Capítulo # 17

830 57 0
                                    


Isabella:

Me siento adolorida en todos los lugares correctos, mi cuello me arde un poco, pero no me importa, no me arrepiento de nada.

Me muevo muy despacio en la cama, Emilio me tiene pegada a su pecho y sus piernas enredadas a las mías.

Mi teléfono sigue vibrando y su Luz parpadeando, estoy castigada y jodida apenas llegué a casa.

¡Pero tenía que hacerlo!, debía borrar la suciedad que dejo Gabriel en mi cuerpo.

El recuerdo provoca que me dé escalofríos, Emilio me apreta más a su cuerpo, debe pensar que tengo frío.

-¿Emilio?- él solo clava la evidencia de su excitación en mi culo.

-¿Otra ronda?, si es así me alegra, si no lo es cállate y duérmete- de mala gana me separó de él.

-Aunque quisiera mi cuerpo no da para una 6ta vez, por hoy declinó semental, debo irme ¿me llamas un taxi?- me pongo de pie y no me molestó en ducharme, quiero que Gabriel sepa que es verdad lo que dije, solo que no sabrá que no fue Jared con quién estuve.

-¿Te vas? ¿Por qué no puedes esperar a que amanezca en unas horas más? ¿Vas a la casa de tú novio?-se pone de pie completamente enojado.

¿Eh? ¿Novio? ¿Es tonto o que? se supone que él es "mi novio" pero a qué viene ese tono si no me quiso besar ni una sola vez y vaya que lo intente.

-¡Tengo cosas más importantes que hacer! qué preocuparme por tus ataques ridículos de celos, pídeme un estúpido taxi debo irme ya- apenas y termino de cerrar el botón de mis pantalones cortos, cuando él está sobre mi.

Me agarra del cuello poniéndole mucha fuerza, al principio estoy sorprendida luego estoy enojada.

Golpeó su pecho varias veces para que me suelte ¿Qué pasa con estos jodidos hombres y apretar tu cuello? eso es lo que les enseñan sus padres a todos en nuestro círculo.

-¡No tan rápido Isabella!, si existe la posibilidad de que no me veas nunca más, faltó un lugar por explorar de tu cuerpo-me detengo porque no tengo idea de a que se refiere.

-¿Qué? Si lo hicimos 6 veces en posiciones diferentes, me follaste hasta la boca ¿Qué lugar puede faltar?- me pega a su cuerpo y con ambas manos agarra fuerte mi culo.

¿Qué? Debe estar de broma, ahora me quiere volver a follar, justo cuando debo de irme.

-¡Quítate la ropa, Ahora! y si no lo haces será peor cuando lo haga yo- Mi curiosidad se despierta con eso que acaba de decir.

-¡Oblígame!- yo y mi gran boca, algún día me arrepentiré lo sé.

-¡Tus palabras son órdenes, Isa- suelta mi cuello para tomarme del cabello y darme la vuelta, luego me empuja a la cama, pongo mis palmas para no quedar totalmente acostada.

No pierde tiempo y me quita los pantalones, haciendo que me arrodille en la cama.

-¡Vamos a ver qué tanto puedes aguantar!- se acomoda entre los piernas, para luego cubrirme con su cuerpo, empieza mordiendo mi cuello, estiró más mi cabeza a un lado para darle mejor acceso, ambas manos las tiene en mis pechos alternando entre amasarlos y jugar con mis pezones retorciendo los pequeños picos.

Mis manos están agarrando fuerte sus caderas mientras muevo las mías para frotarlas contra él en movimientos lentos.

Envuelve todo mi cabello en una mano, dándome un ligero empuje para que vuelva apoyarme en mis manos, arqueando mi espalda en el proceso, así quedó expuesta como él quiere.

-¿Lista? Porque yo si, debes tomarlo todo Isa, como la buena zorra que te gusta recalcar en cada oportunidad que tienes- una vez dicho eso, se mete en mi con fuerza y se mueve un par de veces antes de retirarse del todo.

Ahora empieza a penetrarme poco a poco en uno de los lugares que a Jared le fascina y se vuelve loco cada vez que lo toma.

¿Por qué pienso en Jared? Se supone que no lo soporto, pero dado que es el único con el que he tenido sexo, es obvio que compare.

¿Emilio pensará que es mi primera vez? no puedo evitar sonreír, Emilio ve mi sonrisa en el espejo que tenemos de frente y deja de hacerlo despacio, para meterse de golpe.

¡Oh Diablos! qué animal, eso sí me dolió.

No puedo evitar gritar mientras él no pierde tiempo y me abre más las piernas para poder moverse con libertad, abofetea un par de veces mi trasero mientras embiste con fuerza, mis gritos son desesperados, no solo por qué me dolió al principio si no porque ahora todo lo que está haciendo es lo más delicioso que he probado, ya encontré a quién puede hacerme olvidar a Jared.

-¿Tienes ganas de seguir sonriendo Isabella?- apreta su agarre en mi cabello, mi cuero cabelludo pica y duele, inclino más mis caderas para poder sentirlo más a fondo.

Aunque más tarde no pueda ni sentarme lo más probable.

-¡Si y mucho!- respuesta equivocada Isabella.

Mueve su mano a mi coño que se siente vacío y abandonado para introducir dos dedos con fuerza, una vez que los tiene lubricados con mi excitación, siento que se retira un poco para luego introducir los dedos al mismo tiempo que su polla.

¡Demonios! eso, eso es increíble y la vez doloroso.

-¡Emilio, despacio! me duele, no seas animal- Todo se siente, raro pero a la vez bien, una vez acostumbrada a los movimientos de su polla y los dedos al mismo tiempo, el placer es inmenso, tanto que me encuentro gimiendo su nombre, me inclino más si es posible y abriendo más las piernas, ¡Dioses, este hombre es grandioso!

-¡Para que lo pienses la próxima vez que quieras reír cuando te estén follando Isabella!- mientras sigue golpeando con fuerza dentro de mí, con la mano que tiene libre le mete entre mis piernas y empieza a frotar intensamente.

-¡No puedo más, ya no más!- ruego y gimo con desesperación.

-No te tenía por débil Isabella, vamos una vez más, para que recuerdes que reclamé todo tú cuerpo -Y con esas palabras llego a mi orgasmo, oh Dios me apretó alrededor de él con fuerza y el gruñe de satisfacción, dándome las últimas estocadas con fuerza, hasta que gime fuerte y se derrumba sobre mi.

¡Maldito presumido! Hacen un truco bueno o dos y quieren que les beses los pies.

-Levántate tengo que irme, no es juego- de mala gana lo hace, Diablos pensándolo bien solo voy a ducharme rápido.

Media hora después un Emilio enojado me envía en un taxi, sin despedidas, sin besos, si promesas de llamada.

Así es mejor me digo una y otra vez, lo que me dejó más tranquila es que me aseguro que había hablado con Dante y que todo apunta a qué él quiere reunirse con Allecra para arreglar las cosas.

Eso significa que al fin me voy a ir de NY para estar en Londres, no más abuso, no más perdedores sintiéndose superiores a mí, no más Bree, no más Jared, no más Amy y lo mejor de todo no más Gabriel.

Y quién sabe quizás tenga más Emilio para mí en casa, la idea me sube el ánimo, por qué en unos minutos será un infierno para mí.

Me Engañaste y lo vas a Lamentar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora