Ab Imo Pectore

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- ¡Wow! ¿Qué es este mecanismo?

- Sirve para poder moverse dentro del agua sin tocarla, mi querida niña.

- Asombroso, ¡pero a mí no me hace falta! Soy mitad piraña ¿recuerdas?
Puedo respirar bajo el agua.

Rin se lanzó al agua nadando hacia lo profundo viendo todo lo que había allí: se encontraba toda clase de peces y animales marinos.
No tardó mucho en encontrar aquel reino sin despegarse de su madre la cual viajaba desde aquel extravagante mecanismo.

Al llegar, una enorme cúpula cubría el castillo principal.

Ponyo presionó un botón del que saldría una voz desconocida para la elfa.

- Contraseña.

- Ab imo pectore.

Por arte de birlibirloque, apareció una puerta frente a ellas dejándolas pasar.

- Esto es maravilloso.

Rin miraba a cada lado de tan peculiar lugar. Ni siquiera hubiera pensado que aquellos lugares existieran realmente, hasta que detuvo su mirada en un joven albino de ojos rasgados y claros.
Dió un grito de alegría.

- ¡Qué lindo! ¡Mira qué bonito es! ¡Quiero ese cabello!

- Querida, muestra un poco más de respeto~
Es tu tío Eren Nedazath.

- ¿Eren? ¡Como el de la historia!

Ponyo con una leve sonrisa asintió.

- ¡Encantada! Oh eh, siento el entusiasmo -rió- Mi nombre es Rin, estoy muy emocionada de estar aquí.

Mientras la chica hablaba, Eren observaba con detalle sus dientes.

- Eres... ¿una chica tiburón?

- De hecho, soy mitad piraña.
Lo heredé de mi madre. Verás, mi familia materna pertenecía al mar, es decir, eh...se adaptaron a vivir ahí y desarrollaron estos dientes. Les ayudaba a triturar mejor los alimentos.

- Interesante.
Te doy la bienvenida Rin -detrás de su espalda sacó una flor marina entregándosela-

Algo tímida la agarró.

- Gracias Eren -se sonrojó leve-.

- Nada de estas cosas, Eren. Recuerda que es mi pequeña.

- Sólo fue un pequeño detalle de bienvenida.

- Te estoy vigilando. La traje para que pudieras enseñarle algo de tu mundo, o enseñarle alguna cosa como... la vegetación o contarle alguna leyenda conocida en tu reino.

- ¡Sí, por favor! ¡Quiero conocer muchas cosas! ¡Y quisiera que vieras a mi mascota! ¡Es-!

Ponyo tapó su boca evitando continuar su frase negando con su cabeza.

- Seguro que es fantástica. En ese caso, sígueme. Te enseñaré todo lo que sé.

Al tiempo que el joven aprendiz las guiaba en su trayectoria, Rin expresaba un tipo de curiosidad puesto en Ponyo.

- A continuación, ¿Qué le gustaría visitar, señorita?

- ¡Sí!

El muchacho quedó impactado.

- E-en otras palabras, ¡mar, cuánto mar! ¿No os sentís intrigados por la superficie?

Rin planteó sin que el escenario dejara expuesta ni una gota de sudor.

- M-me refiero a 'sea', ya sabéis ¡el mar! E-en inglés.

- Lo que dices no es nada fuera de lo común, Rin.
Te explicaré como funcionamos.
Por un lado, tenemos a los liberales, individuos entregados al océano, sin embargo, exhaustos de lo monótono, y su contraparte, los más reservados, que piensan que excluyéndose de la sociedad y mejor aún de los humanos, este sitio recobrará prosperidad, tal cual opina mi padre.

Reality Or Imaginary?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora