Jay : bueno ya sabíamos que eso podía llegar a pasar
Evie : por ese tipo de comentarios es que no les había dicho nada
Carlos : Evie todos lo teníamos presente y el echo de que halla perdido su trabajo es lo de menos en este momento, un trabajo lo puede conseguir después que que ya semana quién es la la mujer de la cartas es un verdadero problema
Harry : sin olvidar el echo de que saben de su magia
Uma : Evie ellos tienen razón y Mal no podía ocultarnos algo tan grave como eso, solo basta verla para saber qué algo no está bien
Mal : ¿De verdad? Pasaron media mañana pensando que me había desvelado
Jay : tú no puedes jugar con eso, esto es muy ........
Mal : y lo voy a resolver, como siempre además no tengo tiempo para escuchar lamentos dijo mientras se acercaba a la puerta
Evie : a donde vas
Mal : con el consejo y tengo que entregar estos papeles a.....Ben, no tardare demasiado.
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Cuando Mal vio su viejo escritorio se llevó la grata sorpresa de ver a un mujer mayor que el rey.
Mal se preguntaba si la dejaría pasar pero aún haci necesitaba hacerlo, haci que comenzó a caminar con la mirada en algo.
Si era honesta con ella misma descubría que no sentía pena alguna por lo que hizo, simplemente se dio, lo de la isla, el echo de que ella los sacará, las mentiras salieron de su boca casi tan fácil como la verdad y sobretodo su relación con Ben, el amor que le tenía a ese tonto e increíble chico que le había robado el corazón.
No se arrepentía de casi nada y si lo hacia haría como sino le afectará por que fueron sus decisiones.
Mal : disculpe vengo a ver a el rey
- El no está pero puede pasar, no ha de tardar, es la señorita Mal ¿No?
Mal : si
— adelante
Mal entró sin decir nada más y se sentó en la silla que estaba enfrente del escritorio de Ben, no se movió de su lugar pero los recuerdos llegaban sin parar, era como si quierieran hacerla ver como una niña indefensa.
De repente el silencio se convirtió en ruido y un par de bocas entraron a la habitación. Mal hizo a un lado las lágrimas que aún no salían y se volteó a ver a los que residen habían llegado.
Eran tres guardias, la Hada Madrina y Ben los cuales parecían discutir algo.
Ben volteó a ver a Mal pero a penas unos segundos pues después volteó a ver a la ventana y paso saliva.
Ben : Caballeros les presento a la señorita Maléfica
Los tres guardias notaron su presencia en ese momento pero el más viejo la miro frunciendo el ceño.
Mal no saludo solo se levantó
Hada Madrina : ella se encargará de hacer el papel de "la mujer de las cartas"
Normalmente cuando se referían a Mal en su rol de salvadora de la isla le decían "la mujer" o "la salvadora de la Isla".
Mal había dicho que si le decían a alguien quién era Auradon y la Isla tendrían problemas de verdad, es fue la única amenaza que salió de su boca, al menos la única que hizo sin con un elaborado juego de palabras
— Pensé que..... Dijo el más joven y el aprendiz
Mal : ¿Tiene algún problema?
— No supongo que usted sabrá hacer su trabajo
