Reality Or Imaginary?

Un nuevo aliado

En cuanto Rin y Bubusia salieron, un humo las envolvió a ambas dejándolas inconscientes.

Al despertar, se dieron cuenta del lugar en el que estaban: el calabozo.

- ¡ No, no, no ! No deberíamos estar aquí, ¡liberadnos! - gritó Rin.

La osa usó su fuerza para poder partir los barrotes pero era inútil.

- No te fuerces Bubu, son demasiado resistentes.

Mientras la elfa hallaba una manera de poder salir, Bubusia se liberó de sus ataduras escabulléndose entre los barrotes.

- ¡Bubu!- exclamó Rin.

Pero sin éxito, la osa se dirigió hacia donde todos esos hombres las habían encerrado acabando uno por uno con todos utilizando sus poderes que, por alguna extraña fuerza, empezó a recuperar.

Cerró todo escape llenando las salidas de plantas trepadoras encerrando a cualquiera y creó un mar de jugo de naranja hasta asesinarlos en ahogamiento hasta el fin de sus vidas.

El lugar comenzó a inundarse.

- ¡Bu- Bubu! - Rin intentó evitar ahogarse pero ese líquido era denso para poder hacerlo.

Al oírla gritar, se adentró con rapidez a la celda donde se encontraba su 'ama'. Ejerciendo una fuerza escasa, logró torcer aquellos barrotes lanzándolos hacia una ventana rompiendo ésta.

Bubusia la agarró y salió lo más deprisa posible.

Rin tosía para recuperar aire.

- Al fin os encuentro.

- Rendell - dijo Rin aún recuperando aliento.

Bubu se puso de manera instintiva delante de Rin, sacó sus colmillos y garras, y gruñiendo les alzó la mirada con un naranja intenso en sus ojos.

Con dicha acción los invitó a huir antes de conocer la muerte.

- No me asustas, pequeña - contestó el humano.

- ¿Dónde estabas? -dijo Rin.

- Ya lo dije, os buscaba, sobre todo a tí.

- ¿Por qué?

- Quiero ser tu amigo.

- Pero, ¿y tus asuntos?

- No creo que seas tan mala como todos dicen. Estás buscando la verdad de tu pasado. No veo maldad en ello así que decido acompañaros.

- ¿Me vas a ayudar?

- Sí pero... Debes deshacerte de ella.

Mira a Bubusia.

- No puedo, ella es a la que he buscado desde que salí en mi viaje.

- Es malvada, vi lo que pasó ahí dentro.

- ¡Lo hizo para salvarme! Ella me está guiando, es mi salida para-

Rin se detuvo al ver la mano extendida de Rendell hacia ella.

- ¿Quieres ser mi amiga? - le sonrió.

- Yo...

Bubusia empezó a olisquear al desconocido frunciendo el ceño.

- Prometo que no le haré daño - afirmó Rendell.

La osa salió despavorida alejándose de ellos.

- ¡Bubu vuelve aquí! ¡Necesitamos volver a casa!

Se negó a obedecer desapareciendo entre los árboles.

- ¿Entonces... aceptas?
Rin dió su mano.

- Acepto, pero sin trucos.

- Soy honesto, no me juzgues antes de conocerme.

Pero sus problemas no cesaron, su descontrol seguía dentro de ella cada vez más fuerte e intenso.