Seungmin estaba contento. Que Jeongin y Hyunjin terminaran significaba cosas positivas, no sabía exactamente qué, pero era bueno. Su alegría además era evidente y había una sonrisa en su rostro en los días finales de clases.
El último día de prácticas con el equipo le pidió a Hyunjin que fuera a verlos bajo la promesa de hacer algo divertido después. Sin embargo, ninguno había considerado que tan buena o mala idea sería: Jeongin estaba furioso, disimularlo no era algo que estuviera dispuesto a hacer.
El africano se sentía fatal al darse cuenta de las miradas coquetas entre Seungmin y Hyunjin. De hecho, lo supo desde hacía un buen tiempo, creía firmemente que incluso cuándo ambos lo negasen había algo entre ellos que cruzaba la línea de la amistad. Su enfado no solía convertirlo en una persona impulsiva, pero mientras sostenía la mano de Seungmin en lo alto, lo miró de soslayo encontrando una vez más sus ojos puestos sobre Hyunjin. No pudo evitar sentir que el enojo subía a sus mejillas, un impulso de furia lo motivó a moverse con brusquedad, logrando que Seungmin perdiera estabilidad.
— ¡Jeongin, tu mano! —Exclamó Seungmin, mientras el moreno prácticamente lo empujaba. El otro chico que lo sostenía no consiguió mantener el equilibrio, por lo que Seungmin se vio en la necesidad de saltar hasta la alfombra sin conseguir caer correctamente. Cierta molestia en sus piernas le hizo permanecer en el suelo—. Estoy bien —murmuró cuando Chan se apresuró para ayudarlo a ponerse de pie. Ambos miraron a Jeongin, había bajado para verificar que no estuviera herido— ¿Perdías el equilibrio? —Preguntó para entender lo que ocurría, Jeongin asintió de manera dudosa, a lo cual Seungmin pudo darse cuenta que mentía, pero no dijo más.
— ¿Puedes seguir? —Preguntó la profesora, acercándose para mirar. El rubio asintió sin quitarle la mirada a su compañero.
— Puedo continuar.
— ¡Hagámoslo de nuevo! —pidió la adulta, todos volvieron a sus posiciones para la práctica.
— Esta vez concéntrate en la rutina y no en tu nuevo novio —sugirió Jeongin, dándole una palmadita en la espalda al pasar junto a él.
Seungmin comprendió rápidamente lo que su compañero intentaba decirle. Echó un vistazo breve a Hyunjin en lo alto de las gradas, entendió el punto. Comenzaron de nuevo. Seungmin decidió concentrarse en sus movimientos. La rutina era de una dificultad mayor a cualquier otra que hubiese practicado, pero la conocía tan bien que su cuerpo lo hacía sin mayor esfuerzo. Cuando llegó el momento de las acrobacias una vez más Jeongin estaba junto a él, notaba sus intenciones, por lo que tuvo que ser cuidadoso.
— Muy bien chicos, un descanso de cinco minutos y nos reunimos, tenemos que dejar cosas en claro antes de que comiencen las vacaciones.
Destapó su botella de agua, caminando hasta su mochila, Jeongin no desaprovechó cuándo la vio acercarse a pasar cerca para golpearle con el hombro, haciéndole caer el agua. Seungmin tomó una bocanada de aire y se giró para verlo.
— ¿Que traes en contra mía, Yang? —Lo preguntó audible, pero discreto, de modo que nadie pensaría que algo raro estaba ocurriendo.
El más bajo se detuvo y volteó lentamente a verlo, cruzando los brazos. Le parecía un poco incoherente de parte de Seungmin preguntar por lo que era evidente.
— Por tu culpa Hyunjin y yo terminamos.
— ¿Por mi culpa? —Preguntó, levantando una ceja, indignado por su acusación. Jeongin se acercó, señalándole con el índice.
— ¿Ambos creen que no se nota cómo lo mirabas y como te miraba él a ti?
— Hyun solo es mi amigo —intentó hacerle razonar, pero él negó con enfado—. Ahora que ustedes terminaron simplemente tiene un poco más de tiempo libre y eso es todo.
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El Aforismo De Lo No Dicho (HyunMin)
FanfictionHyunjin necesitaba sobrevivir a la crueldad con la que Seungmin y su grupo de "psicópatas" lo trataban cada día. Todos los colegios tienen historias, el colegio AmbRuss tenía la suya, pero era del verdadero terror.