Capítulo 23

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Chan recobró la consciencia después de mucho tiempo. Su abdomen ardía, su uniforme estaba empapado de sangre. Con dificultad se puso en pie. A cada paso que daba podía sentir el dolor correr a todas las partes de su cuerpo. Sentía la piel caliente, y el ardor quemaba. Frente a los espejos, pudo levantar su playera con manos temblorosas: Extranjero. Era la palabra que Jisung se había encargado de escribir a base de cortadas. Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero hizo uso de su fuerza de voluntad para acercarse a la puerta y golpearla con fuerza, gritando por ayuda.

Uno de los monitores iba pasando cerca cuando escuchó los golpes y los llamados. Abrió la puerta de los baños de chicos más lejanos del campus, y el cuerpo del joven cayó encima suyo. Su estado era lamentable, su sufrimiento era notorio.

Chan fue atendido rápidamente en la enfermería, algunos profesores habían solicitado una ambulancia y llamado a las autoridades, pero él no dejaba de suplicar que le permitieran ver a Minho, siendo ignorado.

Seungmin supo que algo estaba yendo mal cuándo el rumor llegó a sus oídos al final de la última clase. Vio salir a sus antiguos amigos casi corriendo mientras se reían, y unas cuántas chicas hablaban.

— Encontraron a un chico en los tocadores, dicen que corrió con la misma suerte que Daeyeon.

Se volvió en sus pasos hasta donde las chicas hablaban, se detuvo frente a ellas ignorando las miradas de la gente a su alrededor.

— ¿Que fue lo que dijiste?

Ellas se miraron entre sí, unas a otras debatían si deberían esparcir el tema o no.

— Hace como quince minutos —comenzó una de ellas—, encontraron a un chico en el baño, dicen que estaba sangrando y...

— ¿Como lo supiste? —Interrumpió tomándola por los hombros— ¿Donde está él?

— En la enfermería, lo oí de las radios de los monitores.

Seungmin no necesitaba saber más, buscó con la mirada a Hyunjin solo para descubrir que ya no estaba, tampoco Chan y a este último no lo había visto durante la última clase.
Corrió tan rápido como pudo, muchos chicos merodeaban por el lugar intentando descubrir que pasaba mientras los monitores y personal de seguridad intentaba impedirles el paso. Él entró por otro lado, logrando escabullirse hasta la puerta indicada.

Suplicaba que no fuera Hyunjin. El estrés aumentaba al darse cuenta que no lo había visto durante la última clase. Entró al consultorio encontrando a Chan, intentando hablar mientras era ignorado. Saber que el chico agredido había sido él le lleno de angustia.

— ¡Tengo que advertirles algo! ¡¿Por qué no me escucha?! —Gritaba desesperado, mas se calló al verlo, sus ojos se iluminaron en un instante— ¡Seungmin, tienes que escucharme!

— No puedes estar aquí, oye... —la enfermera intentó sacarlo, pero él le hizo caso omiso y se dirigió con su amigo, notando sus ropas llenas de sangre y su rostro herido— Niños tienen que hacer caso, la situación es difícil...

— Seungmin algo muy malo va a pasar —dijo Chan, ansioso, ofreciéndole un teléfono cubierto en un paño—, tienes que entregarle este celular a la policía y llevarlos a la bodega del terreno baldío. A mí no me escuchan.

— En serio no puedes estar aquí —interfirió la enfermera tirando de él, dejando a Seungmin sin más opción que utilizar la fuerza para soltarse.

— ¿Lo oye? Él intenta decirnos algo —le dijo, molesto, tomando el teléfono de su amigo para ayudarlo a recostarse de nuevo. La enfermera decidió callar y no añadir nada más— ¿De qué me hablas, Chan?

El Aforismo De Lo No Dicho (HyunMin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora