Isabella:
Apenas subí al taxi le dije que me lleve rápido a la dirección de la Escuela.
Emilio ya me está esperando ahí, así que no veo la hora de llegar e irnos a beber alcohol.
¡Solo espero no esté en plan de aburrido! por qué puede ser que lo deje botado y llame a Jared.
Mi corazón late rápido en mí pecho, asqueroso Gabriel ¿Acaso los hombres de nuestro círculo no pueden ser normales? ¿Todos están dañados?
Estoy empezando a creer que Dante no es tan malo después de todo, si tan solo hubiera la manera de hacer que él y mi hermana vuelvan a estar juntos, jamás me miró con otros ojos, por ese lado siempre estuve segura en esa casa.
Gracias al cielo ya llegamos a la escuela y puedo ver el auto de Emilio estacionado ahí, le pago la carrera al taxista y me bajo.
Estoy ansiosa, nerviosa, enojada, asustada, todas esas emociones las siento en partes iguales, me subo rápido al auto de él, sin bromas de doble sentido de mi parte, sin ánimo de meterme con él, solo quiero irme y perderme en alcohol, drogas, sexo lo que sea no me importa.
Pero no puedo regresar sobria o sin rastro de haber tenido una buena follada, para así evitar que Gabriel quiera pasarse.
Emilio me ve y sabe que algo anda mal, pero elige no decir nada, solo enciende el auto y nos vamos.
Estoy mirando por la ventana, cuando escucho como él se aclara la garganta-¿Estás bien Isabella? ¿Tienes algún problema?, si necesitas algo cualquier cosa dímelo, quizás te pueda ayudar- me rio sin humor de lo que me dice.
-¿Es así? bueno pues quiero hacer que mi hermana y tu jefe vuelvan, no puedo seguir viviendo en esa casa, no te puedo decir más pero ¿tienes alguna idea de cómo puedo hacer eso? Claro está sin que Dante quiera matar a mi hermana, no lo culpo hasta yo tengo ganas de hacerlo ahora- cierro la boca no vaya a ser que hable de más y se arme un río de sangre en la casa.
-¿Alguien te está lastimando? ¿Quieres que lo mate por ti?, te puedo ayudar hacer eso Isabella, pero debes confiar en mí, estoy aquí para ti yo siento algo por ti, déjame ayudarte- sus palabras parecen sinceras, quiero tener a alguien que de verdad este para mí, quiero apoyarme en alguien y que me cuiden, amar no, eso es complicado además no quiero estar atada tan joven a alguien, solo pasar el rato, pero que de verdad me haga sentir que soy importante.
-¡Te escucho guapo! ¿Qué propones?-él parece que quisiera decir algo más pero aprieta su mandíbula fuerte, toma un respiro y relaja su expresión otra vez.
Lo miro enarcando una ceja para que sepa que si note eso, pero él hace de cuenta que no pasó nada.
-Esta bien, pero quiero que nos conozcamos, quiero ser tu novio Isabella- ¿Qué? le dije que quiero ayuda y se me declara, estoy negando con la cabeza y él me hace un gesto de que espere que no ha terminado-Debemos tener confianza, yo quiero que sepas que voy enserio contigo Isabella, te voy ayudar voy hablar con Dante y hacerlo ver la posibilidad de que se reúna con tu hermana tú debes hablar con ella, sin que Gabriel su nuevo amante escuche, ¿entendido?- respondo con rápido si, pero su gusto por mí, no me convence, solo espero no equivocarme.
Llegamos otra vez a la Bar- discoteca subterráneo y me quito el buzo, lo lanzó a los asientos traseros junto con mi bolso pero antes saco mi celular, el resto no me importa.
Bajo del auto y empiezo a caminar a la entrada del edificio, segundos después escucho un portazo con fuerza seguido de una maldición, sin más aviso soy girada para quedar cara a cara con Emilio muy cabreado.
-¿Cuál es tú problema por qué me detienes y me giras así todo brusco?- su agarre en mí brazo no me lastima, es muy cuidadoso y hasta algo considerado, no como Gabriel, sacudo mi cabeza para alejar a ese tipo de mi mente.
-¿Por qué viniste con esa ropa diminuta? veo toda tu espalda, no llevas brassier, esos shorts son muy pequeños y ajustados no dejan nada a la imaginación Isabella ¿Estás buscando con quién tener un polvo en los baños?- dice todo eso a medida que me hace retroceder hasta quedar atrapada entre la pared y su cuerpo.
-¿Si eso es lo que busco hay algún problema? Tú te comportas como una joven virginal que teme ser violada o quiere mantenerse casta hasta el matrimonio, ¡Yo no!, yo necesito olvidar, no quiero pensar ni sentir, solo quiero vivir el momento, ¿quieres ser mi novio? bien seamos novios, pero lo que no me quieres dar lo buscaré en otro lado siempre, que te quede claro- lo empujó suavemente con una mano, para seguir caminando y entrar al edificio.
¡Gabriel esto es un gran jodete de mi parte! buscaré ayuda pero no dejaré que toque a mis sobrinos ni a mí.
Emilio:
Jodido Dante, esto me las pagarás y haré que te cueste algunos millones.
Sigo a Isabella mientras alumbró el camino con mi linterna y por más que me digo que esto terminará mal, no puedo dejar de admirar su cuerpo, su trasero firme y redondeado, sus piernas largas y bien torneadas, ese short es muy pequeño deja al descubierto una parte de esos glúteos perfectos, me preguntó ¿Cómo será morderlos? ¿Clavar mis uñas en el? ¿Serán suaves como su piel? me pican las manos por estrujarlos, hacerlos rebotar y esa espalda perfecta, la maldita descarada se recogió todo el cabello en un solo hombro, dándome una vista perfecta de cómo sería si la tuviera desnuda de la cintura para arriba.
Mis pantalones me están apretando, siento que la tela me roza la polla, mierda no debería excitarme ella no es legal, Emilio métete en la maldita cabeza que ella no es legal.
Y si tú no puedes clavar la polla en ella, nadie más lo hará mientras estés en este bar con ella, así tenga que matar al maldito frente a sus ojos pero no dejaré que nadie toque ese hermoso cuerpo y lo contamine.
Si tan solo pudieran pasar los años volando y ella no me odie, la tomaría de todas las formas en que imagino en mi cabeza, por qué aunque quiera negarlo Isabella se está metiendo en mi sistema de a poco y me asusta que pase lo mismo que con Alessandra, aún siento algo por ella, pero cada vez ese sentimiento se va desvaneciendo poco a poco cuando paso más tiempo con Isabella.
-¿Emilio estás listo para que hoy tu noche sea inolvidable?- dice con una sonrisa en su rostro que me dice que hoy terminará mal para uno de los dos, solo espero que no tan mal.
-¡Vamos Isabella! solo piensa bien las cosas que hagas hoy, de ti depende si hoy alguien pierde la vida- una vez dicho eso, tocó el botón de la puerta para que que nos dejen entrar solo espero que no esté Sam, la última vez ella le dijo He-Man no se lo tomo bien que digamos, ojalá esté Jerry.
¡Jesús solo no dejes que esta chica sea mi muerte!
Pago el ingreso a Sam y le lanzó una mirada de advertencia a Isabella, que no esté molestando ella se ríe y hace un gesto de que su boca está sellada.
Sam le lanza una mala mirada y la ignora después, sigo caminando sintiendo a Isabella seguirme.
Está más lleno que la vez anterior, una vez que Isabella entra algunos chicos empiezan a mirarla, de pies a cabeza como si la estuvieran imaginando desnuda eso me enoja a tal punto que quiero golpearlos, ella camina con elegancia y sensualidad, sabe que la miran y le gusta, mueve su cabello, arquea más la espalda para lucir más atractiva al caminar una vez que llega a la barra se inclina sobre ella y le susurra algo al bar tender esté sonriente le trae su pedido, me acerco a la barra y pido un trago fuerte, necesito calmarme y rápido.
Ella ya está bebiendo una cerveza y por lo visto tiene su mirada en alguien, esta chica saca al asesino que hay en mí que trato de esconder a toda costa.
¿Cómo sería tener una relación con ella de verdad? pienso y llego a la conclusión de que me no me gustaría la respuesta.
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Me Engañaste y lo vas a Lamentar
RomanceIsabella Cavour Castagna toda su niñez fue temerosa y cansada de esconderse en su cuarto, no poder salir con sus amigas y tener una vida normal, añádele también a su hermano Luciano que prometía hacerle conocer placeres inimaginables. En New York le...