Perecedero. -Takashi Mitsuya-

06

Ha pasado poco más de una semana desde el incidente en el festival. Y con Mitsuya desde que le di mi número hemos estado hablando por mensajes de vez en cuando. Ahora estaba esforzándome por terminar todos mis pendientes ya que saldría en menos de una hora; hace unos días Kazutora me había llamado y me informó que hoy saldría de la cárcel, cuando le dije que podía esperarlo afuera de la prisión para ir a comer y ponernos al corriente él rechazo mi oferta.

Simplemente dijo que me vería ese día en la noche, que tenía algo importante que decirme; como lo escuché algo emocionado mientras hablaba decidí no replicar y accedí, lo último que me dijo esa vez es que después me mandaría los detalles de dónde nos encontraríamos.

Y justamente hace algunas horas me había mandado la dirección de dónde nos veríamos.

—Noboru ya se ha dormido.

—Bien. No tardó mucho en irme —dije mientras veía el reloj en la pared. —Cualquier cosa llámame.

—¿Ahora si contestarás?

Viré los ojos por su pregunta, no se cansaba de molestarme por lo mismo.

—Ya sabes los números de emergencia por si pasa algo. Ya sabes en donde está el dinero por si llegas a necesitar de urgencia. Y bien sabes que hablo de una urgencia verdadera, si te atreves a utilizar ese dinero para algo que no sea importante bien sabes que tienes que pagarme la cantidad, y con intereses.

—Si si, ya lárgate —me iba empujando por la espalda en dirección a la puerta de la casa, una vez ya estuve afuera él se quedó recargado en el marco de la puerta. —Saluda a Kazutora de mi parte.

Sin añadir nada más comencé a caminar en dirección al lugar que mi amigo me dijo que lo viera. A decir verdad estaba emocionada por verlo sin un cristal en medio de ambos, habían sido largos años los cuales Kazutora había pasado en prisión, y como su encarcelamiento había sido muy repentino no tuve oportunidad de despedirme de él adecuadamente; pero ahora esperaba que el hecho de ya estar fuera ayudará a que recuperará su antiguo actuar conmigo.

Llegué a una zona de edificios, miré a mi alrededor ya que las luces de los múltiples edificios hacían más llamativas las calles. Al estar a pocos pasos de un callejón saque mi teléfono para corroborar la dirección, si no me equivocaba era ahí donde Kazutora había mencionado, pero no me explicaba el por qué teníamos que vernos en un callejón.

Aún así camine hasta allí y primeramente me asomé al callejón. Los ojos ámbar del tatuado me observaron y me habló.

—¡Atsuko! —Mi amigo de mechas rubias hizo un ademán con su mano, saludandome a la lejanía.

Él se encontraba en compañía de otro chico en aquel callejón, su rostro me era ciertamente familiar; le preste más atención y note que portaba un uniforme de pandilla, fue simplemente con ello que recordé a aquel muchacho.

Pertenecía a la pandilla en la que también estaba Mitsuya, él era el que me saludo y molesto al costurero sobre tener novia.

—Hola Kazutora, ha pasado un tiempo —me adentré finalmente al callejón, parandome a un lado de mi amigo y saludando cortamente al ajeno.

—Sí, ha sido un largo tiempo.

—Y bien, ¿sobre qué querías hablar?

Me abrazo por los hombros para apegarme a él. —Es algo muy emocionante, y sé que podré contar contigo —lo miré a manera de que notará que le prestaba atención y siguiera hablando. —Estoy formando parte de una nueva pandilla, y necesito que tú y tus maravillosas habilidades de hacer dinero se unan.

—Si es por ti por supuesto, no puedo darle la espalda a mi amigo.

Sonreí en su dirección mientras lo abrazaba por el torso. No pude evitar notar que el varón de melena alargada estaba algo tenso.