Capítulo 22

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Seungmin detestaba lo mal que le empezaba a caer Jeongin. Toda la escuela se había enterado que era novio de Hyunjin y lo que más le molestaba era que no podría hacer nada al respecto. No era el único, sin embargo, que estaba descontento con la situación.

— Comienzan a creer que son libres de hacer lo que quieran, ese asqueroso mojado piensa que puede vivir su cuento de hadas en nuestra escuela —se quejaba Shinyul con enojo, siendo consecuentado por el resto—. Jeongin es el más sexy, y está con ese perdedor. ¡No hemos hecho más que ser unos malditos buenos estudiantes! Pero ya fue suficiente, tenemos que volver a gobernar la escuela. Ya perdimos a Jeongin, no queremos perder a nadie más.

— Apoyo la idea —se quejó Yeonha—. Seungmin, ya no nos puedes seguir reteniendo. Dejanos tomar el control otra vez. Ellos ya no nos tienen miedo, Hyunjin incluso te habla como si nada estuviera pasando.

— ¿Y qué pretenden hacer? —Inquirió con desgano, observando sin interés— ¿Que tienen en mente?

Los demás intercambiaron miradas, decidiendo si era buena idea decirle todo de una vez. Chan, quién casualmente estaba ahí ese día, solo escuchaba sin opinar.

— Bueno hay un plan —comenzó Yeonha con voz prudente, para tantear el terreno—. Es un solo golpe, fuerte y definitivo. Pero no aquí en la escuela.

— Ah ¿es que ahora cometemos vandalismo fuera del colegio?

— Olvidalo, Yeonha, no está listo para entenderlo. Hwang le tiene lavada la cabeza —acusó Jisung con enfado, obteniendo una mirada impaciente por parte de Seungmin—. Vamos, chico, tú estás así desde que Lachlan se fue. Te falta un hombre.

— Me ofrezco de voluntario —levantó la mano Kwangmin, Shinyul rodó los ojos—. Bueno, si quieres.

— Sí, como sea —encogió de hombros, mirando de pies a cabeza al joven— ¿Que harás hoy después del colegio?

— Nada y no habrá nadie en casa.

— Está bien te veo a la salida, pero ahora debo ir a la dirección, uno de los profesores me pidió que fuera.

Kwangmin sonrió orgulloso por su logro. Jisung y los demás se permitieron continuar cuándo Seungmin se hubo ido.

— Espera — levantó la mano Jisung para pedirles silencio, acto seguido miró a su hermano—. Tú, decídete, ¿estás o no estás con nosotros?

— Cierto, ahora tomas almuerzo con Changbin y Minho, no estarás creyendo que ellos son como nosotros, ¿verdad? —Indagó Félix con preocupación, Chan se mantuvo callado un momento—. Tienes que responder.

— Creí que ya habíamos decidido que no importa con quién nos juntemos, seguimos siendo amigos y personas normales.

— ¿Significa que estás en esto con nosotros?

Él paseó la mirada por cada uno de los presentes. Suspiró, asintiendo.

— Quiero los detalles.

Chan estuvo ansioso el resto del día. Cuando notó que Seungmin no llegaría para la última clase decidió salir a toda prisa y buscarlo. Era su mejor amigo, probablemente era mutuo, por lo que necesitaba hablar con él antes de que cometiera un error. Recorrió los pasillos de la institución con desespero, llamó una y otra vez a su teléfono hasta que finalmente lobencontró en las gradas de la piscina del colegio. Se sintió mal al notarlo tan decaído, mirando el agua quieta.

— Seung —saludó, sentándose junto a él, el aludido inmediatamente pasó el dorso de su diestra por sus ojos, intentando en vano ocultar que había llorado. Chan se permitió abrazarlo por un instante—. No lo hagas. No con Kwangmin.

El Aforismo De Lo No Dicho (HyunMin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora