UNA MENTIRA

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La señora Potts y Bella lograron bajarle la temperatura a Dalila, aún que valla que les costó trabajo, Ben las había estado viendo desde la parte de atrás de la cama.

No quería estorbar pero a la vez no podía alejarse tanto.

Bella : tranquilo cariño ya pasó se acercó a su hijo la fiebre ya se le bajó

Ben : mamá gracias, yo....no sabía que hacer

Bella : no me importo, al contrario estoy feliz de que me llamaras.

Ben asintio.

Bella : ¿Ya lograste llamar a Mal?

Ben asintio.

Ben : si, ya viene

En eso la puerta se abrió y Mal entro casi corriendo, seguida de Adam

Ben vio entrar a Mal hecha un manojo de nervios, tal vez debió haberle llamado para decirle que ya no tenía calentura

Mal : ¿Cómo está?

Ben se acercó a Mal y la tomo de los hombros.

Ben : está bien tranquila, ya no tiene calentura dijo con voz temblorosa

Ben se sorprendió a si mismo cuando noto que también quería ponerse a llorar.

Mal lo miro unos segundos.

Mal : oh Ben, lo siento tanto lo abrazo debiste de estar tan asustado, lo siento, no fue mi intención dejarte así, yo...se llevó la mano a la cabeza lo siento

Ben : todo está bien, Dalila está dormida y entre mi madre y la señora Potts lograron bajarle la temperatura

Mal se separó de Ben y dejo de ver a su hija que estaba en la gran cama.

Mal cerró los ojos y soltó un suspiro.

Bella : señora Potts, podría traernos té, por favor

Potts : por su puesto

Bella se acercó a Mal y puso una mano en su hombro.

Mal levantó el rostro y miro a Bella, las lágrimas estaban por salir y algo en el corazón de Bella tembló.

Bella : ven paso su mano a la espalda de Mal vamos a sentarnos

Bella sentó a Mal en el sillón.

Bella : ya no tiene calentura y ya está dormida solo hay que cuidar que no se le vuelva a subir y dejo de vomitar hace un buen rato, solo está cansada

Mal asintio.

A Bella le dieron ganas de llorar también, sin que Mal le dijera lo que sintiera ella lo sabía perfectamente.

Reconocía aquel dolor.

El dolor que sentía porque su pequeña había estado enferma y ella no había podido hacer nada por ella, como si la hubiera abandonado, la había dejado sola y enferma.

ONE -SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora