♤6♤DATOS DEL CLAN DESTROYER

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Año 4.
10Ka, 50Ma.
Blagüim.


Revivir el momento que saltamos cascada abajo y yo controlé las frías aguas es emocionante incluso ahora.

Recuerdo muy bien mi primera sensación, nerviosa por la fuerte corriente que nos arrastraba directo a una muerte segura. Forian incapaz de mantenerse a flote me gritaba cosas que no podía entender, pero de seguro hacían alusión a mis poderes daynonianos. Para nuestro beneficio, no me costó mucho tiempo conectar con el agua, era uno de los elementos que más rápido dominé en la Tierra a pesar de ser el último en aparecer. De un momento a otro pasamos de estar ahogándonos a estar prácticamente sosteniéndonos en las olas que yo iba levantando según nos arrastraba el cauce río.

Fue excitante.

Los líquidos de mi cuerpo se agitaron alocados entre las venas, seguían la dirección del agua y la dirigían como si todo formara parte de lo mismo. Era tan natural que empecé a disfrutarlo. Mi sonrisa se ensanchó, e incluso Forian que estaba recio dejó su cara chueca y se mostró orgulloso por el logro.

El canal que recorríamos nos condujo a un panorama totalmente diferente, porque las montañas cubiertas de nieve se fueron quedando atrás para dar paso a laderas de pasto negro. Allí crecían plantas que a pesar de ser diferentes a las que estaba acostumbrada a ver, lucían advenedizas en Balgüim. Estaban bien aferradas, creciendo en el hábitat que evidentemente era el propicio para ellas. Continué moviendo la ola grande que nos sostenía y alcé la vista para contemplar árboles estrechos y descoloridos a lo lejos; más al Oeste, una manada de criaturas semejantes a búfalos corrían libres a donde soplara el viento.

Poco a poco bajé las manos y la ola descendió, dejando nuestros pies apoyados en las piedrecillas del fondo del río y el agua llegándonos por debajo de las rodillas.

—Buen trayecto.

Escuché decir a Forian que saltó directo a suelo seco y sacudió las patas empapadas de su pantalón.

Encendí mi mano semejando una antorcha y la usé para secarlo.

—Hubieras preferido no hacerlo —bufé en el acto.

—No quedaba otro remedio —Empezó a olfatear el ambiente e instintivamente se tocó el estómago.

—Debes comer algo.

—Lleguemos al Estanque Negro primero.

—También tengo hambre, porque no he dejado de san... —Me tragué las palabras bajo la mirada de Forian—. Ya sabes estoy... con una situación un poco incómoda... —Miré mis zapatos mojados y prendí un fueguito con mi dedo para secarlos.

—El estanque no queda lejos de este lugar. La vegetación a su alrededor brinda raíces comestibles para ti.

—Pero... —Arrugué la frente. Con todo mi derroche de poderes y encima que estaba con la 'cuestión' tenía hambre voraz.

—A los daynonianos les da fuerzas y las del género femenino las usan para aliviar sus dolores menstruales —insistió Forian probablemente advirtiendo mis pensamientos y morí allí mismo—. El mundo Balgüim se caracteriza por tener raíces y plantas especiales. No en vano los Oscuros son los mejores de toda Irlendia preparando brebajes.

Estaba más roja que un pimiento picante, así que enfoqué la conversación al tema central.

—Forian necesito comida de verdad. No sé, tal vez una pizza.

LEGENDARIOS2️⃣MIENTRAS TE LLEVO CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora