♤61♤ESTRATEGIA

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Año 10
10Ka, 50Ma.
Jadre.

El Consejo estuvo debatiendo el mejor proceder. Se desplegaron sobre la mesa de diamante los diferentes mapas de Jadre así como el de los otros cuatro mundos y sus lugares más conocidos. El mapa más deficiente era el de Balgüim, que contaba sólo con pocos puntos mostrados. Yo personalmente le había dado a Zac Dass detalles de mi travesía allá en el año cuatro.

Cada uno de los nobles comenzó a dar su idea sobre la forma más eficaz de devolverle el ataque al clan Destroyers. Yo me limité a escucharlos a todos, si algo me habían enseñado los escribas y maestres de palacio era la sabia cualidad de escuchar. Cuando hacía mis inspecciones con los junos por sus tierras y admiraba las edificaciones que habían llevado a cabo también me limitaba a mirar y escuchar, aunque eventualmente hacía una pregunta necesaria.

Aquella noche no fue la excepción. Lord Devian presentaba la sugerencia de esperar un poco antes de actuar violentamente. Kilian pensaba que debíamos atacar de frente, llevar tropas hasta Drianmhar y destruir a cuantos destroyadores se encontraran. El general Akenatem exponía que de hacerlo lo más juicioso era ir a por el Alfa (o falso Alfa, como yo aclaré, pues el verdadero estaría en sabría él qué escondrijo). El representante del clan Atamar insistió que se trajera más oro del mundo para reponer el de la Corona, pero se descartó luego que se discutieron formas menos hostiles de reponer el oro.

Por fortuna, la Corona tenía respaldos económicos en Korbe.

Los xarianos padre e hijo, Sir Yasaiko y Ret Lee, ofrecieron la innovación de chips especializados que viajarían a Drianmhar en barcos de carga y brindarían un reporte de la situación actual de los cazadores.

Y así cada uno de los presentes opinaba o disentía sobre los planes del otro. Sir Adrián participaba activamente en dichos intercambios y siempre resaltaba algún punto que se estaba pasando por alto. Desde la Tierra demostró ser un gran estratega.

Pero yo sabía quién era el estratega idóneo. Yo sabía que Tornado lo había escogido porque era el más capacitado para ese tipo de conflictos. Alcé los ojos a Arthur que se mantenía en su rincón de la grada, con las muñequeras apretándole la piel y el agotamiento marcando cada una de sus facciones. Me di cuenta que algo había cambiado. Antes, Arthur interrumpía con sus alegaciones, alegaciones que a su criterio eran las mejores. Pero en esos momentos de debate entrecerraba los ojos analizando interiormente cada palabra ajena, sacando sus propias conclusiones al respecto pero callando las mismas.

Cuando mencioné su nombre en voz alta abrió los ojos saliendo de su ensimismado porque no se lo esperaba.

—Me gustaría escuchar lo que el prisionero Arthur Kane tiene para decir.

Las cabezas giraron entonces hacia el hombre, que me miró brevemente antes de suspirar y enderezar la postura.

—Hay al menos un sesenta por ciento que todos los planes expuestos terminen en fallas —dijo monótono, como explicando una tesis laboral de todos los días.

—No puede saber eso con certeza —contrarió el juno.

—Sí, sí puede —afirmé yo y el mismo juno bajó la cabeza en señal de disculpa y respeto—. El señor Arthur Kane era muy influyente en su mundo y manejaba todo tipo de negocios. Además es descendiente del clan Fayrem, guerrero nato, líder por nacimiento. Y a eso le añadimos que es el Elegido, Tornado no le entregó el colmillo por nada.

LEGENDARIOS2️⃣MIENTRAS TE LLEVO CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora