Emilio:
¡Voy a ser Padre! ¿Yo?, No puede ser, no me lo creo aún.
Alessandra se ve horrible, con manchas oscuras bajo sus ojos, pálida, dice que alguien la busca, que la va a matar si la encuentra, que debo de ayudarlos ella insiste en que es mi deber, ya que el bebé en su vientre es mío.
¡Mierda!, Esto es una completa mierda, no creo que sea un buen padre, pero si debo darle algo a su favor, ella no usaba ningún método anticonceptivo mientras la tenía cautiva ¡Emilio, eres un cretino!
-¿Me escuchaste?, Te dije que en un mes o menos el bebé va a nacer, necesito que me ayudes, debes estar conmigo, tú fuiste el que insistía en tener ese festival de sexo, casi todos los días- eso me pone de peor humor, ella vuelve a tener razón en la parte del sexo, sin embargo ¿Cómo se si ese bebé es mío?, Lo peor de todo es que estoy divido entre aceptar de buena gana para castigarla por haber corrido lejos y a la vez no, porque se que todo lo que viene con ella es una maldita trampa.
-Mira Alessandra te has ido por muchos meses, que serán unos 8 o 9 meses, no puedo creer de buenas a primeras que ese bebé es mío- estoy distraído mientras me pasó un mano en mi cabeza, cuando ella se lanza a mí, giro mi rostro lejos y levanto las manos pero en el último momento desisto de empujarla no quiero lastimarla, ella clava sus uñas en mi cuello en ambos lados.
Ahora como que me arrepiento de no haberlo empujado, pero tiene un bebé inocente en si vientre, agarro sus manos y la alejo sin ser muy brusco.
-¡Maldito, ahora andas con esa mocosa de Isabella!, Todo lo que me dijiste fue mentira, que me amabas, que querías estar conmigo siempre-sigue forcejeando está muy alterada, pensé que había dejado atrás esa forma de ser suya de buscar pelea por lo mínimo.
-¡Qué dices mujer! Ya quédate tranquila, vas a lastimar al bebé-eso parece hacer efecto, porque deja de intentar llegar a mi rostro y se derrumba sobre mi llorando.
¿Qué me pudo haber gustado de ella? ¿Solo fue lujuria?, Quizás nunca estuve enamorado solo fue un capricho y ahora me doy cuenta.
-Emilio, mi amor por favor, no nos dejes, él no dudará en matarnos, por favor te lo ruego- sigue lamentándose y llorando, si Isabella no quería ni verme antes con esto me querrá a Kilómetros de ella.
-¿Quién es él? ¿De quién te escondes Alessandra?- ella niega mientras trata de abrazarme pero tengo un fuerte agarre en sus manos, por si decide jugar sucio y quiera volver atacarme.
-No puedo...Nadie puede saber de él, lo que planea y que ya está mejor, si sospecha que dije algo de lo que por error escuché me matará y a mi bebé también, por eso huí de él, de todas formas lo iba hacer si me quedaba ¡Te lo suplico ayúdame, por nuestro bebé!-¿Él? Pero quién es él, debo hacerla hablar, así que debo seguirle la corriente.
-Esta bien Alessa, ya todo paso no te preocupes, yo los cuidare a los dos, vamos debo llevarte a un lugar más seguro, aquí no puedes estar más, no puedes volver-levanta de golpe la cabeza y me mira con odio.
-¿Por la estúpida de Isabella? ¿O te da vergüenza que lleve a tú bebé?-este tema del bebé me está sacando de quicio, me niego a creer que la vida me castigue así.
-El nombre de Dante te suena de algo, casi haces que se divorcien cuando Allecra te descubrió aquí, si quieres un tiro en tu cabeza adelante, sigue entrando a escondidas-eso parece hacer entrar algo de razón en su cabeza, pero conociendo su manera de ser ella buscará la manera de entrar otra vez sin que la vea Dante, maldita Vanna y sus formas secretas de entrar en esta casa, me deja en ridículo ya que soy el responsable de la seguridad aquí.
-Tienes razón, es verdad, disculpa amore mío, me deje llevar- una vez que estoy seguro de que no va a intentar nada, tomo mi comunicador y me cercioró si esta Dante o Allecra a la vista, cuando me dicen que no.
No pierdo más tiempo y la saco de aquí, la voy a esconder en mi antiguo departamento nadie la buscará allá, está lejos de aquí y en un barrio decente, así que ella no correrá peligro, me arde el cuello después me trataré estos rasguños.
Debo aguantar un mes o si tengo suerte menos, pero ese niño no puede ser mío. Mañana trataré de hablar con Isabella, debo hacerle entender que este niño no es mío...O tal vez si, carajo que problema.
Isabella:
Estoy cabreada, no solo mi noche fue una mierda ayer, de mañana casi me dejan sin mi cita en el salón de belleza por el error de una chica nueva que misteriosamente no había anotado la que hice días atrás, luego me llega un mensaje de texto del cabrón de Nathan, si eso es lo que es, diciéndome que no puede ir al baile conmigo porque la manipuladora de su novia tuvo una "emergencia" y lo necesita.
-¡Eres un completo tonto! Prefieres estar con ella que cumpliendo con el compromiso que tenías conmigo, Rothschild-él me dice que ella es su novia verdadera y yo no, eso me hace apretar los dientes fuerte, si lo tuviera frente a mí lo golpearía y muy fuerte-Esta bien, está bien, sabes que te puedes ir al carajo por mi parte, me voy a emborrachar y a follar con cualquiera que vaya a la misma escuela y que se riegue el rumor de que eres engañado, adiós cretino-estoy tan tentada de hacerlo pero él es mi tapadera, beberé, bailaré y sobre todo si tendré sexo, solo que seré muy cuidadosa de que nadie se entere, déjare que me haga unas cuantas marcas que él vea cuando nos volvamos a encontrar.
Me recogen las chicas pero una vez que ven mi cara de que no estoy para aguantar la mierda de nadie, Chloe cierra su boca y no dice nada, sabe que saldrá perdiendo si se mete conmigo estando así.
Llegamos a la sala donde es el baile, mientras otros lo hacen en sus gimnasios en su escuela, nosotros alquilamos un salón elegante en uno de los mejores lugares de Londres, el Hotel se llama London Palace es de cinco estrellas y tiene un servicio de primera, pero todo eso me importa una mierda, porque lo único que quiero ver es que tan fuerte es la bebida y que chicos hay aquí para escoger, porque los de la escuela a casi todos los conozco de vista, pero hay otros chicos nuevos que vienen como parejas de las chicas que estudian en mi escuela.
Isabella es hora de jugar, veremos qué podemos tener esta noche, dejo mi cartera en la mesa que tiene nuestro nombre y camino como si fuera la dueña este lugar en dirección a la barra.
Siento las miradas de los chicos y chicas que van a las fiestas de Chloe y Maya, pero siento una que me molesta, por ahora la ignoro no creo que el idiota de Nathan haya decidió venir, sus pelotas están en el fuerte agarre de esa bruja manipuladora de Carlota. Le sonrió juguetona al chico de la barra y le digo que cuando termine su turno podemos ir a los baños a tener un poco de acción, eso hace que me de el trago más fuerte que tiene, whisky y por su olor parece del bueno, bebo un pequeño trago y casi lo escupo esto si que quema.
Bien esto ayudará con mi enojo, antes irme le guiño un ojo y le lanzó un beso, camino hacia la mesa con mi vaso en una mano y la botella en la otra, la noche acaba de empezar.
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Me Engañaste y lo vas a Lamentar
RomanceIsabella Cavour Castagna toda su niñez fue temerosa y cansada de esconderse en su cuarto, no poder salir con sus amigas y tener una vida normal, añádele también a su hermano Luciano que prometía hacerle conocer placeres inimaginables. En New York le...