Capítulo #16

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Emilio:

Acabo de perder la cabeza y estoy completamente loco, es lo único que se me ocurre para hacer esto que estoy haciendo ahora.

Follando rápido y duro la boca de Isabella, no puedo evitar gemir en aprobación por lo buena que es en esto.

Pensé que iba a retroceder pero no, ella hizo lo que le dije se arrodilló y gateo hasta donde estoy yo, desnudo y tan duro como una piedra.

Agarro su cabello con ambas manos con fuerza para mover más rápido su cabeza y poder llevarme más profundo en su garganta, ella tiene arcadas pero nose retira al contrario clava sus uñas en mis muslos con fuerza, eso solo me excita más.

Salgo de su boca y ella jadea por aire.

-¿Qué pasó? ¿Es mucho para ti?, puedes retirarte ahora Isabella, una vez que te tenga desnuda no hay marcha atrás, nada ni nadie me detendrán de follarte hasta el amanecer- ella niega y se limpia la boca con su mano, para luego lamerse los labios y mirarme con ojos suplicantes.

¡Eres un maldito enfermo Emilio ella solo tiene 17!, debes detenerte, ahora .

-¡Vamos Emilio no te detengas! o juro que saldré desnuda por ese pasillo y me follare al primero que se me cruce - se que lo hará, pero no la voy a dejar.

¡Solo una vez Emilio y de ahí nunca más!

-¡Cállate!, ¿Seguro que no estás muy drogada?, no quiero sentir que me estoy aprovechando de ti - eso la hace enojar y con el ceño fruncido se quita la blusa con rabia, dejando al descubierto sus pechos, son redondos y con pezones de color café claro.

Sin decirle nada ella me agarra la polla llevándola a su boca y chupando como si fuera la cuchara de helado que se metía a la boca aquella vez que fuimos a comer.

No solo me llena de mal humor porque estoy disfrutando de este momento, lo que más me da rabia es que ella es buena haciendo esto, esto quiere decir que ya tiene experiencia.

Me hundo más en su garganta con fuerza y enojo, ella se agarra a mis caderas con ambas manos, queriendo llevarme más profundo, como si no le bastará que este clavada ya toda mi polla en su boca.

La empujó para que me suelte, por mucho que me guste la mamada que me está dando, faltan muchas cosas por hacer.

-¡Quítate el resto de ropa, Ahora!- se pone de pie y se quita el short y las bragas.

Se acerca a mi y busca besarme, pero yo giro mi rostro lejos, no me gusta que me besen, mucho menos alguien por quién no siento nada, ella se enoja por mi rechazo pero no le doy tiempo a pensar y la tumbó en la cama, tomando un condón de los que deje al alcance, lo abro y me lo pongo.

-Tomo la píldora, y no soy promiscua- pero no me importa, me gusta ser precavido, no sería la primera ni la última que asegura que va a tener un hijo mío.

-¿Es así?, Bien por ti y ese novio patético que tienes- sin perder más tiempo hablando me meto en ella, al principio se retuerce, quizás fui muy tosco y no me asegure de que este bien lubricada.

¡Eres un imbécil, ella no es Alessandra!, que la follas con el objetivo de lastimar.

Me inclino y muerdo uno de sus pechos, ella clava sus uñas en mi cuello, lo suelto y voy por el otro, mientras me muevo con fuerza dentro de ella, no para de gemir y gritar, tapó un poco su boca, muy pronto vendrán a mi puerta a tocar para saber que está pasando aquí, porque algún huésped se va a quejar al escuchar sus gritos.

Busco la corbata que está cerca de las almohadas y me inclino para poder cogerla, una vez que la tengo en mis manos, me salgo de Isabella y la pongo de rodillas, paso la corbata por su cuello uniendo ambos extremos, ella se asusta.

-¿Emilio qué haces? ¿Por qué me pones esto en el cuello?- trato de contenerme y no ser tosco, maldita Alessandra me has arruinado.

-¡Silencio! ya sabes que no te voy a lastimar, solo no grites mucho-me meto en ella otra vez y agarro tirando un poco la corbata al ritmo de mis embestidas.

Sabía que sus glúteos serían perfectos como me los imaginaba rebotando, clavó las uñas de mi mano izquierda en uno de ellos, sin perder el agarre del cuello de Isabella, ella mueve sus caderas al mismo ritmo que las mías, joder nada de esto es mágico ni perfecto como unos aseguran cuando tienen sexo con alguien que le atrae.

¡No!, esto es crudo, intenso y carnal.

Ella se pega a mi pecho y sube una de sus manos para agarrar mi cabeza acercando mi cabeza en un intento de besarme, pero la esquivo, ella ofendida porqué la rechace otra vez, clava sus uñas fuerte en mi nuca, dónde tiene su mano.

-¡Joder Isabella!, espero tengas ganas de repetir, porque lo digo enserio te follare hasta que amanezca- y así lo haré, nunca se sabe cuándo podré volver a probar este cuerpo tan suave, sin contaminar.

Tiro más fuerte de la corbata, estoy cerca, dejo de apretar uno de sus glúteos, para frotar su clítoris rápido y duro.

-¡Vamos Isabella! tómalo todo, vamos muévete más rápido, más duro o es mucho para ti -ella no me decepciona, unos momentos después se corre, la inclino haciéndola que se apoye sus antebrazos en la cama, dejándome así el ángulo perfecto para poder hacer lo que quiero, tiro con más fuerza de la corbata que está en su cuello, pero sin ahogarla, ella gime más duro, segundos después estoy sobre su espalda, gritando en su piel perfecta y suave, mi orgasmo.

Mierda, estoy jodido lo sé.

Me Engañaste y lo vas a Lamentar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora