♤66♤MANO DERECHA

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Este capítulo va dedicado a mi querida Yeiris de Los Ángeles que está en el hospital 🥺. Denle mucho apoyo desde aquí.

Año 11
10Ka, 50Ma.
Jadre.

Las bajas en las tropas habían sido mínimas. Al parecer el combate no había resultado tan terrible como se había esperado. El conteo de heridos dio dos porta estandartes, así como cinco centauros de las tropas de caballería pero se recuperarían. Algunos fayremses tenían quemaduras en la piel por la penetración de las lanzas de hielo de los Oscuros.

Lamentablemente, a un canisdirus lo habían degollado. El capitán Markus Graybreeze fue convocado a reunirse con los miembros del Consejo para darnos los detalles y exponer su razonamiento sobre el actuar del ejército enemigo. Lo denominó «calentamiento pos tregua» y era perentorio que la próxima batalla sería mortal.

La ventaja: nuestras tropas tendrían más tiempo para prepararse. La desventaja: sería un baño de sangre.

Markus resaltó también el valor de Arthur Kane y sus buenos reflejos. Y cuando aseguró que con más entrenamiento podría llegar a convertirse en segundo al mando de su tropa de infantería, mi pecho se encogió por una emoción similar al orgullo. Estaba muy orgullosa de él y era totalmente reconfortante comprobar que seguía teniendo todo el acero en las venas como para demostrar su valía entre Legendarios. Era una lástima que no estuviese presente en aquella reunión.

Cuando fue el turno de Lord Devian para hablar, explicó que los avances para convencer a los idryos iban lentos, y que todos estaban muy asustados por el repentino ataque de los Oscuros.

—Aunque ya estábamos esperando dicho ataque, los irlendieses recuerdan lo que es la guerra. Los campos se llenan de cadáveres, las cabezas de lobos degollados manchan el río de sangre, y el miedo prima cada segundo —explicó.

—Entonces no entiendo la resistencia de tu clan. Ahora es cuando más unidos debemos estar —expresé.

—Concuerdo, Majestad. Pero ellos exigen derechos que...

—Que la Corona no le puede permitir —atajó Kilian—. El estatus de Mano Derecha que estuvo portando tu padre le hizo severos daños a su ego, por lo que puedo notar.

—Príncipe... —graduó Akenatem.

—Es cierto —aceptó Dev—. Pero no podemos hacer nada más que tratar de hallar un punto medio. Por eso pido permiso al Consejo para establecer un tratado con los nobles idryos.

—¿Qué tipo de tratado? —indagó Lady Kerisha.

—Quiero plantearlo como el tratado de Convergencia, y en resumen será el punto medio de los clanes, un acuerdo donde todos queden satisfechos y se restaure la unión.

Me agradó en excelso la idea.

—Tienes mi voto, Lord Devian —hice saber.

—Gracias Majestad.

—También el mío —apoyó mi tía.

Así, cada miembro de los que quedábamos en el Consejo fue dando su voto para que se llevara por escrito el tratado de Convergencia. El último fue Adrián, que dio su voto con la condición que se leyera en la próxima reunión dicho tratado y de parecerle a los presentes que alguna estipulación era excesivamente generosa para los idryos, se modificaría.

Después se debatió el tema del contraataque al clan Oscuro y se determinó que no se haría nada más que estudiar bien a nuestro enemigo. Kilian estuvo reacio a dejar las cosas como estaban.

—Mi opinión es que los ataquemos en Balgüim. No podemos darles margen a recuperarse y que preparen una ofensiva peor que la que tuvo lugar al norte de Jadre.

LEGENDARIOS2️⃣MIENTRAS TE LLEVO CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora