Isabella:
Emilio siguió intentando que me ponga la blusa ¿Pero saben qué hice?, Lo mandé a la mierda y le lance mis Jimmy Choo, mientras él maldecía yo reía.
Llámame infantil, pero nunca pude hacer eso con nadie, jugar, reír libremente, ni siquiera con mi hermana Allecra.
A veces Bella jugaba conmigo pero no así, ellas siempre estaban en sus cosas de chicas grandes y con Luciano pues es obvio que nunca iba a pasar eso.
-¿Estás enojado?, puff que amargado eres Emilio ¡Vive suéltate un poco!- como si ya hubiera tenido suficiente de mí, agarra los zapatos, desbloquea el auto y lo lanza adentro.
-¡Entra Isabella!, Vamos a llevarte a tu casa ¿No vas a tener problemas o sí? y por favor ponte la jodida blusa, pareces una maldita mocosa de 5 años- eso me enoja tanto, que ya no me dan ganas de ser amigable con él.
-¡Bien, pues puedes irte a la mierda, Emilio!- tomo mi blusa y me la trato de poner lo mejor que puedo, pero fracaso en el intento porque sigo sintiendo que todo se mueve a mi alrededor como si estuviera en un carrusel.
Él sacude su cabeza y toma una respiración profunda, luego se acerca a mí y me ayuda a ponérmela, me hace levantar los brazos y baja la blusa suavemente por mi cuerpo, esto se siente muy íntimo, no me gusta.
Una vez que termina me alejo de él y me apoyo en el auto para poder avanzar hasta la puerta del pasajero, trata de ayudarme pero le hago un gesto de que no.
Abre la puerta como todo un caballero y se aleja para abrir la suya, lo ignoro todo el camino y ahora que recuerdo el dijo que me iba a llevar a mi casa, ¿Cómo sabe dónde vivo?
-¿Vamos a mí casa verdad? ¿Me preguntó cómo es que sabes dónde vivo?- él me da lo que se supone sería una sonrisa, pero termina siendo una mueca.
-¡No lo sé! Se supone que tú debes de darme la dirección ¿O no quieres que te dejé ahí?- por un momento pensé que sabía, por mucho que odia a Gabriel no le puedo dar nuestra ubicación.
Una cosa es que sepa dónde está la escuela, es algo de conocimiento público, otra cosa es que le diga dónde nos escondemos.
-¡No quiero ir! Sabes que ahora quiero ir a tu habitación de hotel, dormiré ahí hasta mañana ¿Qué te parece?- una vez dicho eso cierro mis ojos y finjo quedarme dormida.
Solo que en realidad me termino quedando dormida.
Al siguiente día...
¡Dios mío! en mi cabeza parece que hay un jodido taladro, siento que si me muevo ese jodido taladro hace más daño en mi pobre cabeza, me giro suavemente hasta quedar boca arriba, observo el techo que es de un color blanco con trazos finos en color dorado, como si le dieran forma a una especie de sol.
¿Dónde estoy? ¿Acaso me fui con algún desconocido al azar?
Muy despacio hago un repaso de lo que pasó ayer y solo me acuerdo hasta cuándo me subí al auto de Emilio, no me acuerdo más.
Me pasó una mano por la cara, giro mi cabeza a la izquierda y la vista que tengo me deja sin palabras, ¡Madre de Dios!
Emilio está en ropa interior durmiendo a mi lado, está boca arriba con la cabeza girada mirando a la pared, puedo apreciar ese cuerpo perfecto, con músculos en los lugares correctos, no me mal interpreten Jared tiene lo suyo, pero Emilio es un hombre en todo el sentido de la palabra, no un niño como lo es mi ex, lo que veo ahora me gusta y mucho, los tatuajes que hermosos, en su pecho, su costado, sus brazos, solo había visto los que tiene en ambas manos pero no le había dado mucha importancia, ahora no solo quiero verlos a fondo, quiero lamerlos y morderlos uno a uno.
Sacudo mi cabeza como para despejarme pero eso solo hace que mi cabeza duela más, ¡Auch! me trago un gemido de dolor.
Bien Isabella por mucho que te guste comerte con los ojos a Emilio, debes ir a clases y luego a casa.
Agarro mi celular y veo la hora, son las 6:30am me da algo de tiempo para arreglarme y ponerme el uniforme ajado que está en mi mochila.
Me pongo de pie de mala gana y camino al baño, estoy con el jean de ayer y sin blusa, cierro la puerta sin seguro, tampoco es que él me vaya hacer algo, me quito toda la ropa quedándome desnuda, estoy sacándome el moño para poder mojar mi cabello, cuándo la puerta se abre, estoy de espaldas y giro mi cabeza para ver a Emilio congelado, yo solo sonrió y sigo hasta la ducha abriéndola y metiéndome en ella, cierro la puerta corrediza mientras me rio, segundos después escucho como da un portazo, me rio más fuerte ¿Será tan inocente como aparenta? No lo creo, las personas como él son las peores, por qué no sabes que esperar o con que tipo de persona tratas, abro la llave y dejo que el agua fría se lleve todo el sudor y malestar con el que me levanté.
Una vez que ya termino de ducharme, agarro una toalla me seco el cabello y la envuelvo en mi cuerpo, salgo del baño solo para descubrir a Emilio susurrando con alguien por medio de la puerta abierta apenas una pequeña rendija, me escucha que acabo de salir del baño y se despide rápidamente no dejándome ver quién estaba del otro lado.
-¿Puedes por favor vestirte? ¿Quieres me lleven preso o algo así?- espeta enojado y metiéndose al baño sin darme oportunidad a decir nada.
¡Estúpido, solo salí a buscar mi ropa!, no es como si le dijera fóllame y luego nos grabe para subirlo a la web diciéndole a todos que soy menor de edad.
Agarro mi mochila y saco mi uniforme, tomo un par de bragas limpias y me las pongo rápido, luego el brasier, quito la toalla del camino para que me pueda vestir bien, subo mis medias una a una hasta la rodilla, estoy pasando por mi cabeza mi blusa, cuándo Emilio sale recién duchado y con una toalla envuelta en su cintura.
¡Queridos dioses, si antes babeaba ahora estoy en shock con tanta perfección!
Él parece sacado de un jodido libro, solo ahí he leído que los hombres son criaturas divinas con cuerpos deliciosos.
Me lanza una mirada enojada y camina al armario sacando otro traje perfectamente planchado, este es de color azul oscuro, puedo apostar a qué le quedará ajustado en los lugares correctos.
-¡Pues ponerte decente, Isabella!, apúrate que nos vamos tengo que llevarte a la escuela- con eso entra otra vez al baño, azotando la puerta.
-¡Cretino, como si te fuera a violar o algo así!- ahora me pongo la falda, mierda parece que una vaca hubiera masticado y escupido mi uniforme.
Me hecho desodorante y perfume, siempre cargo en mi mochila, con Jared y sus folladas no puedo andar apestando a sudor, se tomar duchas rápidas en la escuela.
Pasó mis dedos por mi cabello peinándome lo mejor que puedo, aplicó rímel, delineador negro, y el labial pero apenas como para darle un tono de rosado natural a mis labios.
Una vez que estoy satisfecha y he arreglado lo mejor que he podido mi uniforme, espero a que Mr. Gruñón salga para poder recoger y guardar mi ropa.
Unos minutos después ya estamos subidos y con rumbo a la escuela, voy revisando mi celular y veo llamadas de Allecra, de Jared, mensajes de voz, de texto, elimino todo.
Me importa una mierda lo que me tengan que decir ambos.
En la escuela tendré que lidiar con el primer problema Jared, en casa tendré que lidiar con Allecra y el estúpido de Gabriel.
Me recuesto un poco en el asiento y cierro mis ojos, preparándome mentalmente para todo que se me viene hoy.
¡Señor, ten piedad hoy!
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Me Engañaste y lo vas a Lamentar
RomanceIsabella Cavour Castagna toda su niñez fue temerosa y cansada de esconderse en su cuarto, no poder salir con sus amigas y tener una vida normal, añádele también a su hermano Luciano que prometía hacerle conocer placeres inimaginables. En New York le...