Kilian Daynon
Año 13
10Ka, 50Ma
Balgüim.Eskandar nos ha asegurado que estamos cerca del río Lowdarc, que desemboca en el Mar Nórtico. Hemos planeado una escapada por mar para que yo esté lo suficientemente alejado cuando ordene la retirada y pueda crear un portal sin resistencias.
Cabalgo sobre Seren que parece estar más alerta que el resto de los caballos. Sus patas blancas se pierden al enterrarse en la nieve, pero su trote sigue tan firme como puede esperarse del corcel del príncipe. Cada paso en Balgüim cuesta, las tropas se sienten agotadas sin haber avanzado mucho. Es culpa de la condenación en la que está sumido el mundo desde la nueva era, cuando Dlor ascendió al poder y la oscuridad de su corazón abarcó todo.
Estoy haciendo un examen visual del entorno con la escasa luz que emiten las lámparas cuando el grupo que va delante se detiene.
—¿Qué pasa? —le exijo a Páirokal a mi lado y este trota hacia la línea delantera a ver qué ocurre.
El ejército real siempre ha marchado de esta manera con sus líderes detrás, justo como hace la manada de Canisdirus. Ared Hakwind, primer general fayremse nombrado por mi padre al establecerse el reino en Jadre, conocía lo efectivo que era este método: Los vigorosos adelante, siguiendo la orden del general y abriendo el camino. Los más experimentados en los laterales, ofreciéndole protección a la línea delantera y el resto de líneas en caso de ataque sorpresivo. Y la caballería con su rey (o príncipe) en la última línea, defendiendo el origen de la formación y dándole apoyo moral a sus miembros. El general del ejército siempre, siempre, va delante, con los valerosos. Y cómo los Zorros Reales carecemos de la figura de Akenatem, Arthur Kane se ha establecido en esa plantilla.
Intento distinguirlo, pero son demasiados fayremses confundiéndose en la semi oscuridad.
—Alteza —habla el centauro que ya está de vuelta. Su voz está sobresaltada por la ida y venida apresurada—. La línea delantera se ha detenido por temblores en la nieve. Según dicen, son como sismos presagiando malas noticias.
Proceso la información.
—¿Dónde está Arthur?
—Mantiene su posición.
Le doy un rápido vistazo a Eskandar, pero el humano, que se ha bajado del caballo, está pecho a tierra, sintiendo a través de la nieve. Se incorpora a medias, dejando una rodilla apoyada y me mira con extrema seriedad.
—Esto no me gusta nada.
Estoy por anunciar una retirada, para rodear el camino, cuando un grito gutural y profundo, una profundidad de cientos de kiloaños, consigue que todos mis miembros se queden en absoluta quietud.
—¿Escucharon eso? —dice un soldado de infantería cerca de mi posición.
Las tropas comienzan a apretarse, nuestro cuadrado se estrecha. No es natural de los guerreros tener miedo, pero comprendo cuáles son los factores que consiguen que mis soldados estén temblando debajo de su armadura: las particularidades de un lugar que desconocen pueden ser tanto espeluznantes como lentas; la lentitud que caracteriza a Balgüim se presta a torturas infinitas sobre la opción de una muerte rápida. Y aunque todos los guerreros que son parte de la vieja guardia están en la línea de los valerosos, pues ellos mejor que el resto tienen la experiencia previa de haber luchado en Balgüim, las sorpresas que presenta el mundo oscuro solo sirve para inquietarlos más.
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LEGENDARIOS2️⃣MIENTRAS TE LLEVO CONMIGO
Fantasia2️⃣ ⚜SEGUNDO LIBRO DE LA SAGA LEGENDARIOS⚜ ⛔⛔⛔Prohibido leer sin haber terminado "Mientras te Observo", primera novela de la saga. Obra protegida por los derechos de COPYRIGHT✅ y registrada en SafeCreative bajo licencia 2109153964998