Capítulo #35

1.2K 74 28
                                    

Isabella:

Está tipa está loca, meterse aquí sabiendo que Dante la podía encontrar o Emilio, apostaría a que ambos no la dejarían ver la luz del sol otra vez.

-¿Acaso estás borracha o se te salió algún tornillo? ¡Yo no conozco al padre de tu niño!, Lo siento Alessandra, pero tú y yo no somos amigas, tú me odias y yo a ti, así que no sé que te impulso a venir acá hoy, pero sea lo que sea de seguro es una trampa, así que regrésate por dónde te viniste - me quedo igual alerta por si tiene alguna otra arma escondida, con estás locas nunca se sabe.

-¡Yo pensaba que entre tu hermana y tú, tú eras la más inteligente, pero me he equivocado!, sabes muy bien quién es el padre de mi hijo, no lo hagas por mi hazlo por mi bebé, necesito ayuda esta cerca de nacer, y él me está buscando, necesito poner a salvo a mi hijo, no importa lo que me pase a mi después- ¿Él? ¿Quién es él? Casi estoy tentada de preguntar, pero esta mujer es tan astuta como un zorro, así que si preguntó o doy alguna señal de que me importa no dudará en envolverme con algún engaño.

-¡No me interesa!, Te quiero fuera de mi cuarto, voy a buscar al padre de tu bebé y una vez que lo traiga los quiero fuera de aquí, mi templo no debe ser contaminado por sus dramas, suficiente tengo con los míos- estoy abriendo mi puerta para salir cuándo le digo una última cosa-Toca cualquier cosa de mi cuarto y te dejaré sin dedos, no es una amenaza es un hecho- ella resopla con disgusto y responde con un bien de mala gana.

Qué ironía de la vida, ahora soy yo la que tiene que acercarse a Emilio, de seguro el imbécil pensará que lo busco por qué decidí dejar de castigarlo, pero no, es todo lo contrario, pero también viene porque quiero ver su cara, no puedo evitar sonreír, lo llevaré a mi habitación haciendole creer que quiero algo con él, para luego ver su cara cuando vea a esa zorra con su abultado vientre.

Bien Isabella, quizás con esto te sientas pagada, me tomo unos momentos para pensarlo pero la verdad es que no, no siento que mi venganza esté completa.

Camino buscando cerca de la puerta principal porque ahí es donde por lo general sabe estar, pero en esta ocasión no está, le pregunto a uno de los chicos que están de guardia ahí, creo que este se llama Brad, me dijo que estaba con Dante, camino hacia su despacho y me inclino cerca de la puerta para tratar de escuchar si están en algo importante pero no escucho nada, estoy apunto de tocar la puerta para entrar, cuando alguien se acerca y me pone una mano en el hombro, sin pensarlo dos veces, me giro y lanzo mi puño para conectar en el rostro de mi atacante pero lo esquiva fácilmente, buscando al rey de Roma y él que se asoma.

-¿Qué te pasa Isa? ¿Qué haces por acá?- Me muerdo la lengua aguantando las ganas de mandarlo a volar mientras me digo una y otra vez mentalmente que debo llevarlo a mi habitación junto a esa zorra.

-Hmm...Nada, te estaba buscando ¿Me acompañas un momento arriba?, Quiero que me ayudes con algo muy importante- mis labios tiemblan un poco, pero muerdo suavemente mi labio inferior, en un intento de no reír.

-¿Te sientes bien? ¿Paso algo?- reprimo las ganas de abofetearlo porque eso es lo que me provoca con su falsa preocupación.

-¡Ven, necesito que me ayudes! Solo te tomara un momento- con eso me giro y empiezo a caminar de regreso a mi habitación.

Sigue haciéndome preguntas y yo lo ignoro, estoy tan ansiosa, la parte mala en mi está esperando este momento y la parte normal me dice que quizás no salga como espero.

-¿Isabella que va mal? ¿Quieres tener...Sexo?, Si es así de verdad que me siento halagado, pero ese no era el motivo por el que me acercaba a a ti, discúlpame si te di a entender algo que no era, solo quiero tú perdón, Isabe...- levanto una mano haciendo que se calle, porque acaba de hacer que el poco arrepentimiento que sentía por tener un hijo con esta loca se esfume así de fácil ¿Qué tienen estos hombres que se creen lo más divino del planeta? ¿Acaso siempre se trata de ellos y de sus pollas mágicas?, Sí, digo mágicas porque piensan que una vez que la tienes dentro de ti no podrás vivir sin ella, que los vas a seguir hasta el fin del mundo y que ellos te hacen un favor ya sea que estén contigo solo para pasar el rato o abriéndote los ojos haciéndote sentir que no eres lo suficiente para estar en una relación con ellos.

Me Engañaste y lo vas a Lamentar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora