Capítulo # 8

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Isabella:

Una vez que me despierto, estoy adolorida ¿no sé supone que cuando mueres no te duele nada?

Abro lentamente los ojos, para ver el techo de color blanco y unas luces alrededor ¿así se ve el infierno? todo de color blanco, por qué allá es donde iré, al cielo jamás podré entrar eso es seguro.

¡Oh Dios! me duele el cuello horrores, me duele tragar, me siento poco a poco, para descubrir que estoy en la enfermería de la escuela, la enfermera una chica de unos 22 años está que coquetea descaradamente con Jared.

¡Una víctima más si llega a caer en las manos de Jared!

Pero él está ignorando todos los coqueteos de ella, su atención está centrada en mi y una vez que ve que me levanto se aleja de la enferma para acercarse a mí.

-¿Cómo estás bebé? ¿Necesitas algo?- lo ignoro mientras me pongo de pie y busco mi mochila, la encuentro en una silla cerca de mi cama.

Saco mi celular, estoy revisando las llamadas y mensajes de Allecra en su mayoría, Emilio también pero son de saludo los que me ha escrito.

La enfermera se acerca a nosotros y me hace unas preguntas.

-¿Cómo estás? ¿Te duele algo?- respondo que no, que me siento bien, no dando más detalles.

Ella me deja ir con una advertencia por esta vez no avisará a nadie que me he "desmayado", pero que la siguiente vez dará aviso para saber que causa mis desmayos.

¡Tonta insinúa que estoy embarazada!

Quiero poner la mayor distancia posible entre Jared y yo, ahora mismo no quiero verlo.

-¡Izzy maldita sea te estoy hablando!- sigo ignorando su presencia.

La zorra de Amy aparece una vez que estamos en el pasillo con los demás estudiantes.

-¡Pero mira quién está aquí! La vagabunda de Stella, ¿La follada de ayer con ese hombre no te dio tiempo ni para cambiarte de uniforme hoy?- hago de cuenta que no me habló a mí.

Pero la muy zorra me tapa el camino, me detengo con Jared siguiéndome de cerca, ella se estremece al ver a Jared.

¡Quizás Jared ya empezó a sacar su lado rudo con ella!

-¡Si no te quitas de mi camino, lo vas a lamentar Amy!- es la única advertencia que le doy.

Ella mira entre Jared y yo, antes de hacerse a un lado y murmurar que soy una jodida loca de mierda y que Jared es un tonto por seguirme.

Me duele el cuello necesito llegar a un espejo y ver cómo se ve, no necesito a Allecra armando un escándalo y poniéndome hombres que me sigan dentro de la escuela, suficiente tengo con los que me vienen a ver y a dejar todos los días.

Mierda aún falta lidiar con Allecra en casa.

Estoy perdida en mis preocupaciones que no me doy cuenta que Jared sigue aún detrás de mi.

Me detengo de golpe y me giro enfrentándolo-¡Si me vuelves a poner una mano encima, le diré a mi novio que te mate!- me giro y sigo caminando hasta el baño.

Pero Jared es un total imbécil, se escuda al respaldo de su apellido y la fama de su tío le dan la confianza y seguridad de hacer lo que quiera siempre.

-¡Eso quiero verlo!, es más le mandaré un regalo de mi parte por meterse con lo que es mío- al fin deja de seguirme y se va.

Tengo tantas ganas de irme a beber y distraerme como lo hice ayer, pero eso es imposible, si no voy hoy a casa Allecra es capaz de mandar un escuadrón de búsqueda.

Una vez que entro al baño y puedo ver mi cuello, jadeo con horror está con unas grandes marcas que lo rodean completamente, son de color entre verde y morado.

¡Maldito Jared, me las pagarás!

Saco mi celular y le envío un texto a Emilio.

Isabella: ¿ocupado? ¿Quieres ir por un helado, chico mentiroso?

Me salpicó agua en el rostro para refrescarme, me siento algo cansada y débil, pero debe de ser por la resaca.

Suelto mi cabello del moño que tenía en un intento de tapar estás marcas feas.

Emilio: Para ti nunca, hermosa ¿Te paso a recoger al colegio cuando salgas?

Por mucho que quiera eso, no puedo debo ir a casa.

Isabella: ¿Qué tal ahora? Voy a escaparme.

Una vez que estoy satisfecha con mi apariencia salgo del baño de mujeres, miro a ambos lados para cerciorarme que no hay profesores a la vista y camino a la salida.

Con cautela me voy acercando poco a poco para ver si hoy está tontín en la entrada, gracias a Dios no está.

Mi teléfono vibra y lo saco para leer la respuesta de Emilio.

Emilio: ¡Seguro en diez estoy ahí!

Bien ahora debo de ser ingeniosa para que esté guardia no me detenga.

Finjo hablar con mi madre en el teléfono, estoy tan concentrada y sigo caminando poco a poco, el guardia me ve y me hace una seña de que regrese, tapo el auricular y le doy una sonrisa dulce- ¡Me vienen a recoger mis padres! solo estaré aquí a la vista hasta que lleguen ¿Está bien?- él asiente y no me quita la mirada de encima.

Sigo fingiendo que estoy en una llamada muy importante hasta que veo que Emilio se estaciona, levanto mi mano y lo saludo, él me me devuelve el gesto, ahora sí tomo una respiración profunda y a correr se ha dicho, guardo mi celular en mi bolsillo.

Corro y me subo rápido al auto, escucho gritos pero no me importa.

Sonrío débilmente y miro a Emilio, pero su rostro está serio y enojado, frunzo mi ceño no le encuentro sentido en que esté enojado.

Si no quería venir me lo hubiera dicho y ya, pero luego recuerdo que olvide de taparme el cuello con el cabello en mi carrera rápida por subir simplemente se me olvidó.

-¿Por qué me miras así? Sino querías venir me hubieras dicho que no podías y ya- miro por mi ventana tratando de poner una expresión de aburrimiento.

-¿Quién te hizo eso Isabella?- pregunta entre dientes.

-¿Qué te importa no es tu problema? o me vas a decir al fin con que intención te acercaste a mi ¿no?, bueno entonces sigamos así fingiendo que somos amigos- está bien fui una perra total con esa respuesta, pero tarde o temprano revelará con que intención se acerco a mi.

-¡Me gustas te lo dije y quiero estar contigo! no escondo nada, solo no lo llevo más lejos por qué eres menor de edad, te respeto- una vez dicho eso su agarre en el volante se vuelve más fuerte.

¡Si y yo soy virgen! más mentiroso no puede ser.

-¡No nos pongamos sentimentales aquí! para eso está mi ex, solo quiero un helado y ya, tu no te metes en mis asuntos y yo no me meto en los tuyos, pero si quieres podemos besarnos todo lo que quieras, Chico mentiroso- le sonrió mientras le digo todo esto.

Pero él solo me da una mirada rara que no puedo descifrar, ¿eso es un si?

Me Engañaste y lo vas a Lamentar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora