Capítulo#4

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Isabella:

Pues no me equivoqué con Jared, marco mis pechos y mi nuca, me hizo otras cosas dolorosas que no creo que estén listos para saber a que me refiero, por lo menos aún no.

El idiota dijo que se quería asegurar que si alguien más me follaba de frente o de espalda vería sus marcas, si me preguntas eso es algo estúpido, el que quiere follarte lo hará, así tengas un anillo de matrimonio en tu dedo.

¿Por qué lo detendría unas estúpidas marcas de mordidas en el cuerpo?

Si lo que necesitan esta entre tus piernas no en el resto del cuerpo, pero no le señalé lo obvio, se supone que él es más listo que yo.

¿Por qué haces esto Izzy? ¿Por qué te metes con ese Don nadie?, ¡Acaso lo que te doy y te hago no es suficiente!— lo dice mientras está embistiendo con fuerza dentro de mí y tapando mi boca para que nadie pueda escuchar los sonidos desesperados que salen de mi boca en caso de entren a los vestidores.

Pues verán Jared tiene un fetiche al momento de follar, lo pone a mil hacerlo en lugares donde pueda ser descubierto, pasillos, salones vacíos cerca de los que están ocupados, vestidores, duchas, debajo de las escaleras principales del colegio, debajo de las gradas del campo de fútbol, salas de cine, vehículo en parqueos públicos, etc.

Yo sigo pensando lo mismo, que no voy a regresar con él, ¿Pero debo de privarme de los orgasmos que me da? No, claro que no, pero si aparece otro candidato que lo haga mejor que él, pues esto que tenemos terminará de una vez por todas.

—¡Joder Izzy fui tú primero y siempre seré el único para ti!, mataré a quien quiera alejarme de ti— eso es mentira, porque eso no va a pasar.

Muerdo su mano para que la quite de mi boca, lo hace de mala gana y respondo jadeante por las embestidas que me da.

En... En tus...sueños Jared, ah ah, ¡Mierda!, prefiero estar muerta antes de que eso suceda—él sigue follándome con más intensidad, yo estoy cerca y él lo sabe, porque muerde mi espalda y eso es suficiente para que mi orgasmo llegué.

Segundos después él alcanza el suyo, nos quedamos así un rato estamos muy agitados, respirando con dificultad, me separó de él, para poder acomodar mi ropa , lo hago mientras me observa sin decir nada.

—¿Hasta cuándo seguiremos así Izzy?, ¡Te dije qué fue solo sexo!, para alguien que afirma ser liberal te estás portando algo caprichosa y mojigata—eso no es verdad y me parece muy bajo de su parte.

—¿Sí?, Pues me importa una mierda si fue solo sexo o no, ¡Estabas en una relación conmigo!, si querías follarla debiste decirme antes y así te quedabas solo, pero vas y la follas para luego tener que enterarme como una estúpida al siguiente día en plena clase de Gimnasia— doy una última repasada a mi uniforme agarrando mi mochila del suelo y camino en dirección a la salida sin esperar respuesta alguna de él, estábamos escondidos  en las duchas más alejadas en los vestidores del baño de hombres

¡Esto no ha terminado Izzy!—le hago un gesto de lo que sea.

Mientras voy saliendo me topo a unos chicos de otro curso, me dan un mirada de curiosidad pero una vez que ven quién sale más atrás de mí de los vestidores, fingen no haber visto nada.

Estoy caminando a mi casillero para dejar los libros y meter la ropa que traje para ir al bar por si Emilio cumplía su palabra.

Como si lo hubiera llamado con mi mente, mi celular suena y es él llamando, no pierdo tiempo y respondo.

—¿Dime chico mentiroso?— él resopla desde el otro lado de la línea.

—¿Mentiroso por qué?—no pierdo el tiempo en aclarar lo obvio, allá él si se quiere hacer el desentendido.

Me Engañaste y lo vas a Lamentar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora