Mal estaba nerviosa, mas de lo que podía admitir. Se miraba al espejo sin parar, Ben la había invitado a una cita, su primera cita de verdad y le daba miedo.
Quería cancelar.
Ni siquiera sabía a dónde irían, ni siquiera sabía si Ben vendría hasta la isla.
Estaba viviendo en su antigua casa y aún que aún se sentía raro estar en esa casa no tanto por las remodelaciones sino por su habitación.
La habitación que se quedó como la de una niña de 16 años, toda su ropa, sus cosas, sus libretas, libros, sus dibujos. Todo le recordaba a ella misma de 16 años.
Mal se seco las manos en su ropa no era un buen momento para pensar en eso. Ahora no. Miró el vendaje en su mano, apresar de lo días que pasaba su mano no sanaba, segura abierta y aún que había ido al médico este solo dijo que tenía que esperar a que sanar sola. Sangraba a veces, y sentía que le palpitaba cuando usaba mucho su mano.
La mujer pego un brinco cuando tocaron la puerta. Soltó un suspiro y abrió la puerta.
Ben jugaba con su anillo, tenía puesto un lindo traje azul, una playera blanca y un chaleco azul.
Ben : hola
Mal : Hola ¿Quieres pasar?
Ben : en realidad estaba pensando en irnos ya
Mal : claro se sintió tonta por la pregunta escucha solo quiero decirte que la última vez que tuve una cita no salio muy bien dijo cerrando la puerta
Ben : ¿Y que está saldrá mal?
Mal : la última cita que tuve y que fue linda fue a las 12 con Harry y no es como fuera mucho
Ben se rió mientras le abría la puerta del auto.
Ben : creo que esto te gustará mucho más
*******
Hace mucho tiempo que Ben no tenía citas algo así como 4 años, desde que conoció a Mal.
Que fue cuando tenía 20 y ahora tenía casi 25. Pero jamás habían salido en citas toda su relación había estado en solo cuatro paredes.
Ben : por cierto, te ves muy linda Mal se sonrojo
Mal : gracias, tú estás muy.....elegante
Ben : ¿Elegante?
Mal : ¿Si?
Ben : ¿Esa es tu forma de coquetear? Vamos sabes hacerlo mejor
Mal : no sabía que me estabas coqueteando
Ben se rió.
Ben : Mal ya lo hemos hecho cientos de veces
Mal : lo siento
Ben : está bien no importa, al menos se que me veo bien
Mal se pudo más nerviosa y se trató de distraer viendo el camino por el que andaban. No habían dejado el auto tan lejos.
Y no a mucha distancia vio lo que Ben había hecho, era un pequeño quiosco, con velas en el borde y un mesa para dos en el centro.
Mal : ¿A quien le pagaste por hacerlo?
Ben se rió mientras ponía una mano en su espalda.
Ben : lo hice yo, aún que si pague por el lugar creí que sería mejor estar a solas en nuestra primera cita ¿Te gusta?