban por las cortinas blancas de la ventana. Ella no podía creer que por primera vez lo vería despertar, que ella sería la primera cosa que él vería cuando abriera esos hermosos ojos azules, de solo imaginarse sus ojos mirándola con amor pudo sentir como las mariposas empezaban a jugar en su estómago.

Con mucha delicadeza acarició las mejillas de su amado.

- Despierta, dormilón. - Alicia susurró muy cerca de su oído.

- Un poquito más... - respondió él bastante soñoliento, acto seguido tomó la mano de su novia con la que lo estaba acariciando y depositó un pequeño beso sobre ella - Te amo. - dijo él en un susurro.

Cuando él finalmente abrió los ojos, se dio cuenta de que ella lo estaba mirando.

- ¿Porque me miras así tan contenta? - preguntó también sonriendo

- Es que me quedé pensando en que no hay ojos más bonitos que los tuyos. – respondió.

Él de inmediato recordó que no era la primera vez que ella le decía eso y se rio.

- ¿Te confieso algo? - dijo Martin - Cuando me dijiste eso en España, me di cuenta de que estabas loca por mí, al igual que yo por ti.

- Ay, ¿sí? ¡Que presumido eres! - ella también se rio.

- Pero, aunque ese fue nuestro primer beso fuera de cámaras, tu y yo sabemos muy bien que en la novela no fuimos tan profesionales... - Martin la provocó.

- Es cierto, pero ninguno de nuestros momentos en las escenas se compara a lo que estamos viviendo ahora.

- Y te prometo que esto se pondrá cada vez mejor, porque quiero hacer una vida contigo, quiero llevarte de mi mano a conocer lugares que aún no conoces y quiero hacerte el amor en cada rincón del mundo. - Dijo él mirándola de nuevo con deseo, tomándola de la nuca con firmeza y decorándole la boca en un beso lleno de pasión y deseo, pero también de amor y de promesas.

- Quiero hacerlo todo contigo mi amor - dijo ella sin aire, pero mirándole maravillada y feliz.

...

- Lamento decirte que ya nos tenemos que ir. - dijo Alicia después de hacer el amor otra vez con Martin.

- ¿Que hora es? - preguntó él sin ganas de soltar a su amada.

Alicia buscó su celular y vio que ya eran las 11 de la mañana.

- Yuri seguramente nos está esperando, recuerda que nuestro vuelo sale poco después del mediodía. - dijo ella mientras buscaba su ropa.

10 minutos después, Alicia le envió un mensaje a su hija y se encontraron los tres en el buffet, apenas les daba tiempo de comer algo.

Martin se sintió un poco apenado al ver a Yuri, pero la chica prefirió no hacer ningún comentario por la tardanza de la pareja, no quería incomodarlos.

Más tarde, en el aeropuerto, los tres tomaron el vuelo de regreso. Alicia y Martin estaban muy seguros de su amor, pero tenían miedo de lo que tendrían que enfrentar de ahora en adelante.

- Quiero que conozcas a Sofia. - Dijo él tomando la mano de su novia - Sé que te amará. - le aseguró bastante contento.

- ¿Tu crees que sea prudente en este momento? ¿Y si a tu exmujer no le gusta la idea? - preguntó la morena bastante nerviosa.

- Ahora tú eres parte de mi vida y es algo que Carlota tendrá que aceptar quiera o no. - Dijo Martin con firmeza.

- Tengo miedo de no gustarle a Sofia. - confesó.

- Yuri, ¿puedes creer lo que está diciendo tú madre? - Martin llamó la atención de la chica para incluirla en la conversación.

Esta que venía escuchando un poco de la conversación aceptó intervenir.

- Mamá, todos te aman. – exclamó con dulzura la ojiverde - además que eres muy Dulce para los niños, estoy muy segura de que Sofia te adorará. - dijo la joven colocando una mano encima de la mano de su madre para tranquilizarla un poco.

- Gracias, sabía que tendrías las palabras correctas - Este sonrió triunfante y le guiño el ojo a su amada.

Llegando a México, Alicia se despidió de Martin y fue a directo a su casa junto a Yuri.

Cuando entraron en la casa, Alicia se puso nerviosa al pensar que Sergio la estaría esperando, pero afortunadamente no fue así. Entonces ella aprovechó para darse un baño y descansar un rato, mientras planeaba la manera de decir a Sergio lo que tenía que decir.

Por la noche, Yuri y Gonzalo se fueron a cenar con sus respectivos novios, y Miranda le había pedido permiso para quedarse a dormir en casa de una amiga.

Alicia, ya sola, se quedó esperando a que Sergio apareciera, y en efecto así fue.

- Ya volviste, ¡mi amor! - dijo él tratando de acercarse como si nada, pero ella se alejó.

- Sergio, necesitamos hablar muy seriamente. - dijo mientras se sentaba en el sofá y esperaba a que él hiciera lo mismo.

- Ya tomaste tu decisión, ¿verdad? Yo sabía que no me ibas a dejar, por eso te perdono y nunca más hablaremos del tema. - habló contento.

- No.

- ¿No te has decidido? - cambió su expresión.

- Sí, ya sé lo que voy a hacer con mi vida. Quiero el divorcio, Sergio, y nada de lo que me digas me hará cambiar de opinión.

El arte del amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora