Capítulo # 24

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Emilio:

Alessandra será mi perdición, eso lo tengo claro.

No soy perfecto eso lo sé muy bien, pero no puedo evitar darle una bofetada fuerte a esta mujer que es una víbora, la veo caer a la cama con fuerza y llevarse las manos al rostro, sus ojos está llenos de sorpresa y enojo.

-¿Quién te dijo que abras la boca Alessandra? Y si Dante decide ponerte una bala en la frente, antes de burlarte de Isabella no se te ocurrió eso- ella se sienta de golpe dejando el show de damisela herida.

Emilio amore no dejes que Dante me lleve o me lastime por favor!, perdóname no lo volveré hacer- se arrodilla frente a mi con sus lágrimas falsas.

De verdad que a veces me preguntó que hago con ella aún, cuando Dante me ofreció regalarla le hubiera dicho que no.

-¡Déjame pensar! y la próxima vez mantén tu boca cerrada, tú y yo no somos nada que quede claro- molesto me voy al baño y golpeó la puerta de frustración.

Nada está saliendo bien, gracias a la imprudencia de Alessandra debo acercarme a Isabella y hacer control de daños.

Pero eso no me va a impedir castigar a Alessandra como me de la gana ella sabe lo que le espera.

Isabella

Cabrón se va a enterar, ya sé que no estamos enamorados ni nada por el estilo, pero que Dante lo haya enviado eso solo me deja otra cosa por hacer.

Totalmente enojada me meto en la cama tratando de dormir para mañana poder enfrentar a mi cuñado sin que mi hermana escuché, ellos están en una nube rosa ahora que volvieron, puaj.

A la mañana siguiente...

Apenas me despierto me aseo y arreglo lo más rápido que puedo, necesito ver a Dante a solas en su despacho, este uniforme es un dolor de cabeza debo atar la jodida corbata pequeña y no sé cómo hacerlo, la hago una bola y la meto en mi mochila.

Me muevo lo más rápido que puedo y ya una vez fuera de su despacho toco la puerta, escucho un pase y no pierdo tiempo.

-¿Tú le dijiste a Emilio que me follara? ¡Solo por qué querías a tu familia de vuelta! eso es increíble, ¿sabes que eres un completo imbécil? te tenía por alguien diferente pero que equivocada estaba - Dante se queda con la boca abierta pero se recupera rápido.

-¿Quién te dijo eso Isa? ¡Siéntate hablemos por favor!- eso solo me da más rabia.

-¡No, no quiero sentarme! estoy tan cabreada Dante que te juro soy capaz de golpearte ¿Por qué jugar así conmigo? me hubieras contactado y te hubiera ayudado gustosa, pero enserio Dante tú y mi hermana tienen serios problemas, van por la vida jodiendo a los demás en su proceso de huir o tomar venganza- trato de respirar para calmarme no ayuda.

-¡Isa por favor cálmate! no hagas una locura, tus sobrinos y tú hermana están felices ahora acá, no hagas nada que te puedas arrepentir - ¡Oh señor! ¿va a usar eso contra mi?

-Estoy sin palabras Dante, solo te diré que decepción que me acabas de dar y referente a lo otro lo voy a pensar, por cierto de ahora en adelante voy a salir todo lo que quiera y a la hora que quiera, Lidia con mi hermana que no se meta en mi camino, adiós cuñado- me voy antes de que cometa una locura y terminé encerrada en prisión o un manicomio.

Escucho sus gritos enojados llamándome que regrese pero a la mierda él y a la mierda todos.

Ya en el colegio estoy de un humor de mierda, que cuando me llaman la atención por la estúpida corbata y yo solo le saco el dedo medio como respuesta y sigo caminando.

Estoy en el aula ya esperando que empiece la clase de matemáticas, cuando dos chicas se me acercan y una se sienta delante de mi para girarse quedando de frente y la otra a mi lado, levanto una ceja de forma interrogativa, me quedo un rato sorprendida pero me recupero rápido, No sé quiénes son y que quieren, quizás son novias de esos debiluchos de ayer.

-¿Tu eres Isabella, verdad?, mucho gusto soy Maya y ella es Chloe, queremos decirte que estamos agradecidas contigo por la golpiza que le diste a esos 4, se creen lo mejor en este Colegio, ¿Qué vas hacer el Viernes? ¿Te dejan salir a fiestas?- la chica que se atrevió hablarme es una linda pelinegra, con ojos marrón, maquillaje perfecto, su uniforme igualmente y tiene su cabello en una gran trenza sobre su hombro izquierdo, pero no puedo evitar preguntarme ¿Qué solo por eso se acercaron a mí?

Abro la boca para responder pero la otra llamada Chloe una chica pelirroja con ojos azules algo guapa y con su uniforme arreglado perfectamente, sin un cabello fuera de lugar, se adelanta a decir algo.

-¡Maya dale un respiro!, Soy Chloe, un gusto y si estamos agradecidas de corazón así que ¿podemos pasar el rato contigo de ahora en adelante?- da una pequeña sonrisa pero habla suavemente y muy educada, al contrario de Maya que es como más despreocupada y más informal.

Simplemente Wow, estoy con un humor de mierda y Dios simplemente me manda a estás chicas que se parecen mucho a Pinky y cerebro, esto es una mierda.

Digo lo que se me ocurre para tratar de sacarme a estás dos de encima-¡Tengo novio! Lo siento chicas, pero le gusta aprovechar cada momento que podemos, ya saben armarios del conserje, pequeños recesos, el almuerzo, de aquí salimos y vamos a mi casa o a la suya a seguir besándonos y más cosas, ustedes me entienden- que vergüenza tener que mentir para que me dejen en paz.

Al principio se quedan muy sorprendidas pero Maya es la que se recupera más rápido -¿Si y quién es?- carajo, no pensé en eso.

-Pues queremos ser discretos, ya saben él si es conocido yo no así que es algo entre nosotros- ojalá que con eso dejen de molestarme.

-¿Por qué? no se supone que cuando tienes novio lo presumes, bueno eso haría yo- me está dando dolor de cabeza tratar con estás dos.

Voy a decir algo cuando Nathan entra en el salón, que raro hasta ahora nunca me di cuenta que compartíamos aula, las chicas lo miran con ojos soñadores, mientras que los chicos le dan miradas de burla, él ignora a todos menos a mí, justo en este momento decide hacer contacto visual, fruncir un poco el ceño dándole paso a ese rubor en su cuello que tanto me fascina porque se que esta incómodo o enojado, luego hace un pequeño gesto con su cabeza a modo de saludo y mira para otro lado, mientras camina y busca un asiento a dos filas de dónde yo estoy con estás chicas.

Todo pasa tan rápido que si no hubiera estado atenta me lo hubiera perdido, quizás estás chicas no lo notaron, pero con la suerte de mierda que tengo eso era ser mucho pedir, porque ambas notaron ese pequeño gesto.

Carajo, hoy me levanté con el pie izquierdo.

Me Engañaste y lo vas a Lamentar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora