Capítulo 31

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Hyunjin se llevó un buen susto al entrar a su hogar y ver a Seungmin en la sala. Casi se le sale el corazón. Ese chico era una delincuente.

— ¡¿Que rayos haces aquí?! 

— Tengo más dos horas aquí —le miró con brazos cruzados, analizándolo con seriedad. Estaba claramente molesto— ¿En dónde estabas?

— ¿Cómo? ¿Eres mi madre ahora?  —Inquirió con ironía, dejando la mochila en el sofá individual, yéndose a sentar junto a él— ¿Como entraste? Mis padres salieron.

— Llegué antes de que se fueran, tu padre dijo que no tardarías en volver —le miró fijamente, notando su nerviosismo—. Son las cinco y media ¿adónde fuiste con Jeongin? ¿A crear un medicamento o algo como eso?

— Solo fuimos al cine.

— ¡Ja! —Exclamó con sarcasmo. Detalló cada milímetro de la expresión de Hyunjin, mejor que nadie podía saber cuando estaba mintiendo— El cine, seguro. ¿Mintiendo tan pronto?

— No es lo que crees —Hyunjin se removió incómodo, sabía que él en verdad estaba molesto—. No pasó nada entre Jeongin y yo, fue solo un beso —intentó explicarle, pero no le creía y podía notarlo. En ese momento se preguntó el por qué tenía que convencerlo—. Además no tienes derecho a enfadarte por eso, tú dijiste que lo que pasó entre nosotros no era nada personal y sobre todo eres consciente de que él es mi novio.

— ¿Te acostaste con Jeongim? —Preguntó por fin. Pero Hyunjin negó—. No te atrevas a mentirme.

— ¡No te estoy mintiendo! —Reparó, poniendose de pie para dar un par de vueltas antes de tallar su nuca—. Él quería hacerlo, estaba ahí, pero yo no quise, no me atrevía porque...

— ¿Por qué? —Seungmin preguntó, levantándose también para acercarse y mirarlo a los ojos. Sus pupilas y las de Hyunjin comenzaron una guerra, él se acercó, pero no la besó— ¿Fue por mí?

— No fue por ti, simplemente no quise—afirmó. Sus palabras por primera vez habían sido frías y seguras.

Seungmin lo dejó tranquilo, pero se quedaron en silencio un momento. Ambos reconociendo lo irracional en sus acciones. Hyunjin fue la primero en alejarse tomando de nuevo su mochila para dirigirse a su habitación, esperando que el rubio no lo siguiera.

Al ingresar a su habitación fue directo al tocador para mirarse en el espejo y humedecer su rostro. Sentía mucha tensión, consideraba que estaba perdiendo la cordura.

— Tienes razón, no es nada personal lo que hay entre nosotros —comentó Seungmin haciéndole sobresaltar. Él se volvió, encontrandolo apoyado en el marco de la puerta del tocador—  ¿Que quieres hacer? Estoy aburrido.

— Yo también estoy un poco aburrido —frunció el ceño al acercarse, tomó su mano para volver a la sala. Eran tan extraños cuando se lo proponían—. Fuiste a tu terapia después de tu práctica, ¿como te fue con ello?

— Normal. El doctor Fischer está contento de que por fin esté tomando una responsabilidad con el grupo de animadores.

El alto sonrió por ese detalle, bajando las escaleras de la mano.

Éramos un accidente que podría de ocurrir en cualquier momento.

— ¿Y de verdad eres feliz estando en el equipo?

— Claro que sí —él rio nervioso, volteando a ver el perfil del chico mientras este seleccionaba algo del menú de películas—. Me has preguntado varias veces sobre ello, ¿por qué te incomoda tanto que pertenezca a los animadores?

— No lo sé. Solo no me da muy buena espina —comentó, como si nada—. Siento que estabas bien así, y ahora no tienes tanto tiempo, te cansas más y tu mente empezará a ocuparse.

El Aforismo De Lo No Dicho (HyunMin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora