— ¿En serio? —Inquirió Chan al ver sobre la mesa las hojas que Seungmin había puesto con decisión. Tan dramático como era.
— Quiero postular.
Las audiciones para poder ser parte del equipo de animadores habían comenzado, él junto a otros de sus compañeros y la entrenadora debían evaluar las pruebas escritas. Pero recibir a Seungmin pidiendo una oportunidad cuándo nunca antes había aceptado hacerlo era sorprendente.
— ¿Por qué ahora? Te insistí muchas veces en el pasado.
— Pero ahora quiero hacerlo —resumió él , soltando las hojas—. Si no estoy confundido todas mis respuestas a esa prueba escrita son correctas. Ni una sola está mal.
Chan le miró con recelo antes de leer de manera rápida las respuestas de su amigo. Chasqueó la lengua, pasándole las hojas a Minho. El castaño comenzó a leerlas también, Jeongin se asomó sobre su hombro para echar un vistazo.
— De igual forma tienes que hacer la practica de prueba para decidir si vas a ser parte del equipo —le hizo saber Jeongin mientras la instructora guardaba el examen con todas las respuestas correctas en una carpeta para los posibles aprobados—. Mañana a las ocho, en el gimnasio —le entregó una papeleta con el sello aprobatorio para poder ingresar—. Es importante ser puntual.
— Está bien —encogió de hombros, Chan le miró aún más sorprendido— ¿Qué?
— ¿No te molesta despertar un sábado temprano y tener que venir al gimnasio?
— Para nada.
Los tres amigos que ya pertenecían al equipo se miraron entre sí. Jeongin parecía tranquilo con la idea, pero Minho y Chan conocían suficiente al de cabellos cenizos como para saber que no le gustaban los compromisos y que por esa razón nunca antes se unió a ningun equipo ni club de nada. Minho miró a su novio, él le sonrió, pensando en el asunto.
— Te apuesto lo que sea a que no llega antes de las ocho con diez —afirmó Chan, el otro sonrió con diversión estrechando la mano con él.
— Si llega antes de eso veremos todo un maratón de películas de terror sin que te quejes.
— Bueno, pero si no, será un maratón de películas románticas.
— Trato.
Cinco minutos antes de las ocho Minho se encontraba ansioso. Todavía tenía quince minutos para ganar la apuesta, pero la excesiva confianza de su novio le hacía dudar de Seungmin y comenzaba a creer que no llegaría o que llegaría tarde.
Ocho en punto. Chan le miró con diversión, él no dejó de observar las puertas del gimnasio.
— ¿Quién falta? —Preguntó la entrenadora, mirando la lista de chicos que irían a la prueba— Faltan dos.
— Seungmin y Annie —informó Chan, sonriente, seguro de que ganaría la puesta.
— Les daremos cinco minutos más de tolerancia, después de eso estarán automáticamente descalificados —decidió la adulta a las ocho con cinco.
En ese momento la puerta se abrió, Chan observó expectante, pero volvió a respirar tranquilo cuando Annie ingresó al lugar con tranquilidad.
— Admitelo, vas a perder —dijo con seguridad cuando faltaba un minuto. Pero justo entonces al asiática las cartas se le voltearon a su favor, Seungmin ingresó al lugar como alma que lleva el diablo
— ¡Ya llegué, lo siento, se me hizo tarde!
— ¡Ocho con nueve, eso significa que gané! —exclamó Minho, contento por su logro.
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El Aforismo De Lo No Dicho (HyunMin)
FanfictionHyunjin necesitaba sobrevivir a la crueldad con la que Seungmin y su grupo de "psicópatas" lo trataban cada día. Todos los colegios tienen historias, el colegio AmbRuss tenía la suya, pero era del verdadero terror.