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—Draken... —Emma temblaba después de escuchar lo que había sucedido, Draken había sido apuñalado. —Debemos ir a ayudarlo.

Ella quiso correr hasta donde estaban ambos varones; el más bajo lo cargo con esfuerzo y salió del cúmulo de gente. Sostuve a Emma por el brazo para detenerla.

—Debes tranquilizarte, por el momento dejemosle todo a él, ahora mismo debemos llamar a una ambulancia. Intenta relajarte, por favor, estar así en estos momentos podría ser problemático si es que queremos ayudar.

La rubia asintió lentamente y suspiro. Saque mi teléfono para llamar a una ambulancia, pero debido a que cargaba a mi hermano se me dificultaba un poco.

—Si gustas yo puedo hacer la llamada. —Dijo con amabilidad mientras extendía su mano para tomar el celular.

—Claro, muchas gracias.

En lo que Emma hacia el llamado ví a una chica de cabello durazno trotando hasta nosotras. Al ya estar con nosotras y ver que la rubia estaba hablando por teléfono fue entonces que se dirigió a mí.

—Hola, soy Hinata, la pareja de Takemichi, ¿sabes dónde está él?

—Entro por esa calle —le señale el lugar —llevaba consigo a Draken ya que fue apuñalado. Pero Emma ya está llamando a una ambulancia.

Su rostro mostraba preocupación; a los pocos segundos la rubia termino la llamada y tras un corto saludo con Hinata nos comento lo que le dijeron en la llamada e inmediatamente nos apresuró para correr hasta donde se había ido Takemichi.

—¡Takemichi!

Él volteó levemente su rostro al escuchar a su pareja gritarle.

—¡Hina, Emma! —Finalmente detuvo su mirada en mí y me miro con confusión. Era evidente que no se sabía mi nombre pues yo no me había presentado en ningún momento, esto era ciertamente incómodo.

—¡Ya pedimos una ambulancia!

—¿Y Draken?

—Tranquilas. Sigue vivo.

Emma sollozo ligeramente y unas cuantas lágrimas salieron de sus ojos. Takemichi bajo con cuidado al más alto y lo recostó suavemente sobre las piernas de Emma, la cual ya estaba de rodillas.

—Draken... —Ella lo miraba atenta.

—Hina, dijeron que esperáramos aquí, ¿no?

—Sí, pero... no ha de ser fácil llegar con la lluvia y el festival.

Me sentía algo incómoda ya que no conocía a nadie de aquí y no sabía cómo aportar algo a la conversación. Si no me muevo no me ven.

—¿Cómo? ¿Draken sigue vivo?

Al otro lado había un grupo de hombres con el uniforme de una pandilla.

—¿Qué hace aquí Tontomichi?

Mire de reojo al rubio, su rostro estaba desfigurado en asombro y cierto temor.

—¿Qué crees que haces, sabandija? —Takemichi camino hasta colocarse al frente de todos. —¡Que alguien me traiga cinta adhesiva!

Los que lo acompañaban rieron por sus palabras.

Él dió unos pequeños pasos hacia atrás, no pude evitar mirarlo con preocupación.

—Takemicchi... Gracias, Takemicchi. Huye con ellas, voy a estar bien.

—¿Qué huya?

Él parecía inmerso en sus pensamientos tras las palabras del contrario.

Perecedero. -Takashi Mitsuya-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora