Evie : oye Mal hablo viendo su plato de desayuno recién servido en dónde te metiste anoche
Mal se sonrojo
Evie : desapareciste un buen rato
Mal : es que se aclaró la garganta tuve que a tender unas cosas del trabajo muy importantes
Evie : tienes que darte un respiro de vez en cuando
Mal asintió.
Mal : tal vez sea lo mejor dijo pensando en lo que había pasado ayer
El corazón de Mal latía demasiado rápido, Ben le estaba acariciando la espalda por debajo de su saco lo hacía de una manera que Mal no podía evitar desear que siguiera.
Además del saco que Ben le había puesto en la espalda para evitar que le diera aire en la espalda desnuda solo tenía puesto su calzoncillo y al igual que Ben y además el tenía la camisa puesta.
Estaban sentados, Mal encima de Ben, abrazada a él. Mal soltó un jadeo haciendo que Ben se riera.
Ben : Como desearía seguir con esto toda la noche
Mal asintió pero se separó apenas unos centímetros de el.
Mal : solo un poco más
Ben le aparto el cabello.
Ben : estamos en una bodega y aun que sea exitante tenemos que pensar con la cabeza fría, que pasa si alguien entra. Ya es suficiente con que nos encuentres así a que nos encuentren en pleno acto le puso un mechon de cabello detrás de la oreja
Mal : ¿Te irás mañana?
Ben asintió.
Ben : dos semanas
Ben miró a Mal. Sabía que no era el mejor momento para dejarla sola pero tenía obligaciones. Aún que Mal no lo aceptará por esas fechas la mujer necesitaba a alguien que estuviera solo para ella y lo había encontrado en Ben.
Ben : trataré de volver para....
Mal nego y sonrio.
Mal : no me trates como una niña, estoy bien
Ben acarició su cintura.
Ben : puedes llamarme
Mal asintió y se acurruco un rato más con Ben, mientras el la rodeaba con sus brazos.
Mal se sentía protegida con Ben pero al mismo tiempo la asustaba. Sabía que en algún punto todo iba a desaparecer y ella estaría sola.
Otra vez
Por otra parte Ben se sentía tan culpable de dejarla, quería decirle de mil formas que estaba con ella aún que no fuera físicamente.
Ben le dió un beso en el hombro asiendo que sintiera una agradable calidez en su estómago, no era la primera vez que lo sentía pero si la primera que lo sentía con tanta intensidad que la tomo de las mejillas y la miró.
La beso en los labios y algo en sus miradas hizo que se comunicaran y se sonrojaron por la ternura que ese momento les provocó pero al mismo tiempo les causó tanto miedo que se separaron.
Ambos sintieron el frío al separarse pero sin decir una palabra más se vistieron.
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