—¿Por qué estás usando un vestido? —Me pregunto Baji mientras me veía de arriba a abajo.
—Qué te importa, metiche.
Ambos estábamos caminando en dirección a la cárcel para ver a Kazutora, hoy era la fecha de las visitas presenciales. Baji seguía examinando mi ropa, con su mano sobre su mentón mientras me analizaba.
—¡Lo tengo! —Su exclamación repentina me hizo respingar. —El vestido te lo hizo Mitsuya, ¿cierto? —El pelinegro me observaba con cierta burla mientras me codeaba.
—¿Y qué si es así? —Mencione a la defensiva mientras miraba a otro lado para que él no notara mi ligera ruborización.
—Tranquila, luces bien. —Su mano se poso sobre mis cabellos, revolviendolos y despeinando mis hebras. —No eres mucho de usar vestidos, ¿verdad?
—Son lindos, pero no es algo que me guste mucho, sobre todo que por las peleas y todo eso no se me hace demasiado cómodo, pero había hecho una especie de apuesta con Takashi, si yo perdía tenía que dejar que él me confeccionara un conjunto. Y este fue el resultado.
Llegamos a la cárcel y tuvimos que firmar ciertos papeles hasta que finalmente nos dejaron entrar, tomamos asiento en una mesa mientras esperábamos que trajeran a Kazutora.
—¡Sí vinieron! —Baji y yo volteamos cuando escuchamos la voz de Kazutora exclamar con emoción y felicidad.
—Claro que vendríamos —Me levanté y abrace con fuerza al contrario. Después de romper el abrazo fue turno de Baji.
Saque un recipiente de comida y uno de galletas y se los extendí al tatuado, quien de inmediato comenzó a comer mientras los tres conversábamos un poco.
—Dios, me dan ternura y cierta repulsión, tendrías que escuchar como habla Mitsuya de Omori en las reuniones.
—Sólo estás celoso. —Tire un papel cerca de Kazutora, él me miró extrañado pero lo recogió sin añadir nada más, lo abrió y mientras leía note como sus ojos se abrieron con sorpresa.
Le extendió el papel a Baji mientras el de mechas me observaba con cierta seriedad, lo noté jugar nerviosamente con sus dedos sobre la mesa.
—¿¡Pero qué mierda!? ¡Ese...
—¡Una mosca! —Kazutora lo calló al darle una fuerte bofetada, pero con su mirada le indicaba que se callara.
—Carajo, gracias por eso. Lo siento, no pude evitar alterarme, ¿por qué Mitsuya te dice toda esta basura por medio de una carta y no en persona?
—Sí, tenemos que hacer algo. —Kazutora le siguió la corriente.
—Como odio a ese mal nacido —Baji arrugó el papel y lo guardo en su chaqueta, supongo que se desharía de el más tarde de una manera que no dejará evidencia.
Al menos ya estaban al corriente sobre mi situación con Kisaki, esperaba que fuera suficiente para poder actuar antes de que ocurriera algo peor.
• • •
—Gracias por nacer, Atsuko —Takashi apretó de manera cálida mi mano mientras me veía con una sonrisa. Sentí como mis ojos se nublaban ante sus palabras.
—¿A qué viene esto? —Quise ocultar mi rostro para que él no notara mi estado.
Jalo mi mano para apegarme a él, abrazándome por la espalda mientras me sujetaba por la cintura.
—Nada en especial, cielo. —Noto que estaba sensible, delicadamente me dio la vuelta y me abrazo, haciendo que oculte mi rostro en su pecho. Finalmente me permiti llorar un poco. —Sólo quería recordarte lo agradecido que estoy de tenerte en mi vida.

ESTÁS LEYENDO
Perecedero. -Takashi Mitsuya-
Fanfiction❝Te convertiste en la luz de mi vida.❞ ☆ Mitsuya Takashi y tú. (OC) ♔ No copia u adaptación, historia de mi completa autoría. Los respectivos personajes pertenecen al anime/manga "Tokyo Revengers", la creación del mismo es obra de Ken Wakui.